Paraguay: rechazo al proyecto de Ley de Bioseguridad

Compartimos con ustedes la nota presentada por organizaciones y movimientos sociales, organizaciones campesinas e indígenas entre otras, al Presidente de la Honorable Cámara de Diputados, referente al PROYECTO DE LEY DE BIOSEGURIDAD, presentado por los diputados en el mes de agosto de 2011, y cuyo tratamiento en plenaria estaba previsto para el pasado12 de abril.

SEÑOR
PRESIDENTE DE LA
HONORABLE CÁMARA DE DIPUTADOS
ING.. VÍCTOR BOGADO
E.S.D.

Las organizaciones abajo firmantes nos dirigimos a Ud. para manifestarle nuestra preocupación y total rechazo al PROYECTO DE LEY DE BIOSEGURIDAD, presentado por los diputados Herminio Dávalos, Andrés Retamozo, César Ariel Oviedo y David Ocampos, en el mes de agosto de 2011, y cuyo tratamiento en plenaria estaba previsto para el pasado12 de abril.

Si la propuesta – como dice la exposición de motivos – surge como una NECESIDAD de que la biotecnología se implemente en el Paraguay “CON SEGURIDAD” y “EN CUMPLIMIENTO DE LAS NORMAS y TRATADOS INTERNACIONALES DEL CUAL PARAGUAY ES SIGNATARIO”, le recordamos a los proponentes la vigencia de los Convenios y las leyes que se deben tener en cuenta para garantizar la participación y la institucionalidad, regla básica para convivir en un Estado de Derecho inclusivo.

El Proyecto de Ley de Bioseguridad representa un retroceso para nuestro país, dicho proyecto viola la institucionalidad de entes que se desempeñan como autoridades de aplicación del tema, como es el caso de la Secretaría del Ambiente- SEAM, el Ministerio de Salud Publica y Bienestar Social- MSP y BS y el Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas- SENAVE. Además pretende liberar Organismos Genéticamente Modificados (OGMs) ignorando el principio precautorio al que se ha adherido nuestro país. Mediante la Ley N° 253/93: “Que Aprueba el Convenio Sobre Diversidad Biológica, Adoptado Durante La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y Desarrollo – La Cumbre Para La Tierra”.

Se trata de una medida legislativa que de aprobarse afectaría el derecho fundamental a la integridad social, cultural y económica de las comunidades indígenas y su derecho fundamental a la participación en la adopción de la referida decisión legislativa. Se está incumpliendo un procedimiento de carácter obligatorio y público como lo es el Deber Estatal de consultar y conseguir el consentimiento de las comunidades indígenas en los términos del Art. 6 (consulta previa, libre e informada) del Convenio 169 de la Organización Internacional de Trabajo- OIT, sobre pueblos indígenas y tribales en países independientes, ratificada por Ley de la República Nro. 234/93. También el art. 19 de la Declaración de las Naciones Unidas sobre Derechos de los Pueblos indígenas y la Resolución Nro. 2039/10 del Instituto Paraguayo del Indígena -INDI, “Por la cual se establece la obligación de solicitar la intervención del INDI para todos los procesos de consulta en las comunidades indígenas”.

Le recordamos que actualmente el responsable de la destrucción de los ecosistemas y territorios, los conflictos socio-ambientales, la falta de acceso a la tierra, la contaminación del agua, el suelo, y de enfermedades, malformaciones y en algunos casos la muerte, es el modelo agroexportador. Este modelo está basado en la utilización de semillas transgénicas, especialmente de la Soja RR, la cual utiliza grandes cantidades de agrotóxicos en todo su ciclo de producción.

Hoy, según CAPECO, se cultiva en el Paraguay casi 3.000.000 de has. de soja, causando estragos a nuestros bienes naturales, afectando la calidad de vida de las comunidades campesinas e indígenas, dejándolos en una total vulnerabilidad. Esto sin tener en cuenta el gravísimo impacto socioambiental que acarrearía el ingreso de otros eventos transgénicos, en variedades del maíz y el algodón. Los riesgos de contaminación genética son una amenaza a la soberanía alimentaria de miles de familias campesinas e indígenas, al perder la base tradicional de alimentación.

Según los proponentes del proyecto de Ley de Bioseguridad, solo con el cultivo de la soja transgénica nuestro país ha logrado catapultar su producción agrícola y generar alimentos para alrededor de 50 millones de personas. Esta afirmación es falsa, ya que la producción de soja transgénica en Paraguay está destinada en su mayoría a la exportación como materia prima para forraje animal, principalmente para la Unión Europea.

Los monocultivos de soja en el Paraguay no son generadores de mano de obra sino que la expulsa, pues la propia tecnología de los transgénicos no requiere de ella. Eso lo podemos observar en los grandes campos de soja diseminados en nuestro país: solo se ven unos pocos tractores y operarios en los inmensos sojales. El modelo de agronegocios es la AGRICULTURA SIN CAMPESINOS. Solo beneficia directamente a las grandes empresas proveedoras de insumos, materia prima y maquinaria.

¿Quién se hará cargo de las catástrofes ambientales que pudieran provocarse a causa de la fácil liberación de estos OGMs que propone este proyecto? ¿Se hará cargo el MAG? Porque no vemos responsabilidad de los obtentores ¿Tendrá el Estado paraguayo la capacidad de revertir los daños ambientales, sociales y económicos causados por los impactos generados por los OGMs?

Muy por el contrario de lo que plantea este proyecto, la CONBIO (actualmente COMBIO), debe ser una institución que vele por la seguridad de la gente, cumpliendo con lo establecido en la Constitución Nacional, los Convenios Internacionales y todas las leyes ambientales vigentes en el Paraguay. LA CONBIO NO DEBE TENER COMO FUNCIÓN PRINCIPAL EL FOMENTO DEL USO DE LA BIOTECNOLOGÍA, SINO SER UN COLEGIADO IMPARCIAL Y TRANSPARENTE DE DISCUSIÓN DE LOS ASPECTOS TÉCNICOS, CIENTÍFICOS, SOCIALES, CULTURALES Y AMBIENTALES QUE SE RELACIONAN CON LOS TRANSGÉNICOS, GARANTIZANDO POR SOBRE TODO LA DEFENSA DE LOS INTERESES NACIONALES Y NO LOS DE LAS CORPORACIONES DE LOS AGRONEGOCIOS.

Los parlamentarios son representantes DEL PUEBLO y como tales, deben definir si lo que importa es el bienestar de los seres humanos y de todos los seres vivos que habitamos este país o si lo más importante es el poder estratégico que logren las grandes corporaciones y sus utilidades.

DADA LA NULA DIFUSIÓN QUE TUVO ESTE PROYECTO DE LEY QUE VA A AFECTAR DE MANERA TAN FUNDAMENTAL LA VIDA DE TODOS NOSOTROS Y EL FUTURO DE NUESTRO PAÍS, REQUERIMOS QUE EL PROYECTO VUELVA A COMISIONES, NO SEA TRATADO EN PLENARIA HASTA TANTO SE HABILITE UN PROCESO DE DISCUSIÓN A TRAVÉS DE AUDIENCIAS PÚBLICAS, QUE PERMITAN LA PARTICIPACIÓN DE TODOS LOS SECTORES INTERESADOS DE NUESTRA SOCIEDAD, INCLUYENDO SOCIEDAD CIVIL, MOVIMIENTOS SOCIALES, ORGANIZACIONES CAMPESINAS E INDÍGENAS, ENTRE OTRAS.

Esperando una respuesta favorable a lo que solicitamos y en tal sentido lo saludamos muy atentamente.

Rechazo al proyecto de Ley de Bioseguridad

Coordinadora Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas (CONAMURI)

SOBREVIVENCIA Amigos de la Tierra Paraguay

Servicio de Educación Popular (SEDUPO)

Base Investigaciones Sociales (Base Is)

Centro de Estudios y Formación para el Ecodesarrollo (Alter Vida)

Centro de Estudios e Investigaciones de Derecho Rural y Reforma Agraria (CEIDRA).

Red de ONGs Ambientalistas del Paraguay (ROAM)

Asociación de ONGs del Paraguay (POJOAJU)

Coordinadora de Derechos Humanos del Paraguay (CODEHUPY)

Organización Nacional Campesina (ONAC)

Central Nacional de Organizaciones Campesinas Indígenas y Populares (CNOCIP)

Mesa Coordinadora Nacional de Organizaciones Campesinas (MCNOC)

Organización de Lucha por la Tierra (OLT)

Movimiento Agrario Popular (MAP)

Federación Nacional Campesina (FNC)

Fuente: EcoPortal

Temas: Agronegocio

Comentarios