Argentina: 10 aborígenes muertos en Chaco por desnutrición. El desastre que nadie quiso oír

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País Argentina

Diez aborígenes chaqueños murieron en El Impenetrable por desnutrición, potenciada por el frío. Pese a que un informe oficial anunciaba el peligro inminente desde mayo, el gobierno no tomó ninguna medida preventiva. Las otras enfermedades que acosan a los pobladores en lo que se ha calificado como “un profundo desastre humanitario”

Comenzar esta nota diciendo que se trata de la crónica de una muerte anunciada sería un lugar común.
Pero no realismo mágico.
A esta altura también ya son un lugar común las muertes que fueron anticipadas por crónicas que nadie leyó. O, peor aún, que habiendo sido leídas resultaron ignoradas.
lavaca pudo confirmar que el pasado 2 de agosto falleció -víctima de la desnutrición y la tuberculosis- María García, una habitante de la localidad de Río Bermejo, en el Chaco. Con ella, fueron diez los miembros de comunidades originarias que perdieron la vida en un lapso de 30 días en la zona de El Impenetrable. La crónica de final infeliz había sido prevista por un informe que el 29 de mayo pasado presentó un equipo multidisciplinario contratado por el propio Ministerio de Salud provincial. A pesar de que el estudio advertía que en un radio de diez kilómetros cuadrados vivían 92 personas subalimentadas y que sugería medidas concretas para evitar inminentes y trágicos desenlaces, ninguna autoridad oficial le prestó atención.
El Centro de Estudios e Investigación Social Nelson Mandela, del Chaco, decidió dar a conocer aquel relevamiento impulsado por el gobierno después de la sucesión de muertes provocadas por la potenciación del hambre con el frío. El trabajo de campo, realizado en la zona de Río Bermejo, detectó problemas alimenticios en un segmento etario tan amplio que abarca desde los dos meses hasta los 71 años. De las 92 personas con déficit alimentario detectadas, seis se encontraban en estado grave, el resto se repartía entre desnutridos de primer grado, de segundo grado, moderados y mal nutridos.

¿Qué es lo marginal?

De acuerdo con la denuncia realizada por la organización defensora de los derechos humanos, la información nutricional se recopiló con anotaciones marginales, por fuera de las planillas oficiales de registros. De esos apuntes surgía también una nómina de enfermedades asociadas al delicado cuadro alimentario. Entre ellas aparecieron: anemia grave, infecciones urinarias crónicas, neumonía y bronconeumonía, tuberculosis, artritis, malformación de caderas, hipertensión arterial, diabetes y linfoma de hodking.
“Las anotaciones marginales, que fueron y son verdaderas confesiones manuscritas, naturalmente no se trasladan a los registros que luego dan lugar a los anuarios de salud –denunció el Centro Nelson Mandela-. Son las fatídicas cifras negras, sus secuelas y consecuencias, bendecidas bajo el eufemismo del subregistro, que implican –nada más y nada menos- que menoscabar las influencias de las enfermedades y su consecuencia, a veces inevitables, de muertes innecesarias.” La manipulación estadística, parece, no es exclusividad del Indec.

El menú invisible

El organismo de derechos humanos reprodujo, además, la lista completa, con nombre y apellido y estado de salud, de las 92 personas a las que se le había diagnosticado desnutrición. También publicó la nómina de alimentos que el equipo multidisciplinario sugería distribuir para evitar lo que finalmente sucedió. A través de ella se aconsejaba entregar, a lo largo de un mes, dos kilos de carne por persona, dos cajas de leche en polvo fortificada, un kilo de harina, otro de arroz y dos de fideos. Además, lentejas, sal, aceite, azúcar y miel. Los profesionales que realizaron el registro también sugerían realizar educación alimentaria nutricional como herramienta complementaria con el fin de promover la salud.
“Ninguna de las recomendaciones que efectuara el equipo multidisciplinario fue tomada en cuenta por el Ministerio de Salud de la provincia. No se planificó, ni se ejecutó ningún programa de asistencia alimentaria que respondiera a los datos y a las conclusiones que recogieran y efectuaran los profesionales en el terreno. Todo esto, sumado al colapso de las instalaciones sanitarias del sistema público generó el actual escenario de profundo desastre humanitario”, concluye el informe.

lavaca, Argentina, 14-08-07

 

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