México: Sin maíz no hay país. Sin frijol tampoco
En el marco del Día Mundial de la Alimentación y la Soberanía Alimentaria, las organizaciones que participan en la campaña nacional en Defensa de la Soberanía Alimentaria y la Reactivación del Campo Mexicano Sin maíz no hay país, sin frijol tampoco, ¡Pon a México en tu boca! advirtieron que la apertura de la frontera mexicana a la importación de maíz, frijol y otros alimentos a precios dumping será el tiro de gracia para los campesinos mexicanos, el campo nacional y nuestra soberanía alimentaria
¡Pon a México en tu boca!
Campaña nacional en defensa de la soberanía alimentaria y la reactivación del campo mexicano
Boletín 0796 / 16 de octubre de 2007
Independencia alimentaria sí,
TLC alimentario ¡no!
En el marco del Día Mundial de la Alimentación y la Soberanía Alimentaria, las organizaciones que participan en la campaña nacional en Defensa de la Soberanía Alimentaria y la Reactivación del Campo Mexicano Sin maíz no hay país, sin frijol tampoco, ¡Pon a México en tu boca! advirtieron que la apertura de la frontera mexicana a la importación de maíz, frijol y otros alimentos a precios dumping será el tiro de gracia para los campesinos mexicanos, el campo nacional y nuestra soberanía alimentaria.
"La seguridad y la soberanía alimentarias son fundamentales. Si un país no es ni siquiera capaz y autosuficiente para producir su propia comida, entonces es un país débil, dependiente y vulnerable. No es posible que estemos expulsando a nuestros campesinos porque se mueren de hambre y que estemos gastando miles de millones de dólares en comprar la comida procedente de Estados Unidos, que muy probablemente ellos mismos están produciendo, en condiciones muy difíciles. Es totalmente perverso y se agravará aún más a partir de 2008, cuando se abran completamente las importaciones de maíz, frijol y otros productos alimenticios", afirmó Víctor Suárez, de ANEC.
Los representantes de las organizaciones colocaron 70 mazorcas transgénicas en el Ángel de la Independencia para advertir que lo que nuestro país necesita para tener independencia alimentaria es un campo sano, productivo, donde quienes producen nuestros alimentos vivan dignamente. Al lado de las mazorcas, colocaron una manta con el mensaje: ¿Dependencia alimentaria? ¡Ni ma... íz!".
Los cuatro productos alimentarios que están en la cuerda floja con la apertura total de la frontera en el marco del Tratado de Libre Comercio (TLC) son: maíz, frijol, leche en polvo y azúcar. En todos estos productos México tiene la capacidad de ser autosuficiente, sin embargo, la importación de estos productos provenientes de Estados Unidos a precios dumping debido a que los agricultores de aquel país sí reciben apoyos de su gobierno va a hacer imposible para nuestros campesinos poner sus productos en el mercado.
"En el día mundial de la alimentación y la soberanía alimentaria queremos advertir que es necesario sacar del TLC al maíz y al frijol. Los legisladores mexicanos tienen la posibilidad de tomar esta medida mediante la Ley de Planeación para la Soberanía y Seguridad Agroalimentaria y Nutricional; la aprobación de un artículo transitorio en la Ley de Ingresos que establezca un mecanismo permanente de administración de las importaciones y exportaciones de maíz blanco y fríjol así como sus derivados y subproductos, a efecto de proteger la producción interna y el empleo rural, reducir la emigración, asegurar el abasto nacional y garantizar la seguridad alimentaria y nutricional de la población y la aprobación del Derecho Constitucional a la Alimentación. EL TLC alimentario no es inevitable y en lo que respecta a nuestro país sólo generará hambre, carestía, especulación de precios y una enorme inseguridad alimentaria", agregó Suárez.
Las organizaciones que participan en la campaña Sin maíz no hay país denunciaron que la política oficial en materia de agricultura y alimentación, que ha puesto al campo mexicano en un estado crítico de salud también, en años recientes, se ha incrementado el número de mexicanos que no tienen seguridad alimentaria De acuerdo con el Fondo de Naciones Unidas para la Alimentación (FAO por sus siglas en inglés), en México el número de subnutridos aumentó de 4.6 millones en 1992 a 5.1 millones para el 2003, pese al compromiso hecho por el gobierno mexicano en la Cumbre Mundial de la Alimentación para reducir el número de personas que no tienen acceso a alimentos (1). Esta situación de nuestro país contrasta con lo que está ocurriendo en otros países de América Latina, entre ellos Cuba, donde de acuerdo con la misma fuente los subnutridos pasaron de 700 mil a 200 mil en el mismo periodo; Haití, donde pasaron de 4.6 millones a 3.8 millones; Brasil, donde pasaron de 18.5 millones a 14.4 millones y Perú, donde pasaron de 9.3 millones a 3.3, entre otros casos.
"Queremos un México independiente, con campesinos, un campo saludable, una agricultura que proteja el medio ambiente; que sea segura y saludable para los campesinos y los consumidores. Necesitamos un cambio profundo en las políticas públicas, que incentiven los esfuerzos campesinos: la restauración de suelos erosionados, el cuidado del agua y la preservación de las semillas nativas, un reservorio genético invaluable. Necesitamos promover la investigación pública que se está haciendo para mejorar la producción de maíces nativos: esta tarea no puede quedar en manos de empresas privadas que sólo buscan su beneficio particular a través de las patentes," afirmó Catherine Marielle, de GEA.
"En todo el país hay cientos de ejemplos de agricultura sustentable, incluyente, diversa que ya están mejorando la alimentación de las familias campesinas e indígenas que han decidido no usar agroquímicos y que afortunadamente empiezan a llegar a las mesas de los consumidores urbanos. No sacrifiquemos esos esfuerzos antes de que hayan logrado consolidarse y extenderse. No es una cuestión de lujo sino de supervivencia de las generaciones presentes y futuras. La salud humana va a la par con la salud del planeta y la agricultura ecológica ha demostrado sus bondades para ambas," abundó Marielle.
Otro de los grandes riesgos que el campo mexicano enfrenta con la apertura comercial es que se incremente la entrada de transgénicos al país, en particular de maíz. Actualmente, se estima que por lo menos 40 por ciento de los maíces procedentes de Estados Unidos que ingresan a México corresponden a variedades transgénicas; además de eso, arroces transgénicos no aprobados para consumo humano en México también están entrando y llegando a nuestras mesas prácticamente sin restricción.
"Los organismos transgénicos son inseguros, son costosos, son rechazados por los consumidores y representan un riesgo real para el campo y para los productores. En este día queremos recordar que estos productos no son soluciones a las problemáticas del campo mexicano. Es decir, no aumentarán la productividad, no mejorarán la economía campesina, tampoco darán seguridad a los consumidores, lo que sí harán es abrir un panorama de contaminación, incertidumbre y de persecuciones legales en contra de los productores. Este día debe ser el Día de la Alimentación libre de transgénicos", afirmó Aleira Lara, coordinadora de la campaña de transgénicos y agricultura sustentable de Greenpeace México.
La demostración concluyó con la invitación a los ciudadanos al concierto del próximo 27 de octubre en el Zócalo, a la Feria Nacional Campesina del 8 al 10 de noviembre y a firmar por el campo, en las páginas de Sin Maíz no hay País y Greenpeace y con las peticiones que las 300 organizaciones que participan en la campaña Sin maíz no hay país están haciendo de cara al 2008:
1. Sacar al maíz y al frijol del TLCAN. Instalar un mecanismo de administración de importaciones y exportaciones.
2. Prohibir la siembra de maíz transgénico en México y proteger los maíces mexicanos.
3. Aprobar el derecho a la alimentación y la Ley para la Soberanía y Seguridad Agroalimentaria.
4. Evitar monopolios, acaparamiento, especulación y publicidad engañosa de comida "chatarra".
5. Promover que el maíz y sus expresiones culturales se inscriban en la Lista de Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad de la UNESCO.
6. Reconocer los derechos de los pueblos originarios y proteger los territorios campesinos y sus recursos naturales estratégicos. Apoyar que más productores de café accedan a mercados internacionales de mayores precios. Impulsar la conservación de los bosques y selvas mediante el manejo sustentable de los recursos naturales a través de la organización y gestión comunitaria. Garantizar el principio de equidad de género en las políticas rurales, el reconocimiento de los derechos humanos, ciudadanos y laborales de jornaleros agrícolas y trabajadores emigrantes.
Notas
1. FAO, El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo 2006. La erradicación del hambre en el mundo: evaluación de la situación diez años después de la Cumbre Mundial sobre Alimentación, Roma, FAO, 2006.
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