Destierro en el norte argentino

Idioma Español
País Argentina

Como en el sur argentino, el norte está padeciendo el destierro en manos extranjeras. Terratenientes y poderosos inversores privados se apoderan del suelo originario a ritmo acelerado

La era neoliberal ha surfeado a lo largo de los dorados años “menemistas” acaparando empresas estatales que pasaron triunfalmente al monopolio de exportación. En los últimos 10 años, tanto la Patagonia como otras regiones argentinas, son las nuevas fortalezas de empresarios y magnates extravagantes con el objetivo de realizar negocios millonarios. Entre los casos más resonantes se encuentran la finca ilimitada de Benetton en el sur, que prácticamente está arrasando con el pueblo Mapuche; las tierras en manos de Douglas Tompkins en la zona de los Esteros del Iberá; y ahora le toca el turno al norte.

Una cadena de correos-e enviada por un tilcareño denuncia el asentamiento y atraco en manos de “gringos” que irrumpen con papeles de compra y venta en sus tierras. Según el denunciante ciberespacial, Luis Fernando Cabrera, algunas de las personas vinculadas a este acto de expropiación son: Sabina Gregorio, Albina Gregorio y Leonarda Gregorio de Alfarcito. Las Terrazas de Cultivo prehispánico de Alfarcito (“Son más de tres mil hectáreas de terrazas de cultivos prehispánicos de entre 800 y mil años de antigüedad, con vertientes, cardones y una increíble vista panorámica a 2900 metros sobre el nivel del mar”, fuente de guiadecabañas.com/norte) están siendo despojadas por la Familia Alvarez Prado (Terratenientes), quienes son protegidos por la Ley del Estado Republicano y por el de la provincia de Jujuy.

Después de 85 Años, una Comunidad Aborigen asentada en Villa Florida, está siendo despojada por Zambrano; en la Comunidad del Huasamayo otras tantas familias son expulsadas de sus hogares; la Cancha de Fütbol adherida al Club Atlético Terry, perteneciente a los 600 deportistas del pueblo también fue borrada del mapa por la aplanadora forastera. El barrio Usina ha sido alambrado y cercado por el foráneo, dejando familias enteras fuera de sus ancestrales parcelas.

Desde hace 4 años la Quebrada de Humahuaca pertenece a la categoría “Patrimonio de la Humanidad”, un pseudo título de grandeza territorial nombrado por la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura); a través de una estrategia que no contempla el impacto demográfico, sumándole un plus de desfachatez al cotizar las tierras en sumas despampanantes. Un terreno que antes salía dos mil o tres mil pesos, hoy sale cien mil. Frente a este embate, los pobladores de Tilcara y otros poblados pertenecientes a la Quebrada, comenzaron a realizar reclamos y marchas en contra de esta nueva estrategia. El robo de piezas ancestrales y la toma forzada de tierras originarias son las nuevas metodologías de los colonizadores modelo siglo XXI.

Por el contrario los que resisten a esta impronta, deciden acampar y montar asentamientos en reclamo por el oprobio que se gesta en estas latitudes desde finales del año 2006.

Por otro lado, la construcción hotelera promete crecer aún más para la relajación de los estresados inversores extranjeros que oprimidos por el smog y la chatarra, vuelcan sus sueños de cara a explotar, según ellos, nuestro tesoro natural desaprovechado. El abogado de ENDEPA (Equipo Nacional de la Pastoral Aborigen) Enrique Oryazabal asevera que, a raíz del impacto del nombramiento como Patrimonio Mundial de la Quebrada de Humahuaca, nunca nadie se ha hecho cargo sobre el impacto de los altos costos de tierras que ha significado para la gente que vive allí desde antaño.

Oryazabal comentó a Salta Libre (Portal electrónico periodístico de la ciudad de Salta Caiptal): “Antes la gente, cuando las familias jóvenes se casaban, al hijo le podían dar un terrenito, un lugar en el fondo, allá o acá. Este mercado de tierras hoy está quebrado, y está quebrado porque es Patrimonio de la Humanidad; un terreno que antes salía dos mil o tres mil pesos, hoy sale cien mil. Las personas que tienen los papeles venden porque es un recurso económico, además existe un estado ausente tanto municipal como provincial, acá no hay ningún tipo de control sobre el tema hosterías, no hay ningún tipo de control sobre lo que es el mercado de la tierra y esto hace que se terminen peleando propios contra propios”.

¿500 años de conquista no fueron suficientes para darse cuenta de las mentiras que todavía compramos día a día vía un 0800? Los Imperios colonizadores, primero con España y Portugal, luego con Inglaterra y Estados Unidos; son caras conocidas a la mirada austera del latinoamericano. La inmovilidad y la complicidad que irradian ciertos gobiernos de nuestra América no han entendido el mensaje de sus antepasados. Mientras tanto, paulatinamente las tierras del suelo latinoamericano pasan a manos de grandes empresas o millonarios extranjeros.

Agencia Periodística del Mercosur, Internet, 9-3-08

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