Honduras: brutal desalojo de movimiento campesino
"Nuestra agrupación campesina lleva 2 años 6 meses en posesión de la tierra, sólo interrumpida por los desalojos violentos, buscando se aplique la ley de Reforma Agraria principalmente en terrenos ociosos e incultos, sin obtener ninguna respuesta mas que la violación sistemática a nuestros derechos y que a continuación detallamos"
Movimiento Campesino del Río Buey
SEMANA DE ACCIÓN POR LA JUSTICIA ECONÓMICA Y POR EL DERECHO A LA ALIMENTACIÓN
14 AL 21 DE OCTUBRE
DENUNCIA PÚBLICA POR EL DERECHO A LA TIERRA
Nosotros, miembros de la Empresa Campesina 20 de Agosto ubicados en terrenos de la comunidad de Rió Buey, Betulia, Municipio de Santa Fe departamento de Colón, terrenos que fueron adjudicados al norteamericano Arnold Morris, ahora preso por lavado de activos y narcotráfico en los Estados Unidos, pero que actualmente quieren adueñarse de los mismos un grupo de personas económicamente poderosas de Roatán, Trujillo y Tocoa, mientras nuestra agrupación campesina lleva 2 años 6 meses en posesión de la tierra, sólo interrumpida por los desalojos violentos, buscando se aplique la ley de Reforma Agraria principalmente en terrenos ociosos e incultos, sin obtener ninguna respuesta mas que la violación sistemática a nuestros derechos y que a continuación detallamos:
El 6 de Septiembre de 2007 a las 11 de la mañana se presentaron unos 60 hombres uniformados con armas de grueso calibre pertenecientes a la Base Naval de Puerto Castilla y de La Policía Nacional preventiva de la cuidad de Trujillo hasta nuestro asentamiento campesino con una orden de desalojo firmada por el juzgado de letras de Trujillo departamento de Colón. Ese día la mayor parte de los hombre se encontraban en sus milpas y arrozales, al tratar de llegar a sus viviendas los policías impedía el paso y en la medida que fueron llegando los fueron sometiendo haciendo que permanecieran tirados en el piso boca hacia abajo durante cuatro horas. Mientras esto sucedía las mujeres y los niños les pedían que les permitieran sacar los bienes de nuestras viviendas. A su llegada a la comunidad manifestaron que quemarían las casas. Amenaza que cumplieron incinerando todas las viviendas con todas las pertenencias adentro.
Quemaron ropa, utensilios de cocina, semilla para la siembra, insumos agrícolas, 30 cargas de maíz, 60 sacos de urea y medicamentos valorados en mas de 10 mil Lempiras que la comunidad conservaba, quemaron además todos los útiles escolares de 62 niños en edad escolar.
Una vez quemadas las viviendas fuimos empujados a quedarnos en la vía publica, una carretera de tierra que conduce de Santa Fe a la comunidad de Betulia, diciéndoles insultos como ¡aquí se quedan, perros! y las amenazas que si se volvían a meter a la tierra terminarían con nuestra vida. El Juez ejecutor de la demanda Elí Manuel López, con Jurisdicción del Municipio de Trujillo, manifestó que si se tomaban nuevamente la tierra personalmente vendría a matarlos.
A lo largo de un mes permanecimos en la vía pública, en improvisadas chozas, durmiendo en el piso, sin alimentos y a la intemperie en espera de la cosecha de nuestros cultivos. Pero el día 4 de octubre policías armados del municipio de Tocoa, al mando del Sargento Mejí, se presentaron a nuestro asentamiento campesino ubicado en la vía pública con una nueva orden de desalojo emitida por la Juez Olga Castro, del Juzgado de Tocoa.
En este ocasión llevaron una volqueta y un camión y nos obligaron a mas de 60 familias a montarnos en las mismas, viniéndonos a tirar a unas viejas viviendas del Instituto Nacional Agrario, ubicadas en Sinaloa municipio de Tocoa.
Muchos campesinos que no se enteraron del desalojo al regresar por la tarde fueron seguidos por hombres armados que querían terminar con sus vidas; la orden de persecución hasta matar a los campesinos incluyendo a cualquiera que ingrese a la tierra provino del Señor Oswaldo Martínez un ex sargento del ejército, quien se presentó como representante de los nuevos impropietarios de la tierra, una compañía denominada Trujillo Resort Company.
Algunos niños en esta ocasión sufrieron un fuerte impacto psicológico de miedo al ver nuevamente a la policía mostrando expresiones de pavor, ya que en esta ocasión nuevamente volvieron a quemar nuestras chozas improvisadas.
A pesar de las amenazas a muerte, de los 6 desalojos violentos practicados seguiremos en posesión de la tierra y recogeremos nuestras cosechas aún en contra de las disposiciones de los supuestos dueños, que no tienen bases legales para argumentar su tenencia.
POR LA TIERRA, POR LA TIERRA SEGUIREMOS EN PIE DE LUCHA MOVIMIENTO CAMPESINO DE RIO BUEY --
ÚNETE A LA ACCIÓN - 14 AL 21 DE OCTUBRE DE 2007