Ecuador: Petróleo en el paraíso
La Amazonía ecuatoriana es territorio de comunidades indígenas milenarias. Por suerte, o por desgracia, la Amazonía ecuatoriana posee la quinta mayor reserva de petróleo de Sudamérica, el que sale por un mineroducto a un ritmo de medio millón de barriles por día.
La Amazonía ecuatoriana es territorio de comunidades indígenas milenarias. Por suerte, o por desgracia, la Amazonía ecuatoriana posee la quinta mayor reserva de petróleo de Sudamérica, el que sale por un mineroducto a un ritmo de medio millón de barriles por día.
Ese petróleo se dirige desde el oleoducto principalmente a Estados Unidos, siendo vendido a 60 dólares por barril. Ecuador compra gasoil a 91 dólares el barril, ya que no tiene capacidad suficiente de refinamiento. Está a punto de naufragar por falta de voluntad política el proyecto Yasuní-ITT, el que con apoyo externo pretendía dejar el petróleo en tierra en una importantísima reserva biológica y cultural.
Petroecuador es el monopolio estatal responsable de la producción, refinamiento y comercialización del petróleo, aunque directamente produce solo un tercio del total.
Las compañías que explotan petróleo en la Amazonía desarrollan modernas políticas de “Responsabilidad Social Corporativa”, destinadas a compartir (simbólicamente) las ganancias con las necesidades del entorno. Estas buenas intenciones son practicadas subvencionando, por ejemplo, actividades deportivas. Estas prácticas es sabido que son usadas para desarticular, anticipar y disipar conflictos sociales.
Desde la proclamación de la constitución de 2008, las comunidades indígenas participan de un estado plurinacional y debieran ser consultadas cuando un emprendimiento pretende realizar un proyecto minero.
Aunque las poblaciones indígenas experimentan un rápido cambio cultural, demográfico y económico, no han deforestado extensamente sus territorios en contraste con el cambio de uso del suelo realizado por otras poblaciones como los colonos migrantes, la agroindustria y las compañías de petróleo.
¿Por qué ser pobres cuando podemos ser ricos? era el clamor de empresas, colonos, gobernantes oficialistas de Quito y universitarios becados por empresas mineras.
A esta contradictoria Amazonía los autores de esta nota fueron invitados a participar en el Primer Foro Internacional de Desarrollo Económico para Morona Santiago el día martes 15 de mayo y el día siguiente, acompañar la Jornada de la Alegría con la “Marcha en defensa de Telesangay y los Recursos Naturales”.
La convocatoria señalaba que se buscaba generar un debate profundo y objetivo sobre las diferentes propuestas que desde el estado central y los gobiernos autónomos descentralizados se han planteado, constituyéndose en un espacio pluralista y transparente a fin de poder concentrar a todos los actores nacionales y extranjeros, especialistas en cada temática que facilitaran los elementos de análisis y reflexión que permitan a la provincia de Morona Santiago –en el marco de la participación ciudadana- construir una propuesta de desarrollo sustentable.
Morona Santiago, provincia de inmensas riquezas en agua y diversidad genética, está en peligro de ser devastada por la equivocada toma de decisiones favoreciendo los intereses de las grandes corporaciones transnacionales a través de emprendimientos petroleros y emprendimientos de mega minería metálica a cielo abierto. Nuevamente los espejitos de colores que quienes toman decisiones compran y de esa manera hipotecan el verdadero desarrollo, el desarrollo a escala humana, el de la justicia social, el de la justicia ambiental, de ese “ambiente”, frágil y finito, del que somos parte.
En este oriente amazónico nos sorprende la presencia del Che tanto en lo discursivo como en las imágenes asociadas a las luchas por justicia social. Nos sorprende, a su vez el conocimiento que muchos de ellos tienen de nosotros, los uruguayos.
Durante la jornada se describió el patrón de asentamiento y desmembramiento cultural en la selva, iniciado con la construcción de caminos para la prospección de petróleo. Alrededor de estos caminos se deforesta, ingresan colonos, se propaga la pobreza [1) y la contaminación [2].
Se manifestó también la preocupación por la asociación que se establece entre la deforestación y el establecimiento de caminos y más grave aún, la asociación entre estos caminos y la salida de materiales y culturas. Esos caminos serán –paralelamente- la entrada de la imposición sutil de un pensamiento uniforme y homogeneizador. Todo eso se concreta a través de la ejecución de la Iniciativa de la Infraestructura Regional Sudamericana (IIRSA), bajo el argumento de que así se avanza hacia el “progreso” y el “desarrollo”, conceptos confrontados al “buen vivir” o “Sumak Kawsay” (que incluye al “yo” en el “nosotros”) defendido en Ecuador. Los Shuar nos lo dicen con claridad, si han resistido 500 años, ¿cómo no seguir resistiendo a la colonización?
El Gobierno Autónomo Provincial de Morona Santiago es concesionario de un canal de televisión de señal abierta, TELESANGAY CANAL 30, bajo el principio de la defensa y promoción del derecho a la información y el fortalecimiento de una cultura inclusiva y plural. La televisora trasmitió el Foro Internacional en directo, durante todo el día 15, también la Marcha realizada al día siguiente, donde toda una población, junto a su gobierno autónomo, reclamó participar en la toma de decisiones y el respeto de sus bienes comunes (como concepto que reiteran corresponde en lugar del confuso y economicista concepto de recursos naturales).
El presidente Rafael Correa apoyó a los megaemprendimientos mineros (¿Dónde dice en el Manifiesto Comunista “No a la minería”?, afirmó) con un megaoperativo policial el día de la Marcha y con prohibiciones a la circulación en ómnibus hacia la capital, Macas, donde se hacía la manifestación.
Aun sin haber terminado de procesar la experiencia vivida, hacía solo cinco días que habíamos vuelto cuando nos llega una urgente comunicación: Telesangay fue clausurada y sus equipos de transmisión confiscados.
Surgen muchas preguntas en torno a las libertades –la libertad de expresión entre ellas- así como al saqueo y devastación a los que están siendo sometidos nuestros territorios, al atropello a las iniciativas de las poblaciones locales, al desconocimiento de leyes y constituciones, al peligro real al que estamos expuestos en este sistema donde el cambio del uso del suelo, el cambio del uso de la tierra está generando los impactos negativos jamás vistos y aún insuficientemente sopesados, con el apoyo de gobiernos autodenominados progresistas.
Notas
[1] Los niveles de pobreza en la Amazonía, sobre todo en las provincias petroleras de Sucumbíos y Orellana, son más elevados que en el resto del país.
[2] En el “juicio del siglo” se demostró que Chevron-Texaco tuvo responsabilidad directa por un desastre peor que el derrame del Golfo, afectando a la naturaleza y a la población. La sentencia obliga a la empresa a pagar 18 mil millones de dólares. El informe del perito es contundente: “Las primeras fuentes de contaminación en el área de la concesión son el petróleo crudo, lodos de perforación y otros aditivos, y aguas de producción que fueron arrojadas en el ambiente desde inicios de 1967. Los contaminantes de estas fuentes están presentes en suelos, agua subterránea, sedimentos y agua superficial (...) persisten en el ambiente hasta la actualidad”. Por ello hoy los Shuar tienen alto tenor de cadmio en la sangre.
- Anahit Aharonian, Ingeniera Agrónoma, Comisión Multisectorial, yu.moc.tenida@idartivoc
- Gustavo Piñeiro, Geólogo, MSc Ciencias Ambientales (UdelaR), Comisión Multisectorial.
Semanario BRECHA, 15 de junio de 2012, Edición 1386.
Fuente: ALAI