Banco Mundial chantajea al Estado de Honduras
Ante las conclusiones presentadas por le Panel de Inspección del Banco Mundial sobre el proyecto de Administración de Tierras de Honduras PATH la Gerencia del Banco Mundial persiste en proseguir con su plan de atomizar los títulos comunitarios otorgados a los pueblos indígenas y negros del país
Es inaudito que después de leer el informe del Panel la gerencia insiste en utilizar la Mesa Regional de Resolución de Conflictos para el pueblo garífuna, denominada WADABULA, a pesar que el Estado de Honduras la había disuelto el año pasado, como parte de los compromisos asumidos con el pueblo garífuna (1).
El informe es claro al resaltar que "El Panel determina que el sistema de la Mesa ha dividido a la comunidad y podría llegar a socavar la capacidad de sus principales representantes de trabajar en nombre de la comunidad para lograr sus objetivos de titulo colectivo sobre las tierras ancestrales".
Es indudable entonces que existe una política de sembrar división de parte de la Gerencia del Banco Mundial, con el propósito maquiavelico de orientar las comunidades hacia un proceso de individualización de la tenencia de la tierra, socavando el sistema de posesión ancestral el que se basa en un manejo comunitario.
El primer reconocimiento jurídico otorgado por el Estado de Honduras se remonta a un título comunitario expedido 1885 en beneficio del caribal de San Antonio (Colón) el que incluía las comunidades de Guadalupe y Punta de Hicacos. Este título ancestral es prueba fehaciente de como nuestro pueblo ha mantenido desde el arribo a Honduras un manejo comunitario de la propiedad.
El afán de incorporar la costa norte de Honduras al mercado de bienes raíces, en especial dirigido a extranjeros, es una de las consecuencias directas de la promoción del país como destino turístico. Los especuladores de turno han avizorado en nuestras comunidades una fuente de pingues negocios, que se ven impedido por el Artículo 107 de la Constitución Nacional - el cual no permite que extranjeros poseen tierras a lo largo de la costa y fronteras del país - y por tanto los títulos comunitarios garífunas son un obstáculo para efectuar una piñata con nuestras comunidades.
El Banco Mundial asesoró al Estado de Honduras en la fabricación de una Ley de Propiedad, que si bien resuelve algunas problemáticas de tierras urbanas, crea un caos para los pueblos indígenas y negros de Honduras. La ley de Propiedad no fue consultada de forma apropiada con los pueblos indígenas, violando de esa forma el Convenio 169 de la OIT en su artículo 6.1,a.
Como en los viejos tiempos de las repúblicas bananeras, el Banco Mundial chantajeó al Estado de Honduras sobre un desembolso de dinero relacionado con el proyecto PATH, forzándolo a retraerse sobre el pacto que adquirió el año pasado el Estado con la OFRANEH, donde a través de una acta de compromiso el Gobierno optó por prescindir de WADABULA, dado que el mecanismo de creación de ese organismo no surgio de las comunidades mismas o sus organizaciones representativas, sino que fue una injerencia exógena, apoyada por el Banco Mundial y funcionarios de la administración del expresidente Ricardo Maduro.
El chantaje del Banco Mundial obliga al Estado a retractase de un pacto adquirido, violando de esta forma normas ju´ridicas básicas, tal como el principio de pacta sunt servanda (lo pactado obliga), y por ende socavando la esencia del derecho. Parece ser que las motivaciones del Banco Mundial están sobrepasando el leit motiv de un mundo sin pobreza, y más bien las políticas de ese organismo internacional están relacionadas con fomentar la dominación y obliterar a los pueblos indígenas.
El informe del Panel de Inspección es enfático en cuanto como funcionarios estatales y elementos exógenos a las comunidades se están encumbrando por medio de WADABULA, la que está compuesta en su mayoría por afrodescendientes de cuello blanco, que poseen objetivos y discursos ajenos a la realidad comunitaria. El panel señala que: "El Proyecto implica legalizar el estatus de las Mesas como representantes de las comunidades. Existe el peligro de que las Mesas, según se desarrollaron durante la ejecución del Proyecto, se conviertan en organizaciones independientes que suplanten a los patronatos tradicionales y otros grupos existentes de la sociedad civil y puedan crear divisiones ulteriores en el seno de las comunidades garífunas. Además, personas que no pertenecen a las comunidades garífunas podrían ejercer una significativa influencia. En una visita del Panel a la Mesa Regional, el Gobernador Político ocupaba la cabecera de la reunión y pronunció las palabras de cierre".
Es irónico que el Sr. Manuel Zelaya Rosales - Presidente de la República - ha cuestionado la desunión dentro del pueblo garífuna, cuando es del mismo poder ejecutivo que se está emanando la división, con el claro propósito de crear animosidad y desconfianza entre nuestro pueblo. Por supuesto las ventas de los territorios garífunas a precios irrisorios es una de los objetivos primordiales que se han fijado los empresarios asociados con los partidos neoliberales que gobiernan a Honduras.
La Gerencia del Banco Mundial ha hecho gala de desconocer las normas mínimas de ética en su accionar en materia de pueblos indígenas. Los proyectos que se vienen ejecutando en Honduras para los pueblos, están enmarcados en un neocolonialismo aberrante y desconocen los encargados locales del Banco, los acuerdos internacionales en materia de derechos indígenas, cerrando su visión en un simple desarrollismo anacrónico y fomentando la compra de líderes para lograr instaurar figuras y proyectos vinculados a la expansión neoliberal
La OFRANEH hace un llamado a la gerencia del Banco Mundial para que recapacite sobre la división que esta sembrando y el papel colonialista de su implementación del proyecto PATH, además del desprestigio que esta causando en la credibilidad de su propio Panel de Inspección y el Banco Mundial en general.
Mirian Miranda
Dado en la Ceiba, octubre 19 de 2007
OFRANEH
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