El desastre agrario en EE.UU. y sus efectos en Colombia
"El Premio Nobel de Economía Paul Krugman pone de nuevo el dedo en la llaga al analizar “The climate dice are loaded and this role has turned up a drought” (El dado climático salió con sequía) que tiene hoy los precios del maíz en sus niveles históricos más elevados. La crisis se extiende a Colombia y al mundo por los TLC y el Libre Comercio que ha arruinado la producción de cereales con las políticas impuestas por Washington a sus colonias."
El Premio Nobel de Economía Paul Krugman pone de nuevo el dedo en la llaga al analizar “The climate dice are loaded and this role has turned up a drought” (El dado climático salió con sequía) que tiene hoy los precios del maíz en sus niveles históricos más elevados. Los precios del maíz han subido 20,8% y los del etanol a base de maíz han subido 15,6 % en los primeros 8 meses de 2012. La crisis se extiende a Colombia y al mundo por los TLC y el Libre Comercio que ha arruinado la producción de cereales con las políticas impuestas por Washington a sus colonias. El columnista del periódico “The New York Times” concluye que el cambio climático y sus previstos desastres están pasando ahora mismo en EU con la que denomina la “gran sequía” en el corazón de la gran despensa de granos del medio oeste y que si continúa puede causar una crisis alimentaria global (1).
“Ecoportal” de Argentina concluye que “la sequía en EU planta la semilla de un colapso alimenticio mundial” (2). Reporta alzas de maíz y soja del 30% hasta el pasado mes de junio. Ríos resecos, peces muertos, campos fértiles convertidos en desiertos sin vida, sol sin piedad abraza a cultivos de trigo, maíz y soja en la zona cerealera del centro y medio oeste del que se conoce como la despensa de granos de la humanidad.
El Consenso de Washington y toda la política agraria del imperio ha impuesto la “Revolución Verde” en el desarrollo de la gran agricultura y de producción masiva de productos alimenticios e industriales. Uno de ellos, el maíz, es no solo base de toda la alimentación animal y humana, sino que ahora es un “alimento” para autos con el denominado agrocombustible. Es decir, estas políticas ponen a todo el sistema de transporte a competir con la alimentación de las personas. Aquí toda la comida sabe a maíz y lo mas grave a “maíz transgénico” sin suficiente comprobación científica de su efecto en la salud de los seres humanos.
A países como Colombia, le han impuesto esa “revolución verde” que ha fracasado para los pequeños productores y los consumidores. Es responsable del deterioro ambiental y los desastres climáticos de inundaciones de 2010 y 2011 y amenazan con graves sequías como en el medio-oeste estadounidense. También se ha impuesto esa “revolución verde” a pequeños, medianos cultivadores y empresarios de la producción animal. Han fracasado nuestros ganaderos con la libre importación de esos alimentos.
Hemos criticado las importaciones de trigo, maíz, soja y demás productos alimenticios. Llevar a Colombia 10 millones de toneladas de alimentos que se pueden producir en el país es el resultado de una política antiagraria, antinacional y anticientífica que se nos ha impuesto por Washington desde hace más de 50 años. Es decir, llega del exterior un poco más de la tercera parte de nuestra dieta alimentaria. Incluido nuestro producto estrella…el café..del que se importaron cerca de un millón de sacos en 2011.
El modelo de desarrollo neoliberal basado en el uso indiscriminado de la química con plaguicidas, estimulantes del crecimiento y fertilizantes han afectado el clima y los efectos que vemos aquí en EU y en nuestra patria colombiana. A los grandes transnacionales de la producción y comercio de los alimentos no les interesa sino sus enormes ganancias. Nada que ver con la protección del ambiente, ni con la soberanía alimentaria y nacional de países sometidos a sus intereses como Colombia.
A la grave crisis global de la revolución verde se impone una revolución agroecológica para producir productos libres de agrotóxicos y contaminantes causantes de los graves problemas de salud pública que se extiende con la globalización de la economía. Productos limpias para una alimentación sana se convierte en un imperativo para el cambio que reclaman las naciones y los pueblos del mundo como salida no solo a su nutrición sana sino también para la solución del problema del empleo que afecta gravemente a los pueblos sometidos a las políticas de superexplotación minera y energética que se generaliza en Colombia.
Referencias:
(1) Krugman, Paul. The climate di8ce are loaded and thsi role has turned up a drought. The Sacramento Bee, july 24, 2012. Pág. A9
(2) Ecoportal. “La sequía en EU, planta la “semilla” de un colapso alimentario mundial. En internet 17/07/02.
Fuente: ALAI