No a la economía verde: la naturaleza no es mercancía
"Cuando le decimos No a la economía verde estamos proponiendo: Denunciar y cuestionar un modelo de desarrollo basado en la explotación irracional de los recursos naturales que pone en grave riesgo la supervivencia de la especie humana, y que hoy pretende maquillarse de verde."
Las alternativas a la economía verde están definidas por la lucha de nuestros pueblos que sostienen permanentemente que la naturaleza no es una mercancía.
Cuando le decimos “No a la Economía Verde” estamos proponiendo:
- Denunciar y cuestionar un modelo de desarrollo basado en la explotación irracional de los recursos naturales que pone en grave riesgo la supervivencia de la especie humana, y que hoy pretende maquillarse de verde.
- Fortalecer los procesos de recuperación de la propiedad y control de los recursos naturales por parte de las poblaciones y los Estados nacionales.
- Cuestionar la campaña que intenta imponer la idea de que todos somos responsables del cambio climático y los desastres derivados.
- Demostrar la insustentabilidad de las estrategias de geoingeniería y la bioenergía, propuestas de maquillaje verde de las transnacionales para seguir ganando dinero sin que nada cambie.
- Denunciar y rechazar los proyectos de infraestructura para el saqueo impulsados por las transnacionales.
- Afirmar los derechos de los campesinos, indígenas, pastores, pescadores, a la tierra, al territorio y a los recursos naturales.
- Promover el reconocimiento de los pueblos y comunidades que durante siglos y milenios han desarrollado una cosmovisión y cultura basadas en el respeto y la protección de la naturaleza.
- Incrementar la conciencia pública sobre los recursos naturales, mejorando el conocimiento científico ético del uso de los recursos, y la información sobre su explotación irracional, las consecuencias, los desastres ambientales, sus causas y efectos, y las medidas de prevención y mitigación.
- Promover la derogación de los tratados bilaterales de protección de inversiones.
- Promover el congelamiento la expansión de las fronteras extractivas, estableciendo límites físicos a la explotación.
- Reclamar el ejercicio de los derechos sobre el territorio y los recursos naturales de los pueblos mediante la consulta vinculante, veto, etc.
- Comprometer la participación efectiva de las autoridades estatales en la resolución de situaciones críticas.
- Reclamar la transparencia de la gestión gubernamental y exigir la puesta a consideración de la población de toda la información disponible sobre las diferentes políticas públicas y particularmente sobre la explotación de los recursos naturales.
- Incidir en la generación de una política sobre los recursos naturales en la que participe activamente la sociedad civil en la génesis, ejecución y monitoreo de las propuestas que se generen.
- Reclamar el derecho de las comunidades a la denuncia del accionar negativo de las industrias extractivas y la responsabilidad de los Gobiernos de investigar, esclarecer y sancionar estos casos.
- Promover la investigación y difusión del prontuario de las empresas transnacionales antes de permitir cualquier incursión en los países de la región.
- Estimular el trabajo conjunto interdisciplinario e intersectorial en los niveles local, nacional y regional.