Vía libre al conocimiento
Beatriz Busaniche trabaja para la Fundación Vía Libre, una organización sin fines de lucro radicada en Argentina, pero con bastante trabajo en América Latina y en procesos internacionales. Trabajan políticamente en la defensa de los derechos de las personas en torno a las nuevas tecnologías. Sobre el software libre, los movimientos sociales y el uso de la tecnología en libertad nos cuenta en esta nota
¿Por qué trabajamos en esto? Porque hoy la incorporación de nuevas tecnologías implica un montón de avances y un montón de cosas que no vemos. La invasión de la privacidad. Hay un montón de cosas que están pasando y que pasan desapercibidas porque adoptamos las tecnologías en forma acrítica y como elementos de consumo, sin entender que, por ejemplo, la informática es un aspecto crucial de la cultura de nuestro tiempo, y como tal tiene impacto en los derechos de la gente.
Trabajamos en la cuestión de derechos ciudadanos en el marco de nuevas tecnologías con los principios del movimiento internacional de software libre como una de las varias banderas. El software libre son aquellos programas de computadora, programas informáticos, que se pueden usar con cualquier propósito, se pueden estudiar cómo funcionan y adaptarlos a nuestras necesidades. Son aquellos programas que puedo copiar de manera legal sin ningún límite, y son programas que se pueden ir mejorando en comunidad, mejorar el programa y publicar las mejoras para que el resto de la comunidad se beneficie. Eso es básicamente el software libre.
Nosotros en Vía Libre tomamos esto como bandera, pero trabajamos en un montón de otros campos desde el software libre, como el acceso al conocimiento, sobre patentes y derechos de autor, la convergencia con otros movimientos que están preocupados por estas cuestiones, trabajamos el tema del voto electrónico, trabajamos el tema de estándares abiertos. Trabajamos en un montón de aspectos que tienen que ver con la incorporación de las nuevas tecnologías en la vida de la sociedad.
R e-volución
Según de qué movimiento social hablemos y en qué estado esté de acceso al software libre, la primera cuestión para insertarse es entender la filosofía. Entender que las herramientas informáticas y la tecnología no son neutrales, que quien domina la técnica de su tiempo, quien domina las tecnologías de su tiempo tiene la capacidad de dominar a sus contemporáneos, y que las nuevas tecnologías son hoy una revolución que sería comparable, sino superior, a la que implicó el invento de la imprenta y la publicación de libros.
Hoy estamos enfrente de un mundo tan interconectado. Dependemos tremendamente de las computadoras. En cada organización y movimiento social seguramente trabajan con alguna computadora, y sino tienen una computadora aún, están en busca de alguien que se las done, o en busca de conseguir una computadora para trabajar, para archivar su información, para comunicarse con el resto del mundo, para articularnos en redes. No es inocente, no es neutral el software que corre en nuestras computadoras ni quién administra esas computadoras. Es muy importante ver políticamente la cuestión de la independencia, de la soberanía, de la legalidad.
Muchas organizaciones sociales están «ilegales» y eso las hace blancos de causas policiales y demás. Pueden llegar a tener problemas de ese tipo. Los movimientos sociales así como la sociedad toda, deben entender, necesitan entender, que estas herramientas que hoy usan, que hoy son indispensables, no son neutrales. Y que hay que apropiarse de ellas, pero de una manera que sea coherente con la ideología que uno defiende, la libertad y los derechos.
Desde Vía Libre somos contraparte de la Fundación Heinrich Böll desde hace un par de años. Ellos nos vienen apoyando en algunas actividades, y a partir de este trabajo, hemos iniciado una relación de bastante afinidad y de trabajo conjunto con las organizaciones de Cono Sur Sustentable, de Argentina Sustentable, de Uruguay Sustentable, y hemos empezado a tratar de poner en la agenda esta cuestión del software libre. Pero no software libre como herramienta en sí, sino el software libre en un campo más amplio de acción, que tiene que ver con las cuestiones de patentes, que tiene que ver con las cuestiones de derecho de autor, de acceso a la cultura. Y tiene directa relación con la idea de sustentabilidad.
Hemos iniciado diálogo con estas organizaciones desde hace ya varios años, para tratar de involucrar estas discusiones en un concepto global de sustentabilidad, en relación con la ecología, con la lucha de género, con el hecho de construir sociedades donde los derechos de la gente sean la prioridad y no los monopolios de corporaciones. Venimos trabajando bastante en la cuestión de convergencia de movimientos y hemos visto que por ejemplo, todo el tema de patentes sobre semillas, todo el tema de patentes sobre medicamentos por ejemplo, administradas por grandes corporaciones, laboratorios, las grandes semilleras, tienen una relación conceptual y política muy directa con lo que son los grandes monopolios de concentración del software. Esto nos sirve para ver que hay un contexto macro de lucha común, y la verdad que estamos aprendiendo mucho. Al menos nosotros estamos aprendiendo mucho de los proyectos de Cono Sur Sustentable y esperamos poder compartir con ellos, y creo que lo estamos haciendo cada vez más, la filosofía del software libre, y que se piense que esto es una cuestión política y no técnica.
Close the Windows
Es importante y urgente que las producciones de las organizaciones sociales se migren a software libre. No tienen por qué estar presas de corporaciones, ni tienen por qué estar presas de un sistema injusto de regulaciones de copyright. Es importante que las organizaciones sepan que existe esto, que existe software que pueden usar de manera libre, que existe un software que tiene una filosofía de defensa de las comunidades, de defensa de los derechos ciudadanos por encima de los intereses de una corporación, y que es importante además, que las mismas organizaciones produzcan cultura libre, produzcan materiales libres. Nosotros en el movimiento de software libre hemos hecho una revolución a partir de la construcción.
Nosotros no estamos contra nadie, no pretendemos tirar abajo a nadie. Simplemente nos dimos cuenta que esta construcción de las grandes corporaciones no nos gustaba y decidimos construir un mundo, nuestros programas, nuestra cultura, bajo los términos de la libertad, y lo que estamos haciendo ahora es invitar a gente a que se sume. Queremos que las organizaciones sociales, que enseguida se dan cuenta de la cuestión política que hay detrás de esto, se sumen. Que no tengan miedo de cambiar el paquete de oficina o cambiar su sistema operativo. Eso es lo mínimo. Lo que hay que entender es la cuestión política. Entendida la cuestión política, cambiar de software, cambiar de programa, es simplemente un trámite. Se hace. Lo importante es comprender la cultura y la política que hay detrás del software libre, y de la cultura y el conocimiento libre en general.
Fuente: Tierra Amiga, Internet, 24-08-07