Piden sistema que responsabilice a quienes provoquen daños con transgénicos
La Red por una América Latina Libre de Transgénicos advirtió que la creación de un régimen vinculante de responsabilidad por daños ocasionados por organismos vivos modificados es “esencial” para las comunidades de la región, donde se encuentra alrededor del 30 por ciento de la biodiversidad agrícola del mundo
Ese régimen permitiría que los daños provocados por los transgénicos a la salud y el medio ambiente sean reparados adecuadamente por sus responsables, y debería buscar también que esos daños no ocurran.
"Tenemos la convicción de que la finalidad del Protocolo de Cartagena sobre Seguridad de la Biotecnología (...) será efectivamente alcanzada sólo si existe un régimen vinculante de responsabilidad tanto para Estados como para agentes privados", aseguró la Red por una América Latina Libre de Transgénicos en comunicado difundido el pasado 16 de marzo.
La alianza se refería especialmente al objetivo del Protocolo de “contribuir a asegurar un nivel adecuado de protección en el campo de la transferencia, la manipulación y el uso de los organismos vivos modificados resultantes de la biotecnología moderna, que puedan tener efectos adversos en la conservación y en el uso sustentable de la diversidad biológica, teniendo en cuenta los riesgos para la salud humana”.
El Protocolo de Cartagena sobre Seguridad de la Biotecnología es el primer acuerdo internacional que rige la transferencia, manejo y uso de organismos genéticamente modificados. Se adoptó en 2000 y entró en vigor en 2003 como complemento al Convenio sobre Diversidad Biológica de Naciones Unidas. La Red por una América Latina Libre de Transgénicos aglutina a organizaciones campesinas, indígenas, de la sociedad civil, investigadores y académicos dedicados a estudiar los impactos de los transgénicos en la región y a la protección de la biodiversidad.
La alianza subraya que es fundamental para la sociedad latinoamericana la existencia del Protocolo de Cartagena, porque el medioambiente de la región, la biodiversidad y la salud de gran parte de la población se encuentran amenazados por el desarrollo de la producción agrícola con transgénicos. Por eso destaca la necesidad de que se implemente también un régimen vinculante de responsabilidad por los daños que puedan ocurrir con esos organismos. La Red explicó además que ese sistema debe centrarse en el riesgo creado por el causante del daño, quien debe tomar las medidas de reparación y restauración porque creó el riesgo de que ese daño ocurriera, sin importar si actuó con imprudencia, impericia o negligencia.
La inexistencia de ese régimen “va a beneficiar sólo a un pequeño grupo de empresas transnacionales que producen organismos vivos modificados y a otro pequeño grupo responsable por el comercio global de commodities agrícolas, mientras los daños siguen ocurriendo”, destacó la Red por una América Latina Libre de Transgénicos. La empresa estadounidense Monsanto y la suiza Syngenta son dos de las principales productoras de semillas transgénicas del mundo.
La alianza subrayó que los casos de contaminación con transgénicos son cada vez más frecuentes y afectan tanto a poblaciones locales como a la biodiversidad. “En Bolivia y Guatemala, el maíz transgénico Starlink (aprobado solo para alimentación animal) fue encontrado en cargamentos destinados a ayuda alimentaria” y han hanido “múltiples casos de contaminación genética con maíz, soja y algodón en varios países de nuestra región”, señaló a modo de ejemplo en su comunicado.
La Red advirtió además que los cultivos transgénicos diseñados para producir drogas o productos industriales significan, en caso de contaminar la cadena agroalimentaria, un grave riesgo para la salud humana.