Brasil: desmadre transgénico
Aún antes de que la Ley de Bioseguridad fuera promulgada, algunas variedades fueron aprobadas de prisa, como el algodón veneno de Monsanto. El veto de Lula podría haber frenado la carrera de los OGMs, pero el Ministerio de Medioambiente perdió una vez más
La decisión final se tomó el jueves, pero la máquina de aprobaciones de la Comisión Técnica Nacional de Bioseguridad (CTNBio) de Brasil, ya funciona a todo vapor.
El 24 de marzo el presidente Lula sancionó la Ley de Bioseguridad y mantuvo los poderes de la CTNBio. La ley permite la plantación y comercialización de Organismos Genéticamente Modificados (OGMs), bastando para eso la aprobación de la CTNBio de la variedad transgénica. La CTNBio, es un órgano ligado al Ministerio de Ciencia y Tecnología (MCT). El Ministerio de Medioambiente (MM), al cual por el proyecto aprobado en el Congreso el último 2 de marzo, no le cabe ningún parecer sobre la seguridad ambiental, trabajó junto al presidente brasilero para tener su veto, pero perdió una vez más. El veto restituiría el poder de decisión al MM y sería una compensación ofrecida a la Ministra Marina Silva, quien viene acumulando derrotas en embates contra otros sectores del gobierno principalmente el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento (MAGA). Estando tan desgastada políticamente, el hecho de que la ministra haya sobrevivido a la reforma ministerial, llegó a sorprender a varios.
Durante la última semana, la CTNBio ya trabajaba intensamente. El objetivo, según declaró el propio coordinador de la Comisión al periódico Valor Económico era agilizar antiguos pedidos de parecer que podrían obstaculizar los trabajos de la CTNBio. El coordinador prevé un alto flujo de pedidos para los próximos meses. "La CTNBio no quiere dejar procesos en abierto, sin saber cuándo estos podrían ser evaluados después de la sanción de la ley", declaró.
Pedirle peras al olmo
La 'prisa' de la CTNBio fue tan grande que el MM llegó a soñar con un veto presidencial a sus plenos poderes. Apenas en un día de trabajo, el martes, la Comisión evaluó once pedidos de liberación de organismos genéticamente modificados, incluyendo variedades de maíz y arroz de las transnacionales Monsanto, Bayer y Syngenta. En la misma sesión fue aprobada la importación de 370 toneladas de maíz transgénico de Argentina, decisión que tuvo un voto contrario al del representante del MM que clasificó el parecer positivo como 'frívolo'.
Sin embargo, fue el jueves, día 17, que se tomó la decisión de la CTNBio que parece haber incomodado más al gobierno. En una decisión cuya relevancia sólo puede ser comparada con la de liberar la plantación y comercialización de soja transgénica, en 1998 - y que terminó en un proceso judicial que se arrastra hasta hoy - la CTNBio liberó la plantación del llamado "algodón-veneno de Monsanto", el Bollgard. La variedad es una mezcla genética y contiene genes de una bacteria que funciona como un insecticida contra plagas que atacan el algodón. El afán por aprobarlo, ha sido un ejemplo de los criterios poco rígidos de la Comisión y de su voluntad de agradar a los intereses de las empresas.
Contra la aprobación, el MM divulgó una nota en la que afirmó que " la decisión fue tomada sin evaluar el riesgo ambiental en condiciones brasileras y en base a estudios científicos de baja calidad, muchos todavía no publicados, por lo tanto, sin la evaluación de la comunidad científica". La nota afirma también que la decisión "pone en riesgo la protección ambiental del País y la calidad de vida de las generaciones presentes y futuras". Para Rubens Nodari, representante del MM en la CTNBio y único voto contra frente a nueve favorables, la decisión fue política. "Por lo que se ve, la decisión ya estaba tomada antes de la reunión, cuya agenda fue alterada para dar prioridad al proceso de liberación comercial del algodón Bollgard", declaró.
Para él, si los actuales miembros de la CTNBio no están involucrados directamente con la empresa, por lo menos tienen conflictos de interés. "Veamos, cuatro de los miembros actuales son consejeros del CIB (Consejo de Informaciones sobre Biotecnología), entidad mantenida por las empresas multinacionales de biotecnología directamente interesadas en la liberación de los transgénicos. Mitad de los miembros de la comunidad científica trabajan directamente con biotecnología y cuatro en programas de mejoramiento genético", acusa.
El presidente de la CTNBio, Jorge Guimarães, ha respondido a las acusaciones con ataques, dirigidos especialmente al MM. Según Guimarães, la "CTNBio tiene gente de la mejor calidad. No se si otros órganos del gobierno tienen la misma competencia. Órganos que debían encargarse de incendios se metieron en asuntos que necesitan de mucha más competencia científica".
En el Reino Unido, resultados malos para los OGMs
Las liberaciones apresuradas en Brasil están ocurriendo al mismo tiempo que importantes estudios atestiguando la nocividad para el medioambiente causada por los transgénicos son publicados en el exterior. El último martes fue divulgado uno de los mayores y más amplios trabajos sobre el tema. Fue analizada la interacción con el medioambiente de dos variedades de cultivos, una de maíz y otra de remolacha en plantaciones transgénicas británicas y, de estos experimentos, tres se mostraron perjudiciales a la biodiversidad. El único que se salvó el pellejo de los OGMs fue considerado con fallas. El estudio comparativo entre plantaciones convencionales y transgénicas deberá ser publicado en el periódico de la Royal Society británica. De acuerdo con los investigadores, el impacto no se debe propiamente a las plantas transgénicas sino a los feroces herbicidas que deben ser aplicados en ellas, responsables por la eliminación de las plantas competidoras que están alrededor de las modificadas. Es el mismo procedimiento de control de plagas adoptado para la soja transgénica en Brasil.
Planeta Porto Alegre, Brasil, 31-03-05