Declaración de la Coalición de organizaciones de la sociedad civil para la protección del patrimonio genético africano (COPAGEN)
"Nos encontramos particularmente preocupados por las numerosas iniciativas emprendidas hoy en día por instituciones financieras ajenas al continente africano, con el objetivo de imponerle a África lo que ellas han convenido en llamar la “nueva revolución verde”. Entre los actores más importantes de la llamada revolución verde en África se encuentra la Fundación Rockefeller, que ha invertido sumas enormes de dinero durante más de treinta años, para que vengamos a darnos cuenta hoy día que “África se ha perdido la revolución verde” o que “la primera revolución verde ha fracasado en África”."
Declaración con motivo del Tercer Foro Anual de COPAGEN, realizado en Conakry (Guinea), entre el 23 al 28 de julio de 2007
Nosotros, miembros de la Coalición de Organizaciones de la Sociedad Civil para la Protección del Patrimonio Genético Africano (COPAGEN) provenientes de Benin, Burkina Faso, Costa de Marfil, Guinea Conakry, Guinea Bissau, Malí, Níger, Senegal y Togo, reunidos entre el 23 al 28 de julio en Conakry con motivo de la celebración del tercer foro de nuestro movimiento, venimos analizando desde tiempo atrás la situación de la agricultura africana, enfrentada a los peligros que la amenazan, en particular la presión cada vez más fuerte de los países del Norte y de las multinacionales que se apoyan mutuamente para introducir los Organismos Genéticamente Modificados (OGM) en las prácticas agrícolas del continente, al abrigo de la biotecnología moderna.
Nos encontramos particularmente preocupados por las numerosas iniciativas emprendidas hoy en día por instituciones financieras ajenas al continente africano, con el objetivo de imponerle a África lo que ellas han convenido en llamar la “nueva revolución verde”. Entre los actores más importantes de la llamada revolución verde en África se encuentra la Fundación Rockefeller, que ha invertido sumas enormes de dinero durante más de treinta años, para que vengamos a darnos cuenta hoy día que “África se ha perdido la revolución verde” o que “la primera revolución verde ha fracasado en África”.
Una de las razones más importantes del fracaso pasado fue la exclusión de los principales concernidos, los campesinos africanos. A pesar del discurso apelando al involucramiento de los campesinos, los actores de la revolución verde en África, especialmente la Fundación Rockefeller, casi no tomaron en cuenta la situación de los productores africanos. De esta manera, cientos de millones de dólares fueron volcados en institutos de investigación, generalmente piloteados desde el exterior del continente, como si los problemas de la agricultura africana no fuesen más que técnicos.
Ahora bien, decenas de experiencias de desarrollo habían demostrado ya que toda solución diseñada al margen de quienes debían aplicarla y del contexto socio-cultural de su aplicación, sólo podía estar condenada al fracaso.
Si bien saludamos la voluntad expresada de sostener el desarrollo de la agricultura francesa mediante la puesta en marcha de la Alianza para una Revolución verde en África (AGRA, por su sigla en inglés), estamos al mismo tiempo muy preocupados por el curso actual de esta alianza, que no parece haber aprendido de las experiencias del pasado. En efecto, ya hemos constatado la cuasi ausencia de los actores africanos al nivel de las instancias de dirección de la alianza, actores que están actualmente implicados en la resolución práctica de los problemas de la agricultura africana: ni las organizaciones de pequeños productores campesinos, ni las organizaciones no gubernamentales que actúan en el ámbito de la agricultura en el continente tienen representación dentro de las instancias de decisión del AGRA. ¿Cómo puede la alianza “trabajar en estrecha relación con los pequeños productores campesinos más pobres de África” –tal como lo indica M. Gordon Conway, el gran teórico de la revolución verde de la Fundación Rockefeller- sin vincularlos ni a la elección de las orientaciones ni a la toma de decisiones?
Desde la Coalición de Organizaciones de la Sociedad Civil para la Protección del Patrimonio Genético Africano (COPAGEN), consideramos que toda aproximación de solución para el desarrollo de la agricultura africana debe ser holística, otorgando igual atención a todos los aspectos del problema -fundamentalmente político, económico, socio-cultural y tecnológico-, pero principalmente vinculando a toda decisión en la materia a los primeros actores implicados, los campesinos.
Es por eso que tomamos muy en consideración las declaraciones del Señor Kofi Annan, ex Secretario General de las Naciones Unidas, recientemente designado Presidente del AGRA. Citado por el Business Daily (Kenya) del 17 de julio de 2007, el Señor Kofi Annan claramente afirmó, en tanto Presidente del AGRA: “No incorporaremos los OGM (Organismos Genéticamente Modificados) en los programas de la Alianza. Trabajaremos con los campesinos utilizando las semillas tradicionales que ellos conocen”. El Sr. Kofi Annan –siempre citado por el Business Daily- precisó muy bien que es el bajo precio de los productos (agrícolas) y no el tipo de semilla lo que expulsa a los productores de sus granjas, a pesar de la espiral de la inseguridad alimentaria y la pobreza del continente. Enseguida remarcó dos verdaderos problemas que aquejan a la agricultura africana:
- la insuficiencia de infraestructuras tales como las rutas, los insuficientes medios de almacenamiento y las débiles estructuras del mercado;
- la ayuda alimentaria que todavía se utiliza para alimentar a millones de africanos, siendo que contamos con los medios para hacer de África un continente autosuficiente.
Por último, puso al desarrollo de las infraestructuras en el primer lugar de la agenda de la alianza para los próximos cinco años.
Confiando en que, en este cargo de gran responsabilidad para la nueva revolución verde, el Sr. Kofi Annan tendrá la capacidad y la oportunidad de influenciar la alianza en el sentido de las orientaciones anteriormente especificadas, la Coalición de Organizaciones de la Sociedad Civil para la Protección del Patrimonio Genético Africano (COPAGEN) hace un firme llamado a las instancias de dirección del AGRA a establecer sin demora un diálogo político con los representantes de las organizaciones de pequeños productores campesinos del continente a través del cual se discutan en profundidad las finalidades, los objetivos, las acciones y los medios previstos, así como los mecanismos de decisión por los cuáles la alianza pretende trabajar en la recuperación de la agricultura del continente africano. Sin un diálogo tal, AGRA corre el riesgo de repetir los errores del pasado y será considerada responsable ante la historia.
Firmaron:
La coordinación regional de la COPAGEN
Todas las coaliciones nacionales COPAGEN
Fuente: Semences de la biodiversité No 69
Traducción: María Eugenia Jeria