Biocombustibles acusados en EEUU por alza de alimentos y emisión de gases
El debate sobre los biocombustibles se instaló en Estados Unidos, donde muchos expertos y legisladores afirman que su producción es uno de los responsables de la subida de los precios de los alimentos básicos y de la emisión de gases de efecto invernadero
"¿Por qué metemos alimentos en los tanques de gasolina en vez de en nuestros estómagos?", preguntó Richard Reinwald, propietario de una panadería en Huntington (Nueva York) muy afectada por el alza de los precios de los alimentos, durante una audiencia ante el Congreso la semana pasada.
Luego de Reinwald, otras voces salieron a cuestionar la decisión del gobierno de George W. Bush de apoyar masivamente la producción de biocombustibles, en particular a partir de maíz.
Estados Unidos es el principal productor de etanol del mundo. Los biocombustibles se fabrican a partir de maíz, soja y caña de azúcar, entre otros cultivos.
Lester Brown, fundador del centro de investigaciones Earth Policy Institute (EPI), escribió en el Washington Post que esta política a favor del etanol "causa daños ambientales y alimenta la crisis alimentaria mundial".
El EPI estima que el año pasado Estados Unidos usó 25% de su maíz para fabricar etanol, y que eso contribuye a reducir solo 1% el consumo de petróleo.
Durante los últimos meses, Bush se mostró como un 'apóstol' del desarrollo de biocombustibles para disminuir la dependencia energética de Estados Unidos respecto a otros países, enfrentar el alza del precio del petróleo y desarrollar alternativas a las energías fósiles.
En diciembre firmó una ley sobre independencia y seguridad energéticas que prevé multiplicar por seis la utilización de etanol, llevándola a 136.000 millones de litros anuales de aquí al año 2022.
Pero incluso miembros de su propio Partido Republicano llamaron a Bush recientemente a presionar al Congreso para dar marcha atrás con el "plan etanol".
"Durante las últimas semanas la correlación entre el plan del gobierno para biocombustibles y el rápido aumento de los precios de los alimentos se transformó en innegable", opinó la senadora Kay Bailey Hutchison en su sitio web.
"En un momento en que la economía estadounidense enfrenta una recesión, el Congreso debe reformar su política hacia los biocarburantes y examinar otras alternativas para reforzar la seguridad energética", agregó la senadora por Texas.
Hutchison dijo que quiere presentar al Congreso un texto para congelar la producción de biocombustibles a los niveles actuales.
La disparada de los precios de los alimentos básicos se explica por malas cosechas, un aumento de la demanda en Asia, costos de transporte crecientes y restricciones comerciales, pero también por el desarrollo de cultivos para producir energía.
Dedicar amplias superficies agrícolas a los biocombustibles tiene como consecuencia reducir la cantidad de cereales destinados a alimentación.
Joachim von Braun, jefe del Instituto de Investigación de Políticas de Alimentos, con sede en Estados Unidos, opina que una moratoria a los biocombustibles fabricados a partir de cereales haría bajar 20% el precio del maíz y 10% el del trigo en 2009 y 2010.
Por su parte, el célebre economista Jeffrey Sachs también se mostró muy crítico. "Deberíamos abandonar el uso de materia alimenticia para fabricar etanol, en particular en Estados Unidos", dijo a la radio australiana Australian Broadcasting Corporation.
Para colmo, hay científicos que afirman que el esquema de los biocombustibles puede hacer aumentar las emisiones de gases de efecto invernadero, ya que llevará a que se vuelquen al cultivo superficies de tierra hasta ahora no colonizadas por la agricultura.