Argentina: un fallo contra Monsanto por la soja transgénica
Luego de tres años de peleas, la Argentina ganó el primer round judicial contra la multinacional agrícola Monsanto, quien reclama millonarias regalías por la soja transgénica RR, el cultivo más sembrado del país. Un juez de Madrid falló en contra de la compañía estadounidense y le cargó las costas del juicio, el primero en resolverse de una larga lista de demandas que la firma inició contra importadores europeos de soja pampeana
El lunes, el Tribunal de Comercio de Madrid dictó sentencia contraria a Monsanto en el litigio que inició contra la española Sesostris, vinculada al grupo Dreyfus. El fallo eximió a la importadora de pagar regalías, pero Monsanto adelantó que apelará. "Si bien estamos desilusionados con el fallo, no nos sorprende, puesto que el juez se negó a aceptar ciertas pruebas fundamentales", explicaron sus voceros.
Monsanto es la empresa que desarrolló el primer cultivo genéticamente modificado del mundo: la soja RR, resistente al herbicida glifosato. Lo lanzó en 1995 y un año después los chacareros pampeanos lo acogían con frenesí, ya que abarataba sus costos. Hoy, esa variedad ocupa casi 17 millones de hectáreas sembradas con soja en el país, la mitad de la superficie agrícola total.
En 2004, la semillera planteó su pretensión de cobrar royalties por ese transgénico: quería 2 dólares por tonelada de soja. Pero como nunca lo patentó en el país, se encontró con una feroz resistencia del ex secretario de Agricultura, Miguel Campos. Por eso, luego de varios encontronazos, inició juicios en diversos países europeos directamente contra los importadores de soja argentina: allí reclama 15 dólares por toneladas. En esos litigios, el Estado argentino se presentó como "tercera parte interesada".
El de Madrid fue el primer fallo. Sería inminente una nueva sentencia en el Reino Unido, donde la demandada es Cargill. Además están en trámite otros dos juicios en España, uno en Holanda y uno en Dinamarca. Fuentes que siguen de cerca esos casos esperan que se imponga la posición de la Argentina, que fue apoyada incluso por la Dirección General de Mercado de la Unión Europea. Pero Monsanto no quiere dar el brazo a torcer. "Continuamos creyendo en los méritos de la causa", señaló.
En este contexto, Monsanto anunció ayer una inversión de US$ 28 millones para el desarrollo de una nueva soja transgénica, aunque las investigaciones se desarrollarán en Brasil. Alfonso Alba, titular de la compañía en ese país, explicó que esa decisión se basó en que Brasil "demostró que respeta la propiedad intelectual". El ejecutivo incluso aclaró que la nueva semilla no podrá venderse por ahora en la Argentina, donde no estaría garantizado el cobro de royalties.