Argentina: impenetrable y vulnerado Chaco
La Defensoría del Pueblo de la Nación Argentina presentó una demanda ante la Corte Suprema de Justicia, para exigir el cese del extermino silencioso de las comunidades aborígenes que habitan el Chaco
En la provincia argentina de Chaco, las comunidades aborígenes Tobas y Wichis que habitan la zona sudeste del Departamento General Güemes y noroeste del Departamento Libertador General San Martín se encuentran en una progresiva situación de exterminio.
Estas poblaciones sufren condiciones inhumanas como consecuencia del vacío estatal en la gestión de políticas públicas nacionales y provinciales. En este sentido existe un reclamo constante de los organismos de derechos humanos por sentar una conciencia social sobre las necesidades básicas e indispensables de los seres humanos, sin distinciones culturales.
Recientemente el Defensor del Pueblo de la Nación, Eduardo Mondino, presentó ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación una demanda contra la Provincia del Chaco y el Estado Nacional que denuncia la situación de exterminio silencioso, progresivo y sistemático que padecen los pueblos originarios y la inmediata asistencia humanitaria y social.
El fundamento base de esta exigencia tiene su apoyatura en la constatación y relevamiento realizado por el personal de dicha institución en los citados departamentos de la provincia chaqueña. Fueron recorridas más de treinta localidades, parajes y lugares de asentamiento y se entrevistaron a diversas familias nativas, lo que demostró una creciente vulneración de los derechos.
Entre los sitios visitados se registran familias oriundas del Paraje Colonia 10 de mayo, Paraje El Colchón, Paraje Fortín Lavalle, Paraje Nueva Población, Paraje Campo Toril, Paraje Ex - campo Redel, Paraje El Espinillo, Paraje Paso Sosa, Paraje Pozo la China, Paraje Pozo de Bayo, Paraje La Sirena, pertenecientes al departamento de Villa Río Bermejito.
Del mismo modo se tuvo conocimiento de las problemáticas en el Paraje Lote 7; Paraje Lote 105; Paraje Futuro Barrio Palo Santo, correspondientes al municipio de Miraflores, como también el Paraje Campo Nuevo, Paraje Campo Alemani y Barrio Taigoye, este último de Pampa del Indio.
La mayoría de estas poblaciones afrontan condiciones infrahumanas, con viviendas de barro y ramas donde anidan vinchucas debido a que en los últimos treinta años, según el documento de la demanda, no se fumigó en contra del insecto transmisor del mal de chagas, salvo excepciones.
El testimonio de los pueblos manifiesta la carencia de una alimentación adecuada, tanto así que trascurren entre dos y tres días sin consumir alimentos, además no tienen agua potable porque la que disponen para beber proviene de charcos y represas, y es la misma que ingieren los animales del lugar. Otra de las observaciones determina que en ninguno de los lugares los pobladores preparan la comida por sus propios medios.
Una de las zonas en situación de riesgo es la que comprende el puesto sanitario El Espinillo, en la cual por lo menos el 50 por ciento de la población es chagásica y el 25 por ciento de la población tiene alguna discapacidad. Los niños y niñas nacen por lo general con bajo peso y existen numerosos pacientes con tuberculosis activa.
Asimismo, en el puesto sanitario de Villa Río Bermejito, según informaciones obtenidas por APM, la mayor cantidad de enfermos se registra en los ancianos mayores de 60 años, quienes presentan cuadros de desnutrición, grados de desnutrición, tuberculosis, neumonía y bronquitis.
Según datos arrojados por el director a cargo del Hospital Gral. Güemes, que atiende las necesidades de las zonas aledañas de Juan José Castelli, sobre un universo de entre 75 mil y 80 mil consultas anuales, se denota que el 37 por cinto de las personas que se presentan a donar sangre son chagásicos. A su vez las consultas más frecuentes se revelan en diagnósticos tales como broncopatías, tuberculosis, chagas, donovaniosis, y el hacinamiento que se manifiesta por tumores; sífilis, parasitosis intestinales, piodermitis y pediculosis.
Estas comunidades se encuentran con serias dificultades al momento de acceder a la atención médica por la lejanía de los puestos sanitarios y hospitales, muchos de los cuales solo cuentan con materiales elementales tales como analgésicos y antifebriles.
Todo esto es una muestra viva de la violación constante a los derechos humanos, reconocidos en la Carta Magna y en los tratados internacionales. Si el Estado no interviene no existe ninguna posibilidad de que estas comunidades superen por sí mismas los problemas que vulneran las necesidades vitales, según lo expresó Mondino.
Es así como la Defensoría mantiene el reclamo, por el cual deben tomarse las medidas necesarias para garantizar el cumplimiento de los derechos a la vida, la salud, la educación, trabajo, vivienda y recursos naturales, de manera que se respete la inclusión social como derecho establecido en los Tratados y Convenios de los Pueblos Indígenas.
En coincidencia con el móvil que contiene la demanda debe revisarse una desnaturalización de estas situaciones, y activar las estructuras estatales de forma permanente, asegurando una estabilización de las zonas afectadas hasta tanto se haga efectivo el objeto de esta demanda.
“No será sino mediante la acción conjunta de la Nación y la Provincia de Chaco, y a través del establecimiento de estructuras administrativas y de gestión permanente, con funciones destinadas a atender la vulnerabilidad de las poblaciones afectadas, que podrá cumplirse con la inclusión social requerida”, afirmó Mondino.
Por último el documento hace explicita una serie de medidas cautelares como prevención ante el riesgo de pérdida de vida, requiriendo el envío inmediato a las zonas de personal idóneo, medicamentos, alimentos y agua potable en las cantidades necesarias, equipos para la fumigación de plagas, ropas, frazadas y colchones.
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