Argentina: ¡Basta de desmontes! se extiende la frontera agrícola, ganadera y forestal en el Chaco

Idioma Español
País Argentina

"Estos desmontes son claros ejemplos de la irresponsabilidad ambiental de propietarios, productores y gobernantes que, en conjunto o separadamente, actúan en posición dominante de los recursos naturales. Destruyen los bienes de la naturaleza para iniciar producciones no controladas."

Queda poco monte en todo el área de influencia del corredor bioceánico. Desde Avia Terai hasta Río Muerto han desmontado de manera intensiva en el curso de los últimos quince años, con especial entusiasmo en los siete años anteriores. La pampeanización llegó a grado extremo. En el 2008 se desató una intensa y larga tormenta de viento y tierra entre Pampa del Infierno y los Frentones. La población, fundamentalmente la rural, fue azotada por la tormenta de tierra que tuvo una extraordinaria intensidad. Algunas de las reveladoras imágenes recogidas en aquel tiempo fueron incorporadas al documental "Solo se escucha el viento", que fuera realizado por el cineasta Alejandro Fernández Mouján, con el protagónico de Quique Lovey, que en esa época luchaba contra los desmontes.

 

 

Sórdido manejo del monte

 

Presenciamos un sórdido manejo de los recursos naturales ante la avidez de los grandes productores de soja y de madera, asociado a la irresponsabilidad o conveniencia de los gobernantes por sus desaciertos o por los acuerdos que han logrado cuando manejan los nefastos conceptos modernos de desarrollo, sustentabilidad y sostenibilidad. Diezmaron el monte por la ola extractiva intensiva que desarrollaron para lograr la expansión de la frontera agrotóxica, de la actividad ganadera y de la forestal, sin medir las funestas consecuencias que día a día se acumulan. Se llegó al punto que los productores dominan abusivamente los recursos naturales. De hecho, además de comercializar sus productos primarios, venden la naturaleza. Pocos les dan batalla para defender los recursos naturales. Eso explica el crítico presente ambiental del Chaco, aunque por ahora algunos ignoren la realidad, otros se hagan los desentendidos, mientras los gobernantes miran para otro lado y pocos concentran las grandes ganancias.

 

Se generó un problema mayúsculo que algunos sintetizan mencionando el cambio climático. En 1930 Pampa del Infierno, Los Frentones y Río Muerto formaban parte de El Impenetrable. El desmonte los excluyó de tal región y produjo algunas consecuencias fluctuantes y otras irreversibles. El déficit hídrico es mayúsculo en los últimos tiempos. La sequía hace estragos por la anarquía del sistema productivo aplicado en la zona, sin ningún tipo de control por parte del Estado. La región perdió estabilidad, previsibilidad y certeza porque se van agotando las reservas geofísicas. Hace ocho años el promedio de lluvia anual fluctuaba en los 700 milímetros. Ahora el promedio apenas supera los 400, en periodos fluctuantes o cambiantes. Esta extraordinaria variación de lluvias es un signo muy claro de la creciente degradación ambiental a que está sometida la zona en manos de los productivistas, del consumismo y del derroche.

 

El desmonte del día en la Picada 82

 

La Picada 82 es un camino paradigmático y muy apreciado por las comunidades de la región. Enlaza la Ruta Nacional 16 con la estratégica Juana Azurduy y se mete en lo más profundo de El Impenetrable. Nace en el kilómetro 307 del corredor bioceánico. Es una vía segura porque fue muy bien trazada, con mucha inteligencia y sentido práctico.

 

Por la Picada 82, a seis kilómetros de la Ruta 16 y a la vista de todos, se efectúo una apertura de deslinde perimetral transversal, sin ningún tipo de autorización por parte de la Dirección de Bosques. No existe ningún cartel en dicho campo. Sin embargo, el desmonte avanza desde la parte posterior del campo. Las huellas de la tapadora utilizada dejaron sus marcas en la banquina de la picada.

 

Otro deslinde clandestino

 

Por la Ruta secundaria 5, que une Pampa del Infierno con JJ. Castelli, y en los campos circundantes, se produjeron varios desmontes. El más visible, el que inexplicablemente se llevó adelante aunque es enteramente clandestino, es el desmonte que se realizó en el esquinero del campo ubicado frente a la estrecha picada que permite llegar a la Escuela 729. Este desmonte está a mitad de camino entre las dos localidades señaladas.

 

Los restos forestales están a la vista, aún transitándose por la ruta a velocidad moderada. No puede sostenerse, entonces, que el desmonte se ocultó a los funcionarios públicos. Por lo menos, queda en evidencia que no existen controles mínimos que puedan persuadir a los propietarios para que no realicen desmontes o aprovechamientos forestales clandestinos. Lo que ocurre en las oficinas del sistema de control geo-referencial en Sáenz Peña, es muy grave sin embargo, los funcionarios públicos de mayores niveles políticos e institucionales no hacen nada para corregir lo que allí ocurre.

 

Irresponsabilidad ambiental compartida

 

Es grave la situación porque según la Ley de Ordenamiento Territorial de Bosques esta región fue declarada Categoría II (amarilla), en la que predominan los suelos arenosos y limosos, muy volátiles a la erosión eólica e hídrica. Están desmontando en territorios en donde se debe preservar la cobertura vegetal de manera permanente porque es el único atributo que permite el mantenimiento y reciclaje de las múltiples especies que conviven en estos espacios.

 

Estos desmontes son claros ejemplos de la irresponsabilidad ambiental de propietarios, productores y gobernantes que, en conjunto o separadamente, actúan en posición dominante de los recursos naturales. Destruyen los bienes de la naturaleza para iniciar producciones no controladas. Todo indica que van a insistir con las actividades productivas centralizadas en la soja y en la madera, aunque en menor medida en la cría de ganado mayor, dejando de lado el desarrollo de sistemas múltiples, combinados, reconfortantes para el ecosistema y distribuidores equilibrados de bienes de consumos masivos. Esto es lo mismo que decir que van por todo el monte y por toda la biodiversidad, hasta agotarlos. Todo asegura la continuidad el ecocidio.

 

Fuente: EcoPortal

Temas: Agronegocio

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