Mezcla de agrotóxicos y efectos en la salud
"Un estudio científico publicado recientemente en la revista científica PLoS One, realizado por la Universidad de Aston, Inglaterra, demuestra los efectos nocivos de las mezclas de algunos agrotóxicos de uso común."
Muchos agrotóxicos son utilizados cada vez más en combinaciones durante la “protección de cultivos” y su permanencia asegura la presencia de tales combinaciones en los productos alimenticios.
Un estudio científico publicado recientemente en la revista científica PLoS One, realizado por la Universidad de Aston, Inglaterra, demuestra los efectos nocivos de las mezclas de algunos agrotóxicos de uso común.
Los estudios se realizaron con las mezclas de tres fungicidas comunes (Pirimetanil, Ciprodinil y Fludioxonil). Estas sustancias fueron investigadas juntas y por separado en las células gliales (conocidas también genéricamente como glía o neuroglía) son células nodriza del sistema nervioso, su principal función es la de soporte y protección de las neuronas. También fueron estudiadas las neuronas representativas del sistema nervioso central humano.
Como resultado se obtuvo que, en combinación, estos fungicidas en las células nodrizas ejercen un enorme estrés oxidativo, haciendo que se estimulen significativamente las enzimas para neutralizar los radicales de oxígeno. Bajo el efecto de la mezcla, estas células se someten a la apoptosis, o sea al suicidio celular, efecto similar al que ejerce el ciprodinil cuando es usado solo.
El estrés oxidativo juega un importante papel en la enfermedad de Alzheimer, y es también una de las características en la enfermedad del Parkinson por atrofia cortical, (disminución del tamaño de la corteza cerebral), dos de los efectos observados con estas mezclas de fungicidas.
Los investigadores aseguran que los resultados son preocupantes. "Este trabajo demuestra que algunos agrotóxicos, solos o en combinación, pueden inducir el estrés y los cambios del destino de las células humanas. También pueden interferir con procesos celulares básicos como la producción de energía.
Estos efectos fueron demostrados en concentraciones similares a las que se encuentran en nuestros alimentos. El estudio sugiere que se deberían hacer mayores esfuerzos para restringir el uso de agrotóxicos en los cultivos destinados a la alimentación tal como lo afirma el profesor Michael Coleman, quien dirigió el estudio.
Y nosotros ¿Cómo andamos?
Uruguay también hace uso masivo de estos fungicidas en alimentos que luego son consumidos diariamente por su población.
Los fungicidas Ciprodinil: 37,5 + Fludioxonil: son utilizados como fungicidas en los cultivos de arándanos, berenjena, chaucha, frutilla, pimiento, tomate y vid. Su formulación es granulada y es vendido bajo el nombre comercial de Switch 62,5 WG, registrado por la multinacional Syngenta. Es reconocido como una sustancia tóxica para peces.
A su vez, el Fludioxinil es utilizado solo como curasemillas bajo los nombres Celest XL 035 FS y Celest 025 FS.
El Pirimetanil, otro de los fungicidas que formó parte del estudio, es usado en citrus, manzano, frutilla, tomate, peral, cebolla, lechuga y vid.
Esta sustancia es tóxica para peces y se vende bajo los nombre de Mythos 300, Pyrus 300 SC, Venthos S.C.y Pyrus 400 SC. Su formulación es líquida y las firmas registrantes son Bayer, Lanafil e Ineplus.
Exceptuando los arándanos y las frutillas, el resto de los cultivos son parte de la dieta alimentaria de los uruguayos/as. ¿Formaran parte de nuestra dieta, los residuos de estas sustancias, que provocan impactos en nuestra salud?
Fuentes consultadas:
Fuente: RAPAL Uruguay