Rumanía impone una moratoria contra el maíz de Monsanto
La organización ecologista Greenpeace ha mostrado su satisfacción por la decisión anunciada hoy por el Gobierno Rumano, según la cual queda prohibido el maíz modificado genéticamente (MG) MON 810. Esta decisión es muy significativa dado que éste es el único transgénico cuyo cultivo comercial se permite en la UE
El anuncio del Ministro de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, el Sr Attila Korodi, convierte al estado europeo que cultiva más hectáreas de maíz (1) en un país libre de transgénicos. Rumanía se convierte así en el séptimo estado miembro que prohibe las variedades transgénicas, siguiendo el movimiento de Francia, Hungría, Italia, Grecia, Austria y Polonia.
“La nueva moratoria Rumana vuelve a lanzar el mensaje de que esta peligrosa tecnología no va a ser tolerada. Es crucial que la UE (2) proteja a los agricultores, los consumidores y al medio ambiente, poniendo en marcha una moratoria global europea contra el cultivo de transgénicos”, ha afirmado Juan-Felipe Carrasco, responsable de la campaña de transgénicos de Greenpeace.
El Gobierno rumano ha actuado a raíz de las preocupaciones sobre la seguridad de estos maíces. Numerosos estudios científicos demuestran que el MON 810 es peligroso para la biodiversidad, para el suelo y para la salud humana. La toxina que produce, diseñada en teoría para matar exclusivamente a determinadas plagas, es dañina para otros muchos seres vivos que son cruciales para la salud de los suelos donde están nuestros cultivos. Además, no existen pruebas evidentes de su seguridad para la salud humana y animal (3).
La contaminación de cultivos naturales por transgénicos es un grave problema que afecta a los cultivos de toda la UE. En 2007 hubo 29 nuevos casos en 23 países (4). Solamente en España se han denunciado cinco casos de agricultores cuyas cosechas de maíz han sido contaminadas por el maíz de Monsanto que hoy prohibe Rumanía. “A pesar de ello, no existe una legislación internacional que obligue a las compañías biotecnolóigicas a pagar por los daños y por las pérdidas económicas que producen sus semillas manipuladas”, ha añadido Carrasco.
La situación de los transgénicos en España sigue siendo extremadamente preocupante, con una absoluta falta de transparencia, inexistente trazabilidad, descontrol de los cultivos experimentales, y decenas de nuevas variedades aprobadas. Hace dos días, el Consejo de Gobierno de Canarias acordó declarar la Comunidad Autónoma como zona libre de cultivos transgénicos. Con ella, ya son cuatro las Comunidades Autónomas que se han declarado libres de transgénicos, junto a más de 50 municipios en todo el Estado (5). Sin embargo, comunidades como Galicia están proponiendo cultivar precisamente las variedades que Europa rechaza.
“El Ministerio de Agricultura no puede seguir excusándose con la falta de competencias para mantener la situación actual. Otros muchos países europeos como Francia o Rumanía han tomado medidas activas para prohibir estos cultivos y proteger la salud de sus ciudadanos y el medio ambiente. La única alternativa es la moratoria contra el MON 810”, ha concluído Carrasco.
Notas
1) Rumanía es el primer productor de maíz europeo con 3 millones de hectáreas. En 2007 se cultivaron 300 hectáreas de MON 810, lo cual representó el 0,01% de la producción Rumana.
2) En 1998, Monsanto obtuvo por parte de la Comisión Europea el permiso de cultivar MON 810 durante 10 años en la UE. Este permiso debe ahora ser renovado, lo cual da una perfecta oportunidad a la Comisión para retirar una autorización y alinearse con la mayor parte de los grandes países que cultivan maíz en la Unión.
3) Recientemente un grupo de expertos del Departamento de Ingeniería Genética de la Universidad de Caen, Francia, publicó en la revista científica “Archives of Environmental Contamination and Toxicology” un estudio en el que se demuestra que las ratas de laboratorio alimentadas con un maíz transgénicos de Monsanto muestran signos de toxicidad en el riñón y en el hígado.
(Seralini et al., 2007. New Analysis of a Rat Feeding Study with a Genetically Modified Maize Reveals Signs of Hepatorenal Toxicity.
Archives of Environmental Contamination and Toxicology, 52
A finales de 2007, el Comisario de Medio Ambiente Stavros Dimas prohibió el cultivo de otros dos maíces transgénicos parecidos al MON 810 basándose en estudios similares.
4) Informe anual de Greenpeace y GeneWatch UK sobre contaminación genética.
5) Zonas Libres de Transgénicos