Los genes: conocimiento limitado, peligro incalculable
Un grupo de investigadores chinos, recientemente han descubierto que los alimentos que comemos, tienen un efecto desconocido hasta ahora sobre nuestros genes. Esta revelación, muestra que la reglamentación sobre los alimentos transgénicos debe cambiar.
El efecto del régimen alimentario sobre nuestros genes
Los investigadores han encontrado pequeños fragmentos de ácido ribonucleico (ARN) en la sangre y los órganos de los seres humanos que consumen arroz. La Universidad de Nanjing demostró que este material genético se une a las proteínas de las células del hígado humano e influye en la absorción del colesterol de la sangre.
Este tipo de ARN se llama microARN, debido a su pequeño tamaño. Los microARNs se han estudiado ampliamente desde que fueron descubiertos hace 10 años, y se han establecido relaciones entre estos y algunas enfermedades, tales como el cáncer, el mal de Alzheimaer y la diabetes. La investigación china es el primer estudio que muestra que el microARN vegetal que se ingiere permanece tras la digestión e influye en las funciones de las células humanas.
Al inicio, el trabajo de los científicos chinos de la Universidad de Nanjing, no estuvo relacionado con los organismos genéticamente modificados. Sin embargo el grupo dirigido por el biólogo Chen-yu Zhang llegó a la conclusión que no era posible, dejar de plantear la influencia de los alimentos transgénicos en nuestro organismo.
El vinculo con los transgénicos
La reglamentación sobre el uso y consumo de alimentos transgénicos está basada sobre el principio de “equivalencia sustancial”. Eso significa que los transgénicos, a pesar de las modificaciones de genes a los que se ven enfrentados, para ser lo que son, no tienen ninguna diferencia “sustancial” con los otros productos alimentarios, por lo tanto no necesitarían una reglamentación específica sobre los impactos en la salud.
Sin embargo, si las conclusiones de la investigación del biólogo Chen-yu Zhang ha sido demostrada, no es posible afirmar que un producto genéticamente modificado sea equivalente a cualquier otro, ya que el material genético de todos los alimentos tienen un efecto sobre nuestros genes. Por lo tanto el principio de la equivalencia sustancial, basado sobre la idea de que los genes de los cultivos transgénicos no tienen efectos sobre nuestro organismo, no es posible, ya que si el arroz no transgérnico lo tiene, con mayor razón un cultivo que ha sido manipulado genéticamente lo tendrá.
Lo que se debería hacer y lo que se está haciendo
Primero que nada, se debería de abandonar el principio de equivalencia sustancial en los alimentos transgénicos, y realizar investigaciones independientes sobre los impactos de estos alimentos, sobre la salud humana, con el objetivo de conocer los efectos específicos sobre nuestro organismo.
Monsanto, compañía líder mundial de los transgénicos afirma en su sitio web que “no es necesario estudiar la inocuidad del ADN introducido en las plantas genéticamente modificadas. El ADN (como el ARN) está presente en casi todos los alimentos. El ADN no es tóxico y no presenta ningún peligro.”
Decir que “el ADN no presenta ningún peligro” es tan absurdo como decir que “el agua no presenta ningún peligro”. El agua como el ADN son la base de la vida y sinónimo de salud, pero el agua contaminada puede intoxicar e incluso provocar la muerte. El ADN es también un elemento fundamental de la vida que puede permitir tanto la vida como la muerte. Decir que “no presenta ningún peligro”, solo puede ser dicho por el que vende los transgénicos, por otro lado impactos sobre la salud de los transgénicos ha sido demostrado repetidas veces por científicos independientes.
“Saber es poder” decía Francis Bacon (siglo XVII) filosofo y padre del método científico. Para seguir este consejo, tenemos que exigir conocer los efecto de lo que comemos, sobre nuestro organismo.
En Uruguay sabemos que estamos comiendo maíz y soja transgénica, sin embrago no sabemos los efectos que estos alimentos pueden causar a nuestro organismo. El estudio recientemente realizado por los científicos chinos, revelan elementos suficientes para que las autoridades competentes de nuestro país investiguen sobre los mismos.
Artículo basado en: OGM et santé: la polémique éclate à nouveau
Fuente: RAPAL Uruguay