Paraguay: balance energético de los agrocombustibles es negativo
Organizaciones sociales, campesinas, barriales, e instituciones paraguayas, en el marco de la visita del co-presidente de la Comisión Interamericana del Etanol, Roberto Rodrigues, al país para disertar sobre el futuro de los agrocombustibles, rechazan, en Declaración oficial, lo que llaman: la trampa de los agrocombustibles
La idea de que los agrocombustibles van a traer "beneficios económicos y ambientales", sólo es parte de una campaña falaz que está siendo promovida por el gobierno y los agronegocios.
Para las organizaciones, la adhesión de Paraguay a este modelo de agricultura implicará en un atentado en contra la soberanía alimentaria, cultural y territorial del país. "Se invisibiliza la catástrofe social y ecológica que se esta por generar al expandir y agravar el modelo agroexportador a base de monocultivos industriales transgénicos de alto uso de agrotóxicos", dijo la Declaración oficial de Chake Ñuha - conjunto de organizaciones sociales y campesinas .
Las autoridades de Paraguay utilizan la excusa de que los agrocombustibles son una energía ecológicamente más limpia, pero el real objetivo del incentivo a esta forma de producción energética es fomentar los agrocombustibles para los países del norte: "Básicamente es una estrategia de diversificación de la dependencia energética de la Unión Europea (del gas de Rusia y Argelia, petróleo del medio oriente) y de los EE.UU. (petróleo del medio oriente y Venezuela) con un control imperial recuperado y perfeccionado".
Los campesinos critican la adopción de los agrocombustibles, pues su producción compite con las tierras que se destinan a la producción de alimentos. Las producciones de alimentos básicos no procesados (como el maíz, trigo, tubérculos, porotos, frutas, etc.) aumentarán mucho de precio y quedarán fuera del alcance de los sectores más pobres de la sociedad.
Los indígenas y campesinos tendrán sus tierras tomadas para la expansión de los monocultivos energéticos. Éxodo rural, miseria en la ciudad, migración son sólo algunas de las consecuencias de los desalojos que sufrirán, puesto que el avance de la soja transgénica ya provoca una expulsión masiva.
Según las organizaciones, la expansión del monocultivo es la causa directa de la grave situación que vive actualmente la mayoría del pueblo paraguayo, con una economía volcada a la exportación de soja forrajera, con un costo en salud de miles de personas contaminadas, la casi desaparición del Bosque Atlántico con la consecuente pérdida de biodiversidad, la disminución del empleo rural y la pérdida de la cultura indígena y campesina, un constante éxodo del campo a la ciudad donde los emigrantes rurales se enfrentan a la miseria y el desempleo.