México: Congreso de Jalisco pide no importar transgénicos
El Legislativo aprobó un punto de acuerdo elevando la solicitud a la Federación. Diputados afirman que 70% de la importación de EU es maíz modificado.
El Congreso de Jalisco pidió al gobierno federal prohibir las importaciones de maíz de organismos genéticamente modificados o transgénico, porque este producto “constituye un alto riesgo en la transformación de la genética de las semillas criollas que se producen en esta entidad y que cuentan con una amplia base genética como resultado de miles de años de desarrollo y adaptación a tipos de suelo y microclimas particulares”.
Este argumento se introdujo en la exposición de motivos de un punto de acuerdo turnado a las secretarías de Agricultura y de Economía del gobierno federal, según lo informó el diputado priista Jaime Prieto Pérez.
Allí se señala que “el agricultor se está convirtiendo en esclavo dependiente de los nuevos paquetes tecnológicos, así como de las políticas públicas que establece nuestro gobierno, las cuales en ocasiones se determinan con base al desarrollo de los países que viven en condiciones distintas a las que vivimos en nuestro país, y con apoyos e incentivos al sector agropecuario que no tienen punto de comparación con los apoyos que brindamos a nuestros productores”.
En el citado documento se puntualiza que “el grano modificado se importa en cantidades desmedidas, acaparando 70 por ciento de 11.1 millones de toneladas importadas de Estados Unidos en el último año. Este tipo de grano se genera con la introducción artificial de características biológicas resultantes de otras especies de plantas, animales o bacterias, con la finalidad de que el grano adquiera capacidades inusitadas con la resistencia al uso de herbicidas, así como que la propia planta adquiera la propiedad para matar insectos que atacan, o bien, que sus semillas pierdan la propiedad de reproducirse naturalmente, si no es mediante la intervención de candados químicos”.
En el caso del maíz genéticamente modificado que se vende, el texto del Congreso señala que hay tres tipos: “el que lleva incorporado el gen de la bacteria Bacillus thuringensis [maíz Bt]; el que lleva el gen procedente de Drosophila melanogaster [la mosca de la fruta] que le confiere resistencia al herbicida de glifosato de amonio; y las nuevas variedades que incorporan las dos características”.
En el documento del punto de acuerdo también se destaca que “dado el vacío legal que existe para autorizar cuotas de maíz transgénico, debemos ejecutar acciones que prevengan los riesgos ambientales y de salud pública que representan este tipo de alimentos. La introducción en el medio rural de cultivos alterados genéticamente puede provocar la desaparición de distintas especies de flora y fauna nativas”.
Entonces se resumen tres tipos de riesgos sobre las 300 razas de maíces mexicanos: “el deterioro potencial de las poblaciones de teocintle [el ancestro silvestre del maíz]; efectos ecológicos de deterioro potencial en organismos y cultivos asociados, y efectos potenciales sobre la salud humana”.
Asimismo, se establece “que en el país no existen los laboratorios adecuados y suficientes para evaluar los riesgos que implica la liberación de una variedad transgénica.
Guadalajara. Salvador y Maldonado