Ecuador: protestan por presencia de mineros que afectarán a amplia zona protegida
Productores radicados en sectores de la cordillera de Molleturo (Prov. del Azuay), han elevado sus protestas ante la Dirección Regional de Minería del Azuay rechazando las actividades mineras que pretenden realizarse en el sector
En su protesta ante la citada autoridad, que también la han hecho extensiva a la Presidencia de la República y a los Ministerios de Minas, de Agricultura y de Medio Ambiente, los quejosos expresan que en la zona que actualmente puede ser considerada como un verdadero paraíso ecológico, existe una gran biodiversidad, que se desarrolla al amparo de bosques y montañas vírgenes, ríos cristalinos y amplios y frescos pastizales, que no pueden ni permitirán que sean contaminados con las aguas ácidas envenenadas por cianuros, mercurios y más tóxicos que se utilizan en las labores de minería.
Los potenciales afectados por las labores de explotación minera (que según la denuncia, se dice son inminentes, puesto que ya se está movilizando maquinaria pesada para iniciar los trabajos de prospección y consecuente explotación), entre los cuales constan agricultores ecológicos, ganaderos y piscicultores, se quejan de que los mineros tienen la autorización de la Directora Regional de Minería del Azuay, Ing. Margarita Cárdenas, contrariando claras y expresas disposiciones contenidas en la Ley de Minería.
Los agricultores dicen que una buena parte de sus terrenos están dedicados al cultivo de cacao nacional orgánico; los piscicultores llenan sus estanques y piscinas con las límpidas aguas de los ríos que luego van a desembocar al Pacífico a alimentar a las especies marinas, y los ganaderos dicen que sus ejemplares están genéticamente ambientados a esta zona de pastizales endémicos, rodeados de bosques.
La zona, dicen los afectados por esta ilegal autorización, está declarada como “bosque y vegetación protegida” en un sector de 28.000 hectáreas entre las cotas 200 mtrs. a 2.000 metros por Acuerdos Ministeriales y Decretos Supremos, promulgados y publicados en los correspondientes Registros Oficiales de las fechas de su divulgación. La preocupación de los radicados en la zona en riesgo, los llevó a realizar una asamblea en el sitio de la Cooperativa “La Nueva Unión”, en la que participaron los actores de todas las actividades productivas de la zona, rechazaron la pretensión de realizar actividades mineras en un sector cercano a la población de San Miguel, ubicada en las jurisdicciones de las provincias del Azuay y del Guayas, hasta donde incluso ya están llegando maquinarias pesadas para iniciar la destrucción de este paraíso natural.
Es más, en una extrema demostración de descomedimiento, la Directora de Minería del Azuay no les ha entregado ninguna comunicación a los moradores del sector que están agrupadas en la zona, en Cooperativas con vida jurídica.
Esto es una flagrante violación a la Ley de Minería y un atentado a la vida silvestre, animal y la misma existencia humana, dicen los afectados, quienes reiteran su rechazo a este ataque a la naturaleza y desacato a la ley, citando como un fatal ejemplo lo que ha ocurrido en los sectores aledaños y ribereños de “Ponce Enríquez” donde las aguas envenenadas por cianuro y mercurio, después de afectar a las plantaciones de cultivos de ribereños, van a desembocar en las aguas del golfo, contaminando sus aguas y a su biodiversidad.
La afectación causada por estas aguas contaminadas por las actividades mineras de Bella Rica han provocado que la agrupación mundial ambientalista Defenders of Wildlife (Defensores del Medio Ambiente). Solicitó a los norteamericanos no consumir atún ecuatoriano, tras demostrar que contiene altas dosis (0.75) por millón, de mercurio.
Por este motivo están solicitando a las autoridades gubernamentales, suspender de inmediato los trabajos orientados a la explotación minera por el tremendo impacto ambiental que causa, lo que no están dispuestos a permitir.