Franco Viteri: Mi reto es devolver a los pueblos su dignidad
"Debemos ir hacia un gran debate sobre qué es el desarrollo para el país; hay muchas visiones sobre el desarrollo y hasta el momento ha primado la visión utilitarista, mercantilista del desarrollo, donde el dinero va sobre la vida, sobre los derechos de la naturaleza y los pueblos; para eso los pueblos indígenas debemos mantener la resistencia y el Estado debe hacer un gran esfuerzo por recuperar los conocimientos ancestrales sobre la relación con la naturaleza."
Agencia TEGANTAI: ¿Qué ha sido históricamente para los pueblos indígenas la explotación petrolera?
Franco Viteri: Ha representado la muerte paulatina de las culturas indígenas. El deterioro de la calidad de vida de los pueblos indígenas, ha implicado la violación de derechos humanos, el deterioro ambiental, ha representado la contaminación, enfermedades, el despojo territorial en especial, porque los pueblos indígenas tienen una relación muy especial con los territorios; del territorio depende la soberanía alimentaria, el estado social y anímico para sobrevivir como cultura.
Si no existe una selva sana, estos pueblos van a dejar de existir. En la amazonía norte, la nefasta actividad petrolera ha dejado pueblos que sobreviven ahí de manera tan grave porque están las palmicultoras, los pozos petroleros, grandes carreteras, alto nivel de criminalidad. A esto se suma la violencia que se genera por el tema del narcotráfico. No ha representado un desarrollo en sí.
El concepto de desarrollo no está bien discutido en el país, se cree que tener dinero es sinónimo de plenitud de vida. El dinero es un medio para lograr algunas necesidades de orden material pero la relación que tienen las culturas indígenas con la naturaleza, es una relación espiritual.
AT: ¿Cuál es su visión sobre el paso del modelo petrolero al modelo minero?
FV: Es más de lo mismo, se debe iniciar un debate serio y profundo sobre lo que sería un Ecuador post-petrolero. Se debe poner sobre la mesa del debate la realidad y la necesidad de encontrar energías más limpias que respeten los Derechos Humanos y de la Naturaleza. Es muy importante para dejar la dependencia al extractivismo. Yo pienso que es importante que las universidades, la academia, los científicos, deben pensar qué tipo de desarrollo le conviene al país, entendiendo que es un país con una diversidad única en el mundo; eso implica que debemos pensar con un gran compromiso humanitario, con la naturaleza.
Hasta ahora, los gobiernos que han llegado, llegan pensando en dólares, es lo único en lo que pueden pensar. No piensan que los máximos recursos y en especial el agua es lo que define la vida. Ahora simplemente se piensa en la minería y en petróleo, un hombre no bebe oro, ni petróleo, bebe agua. Hay que repensar desde estos niveles desde esa concepción de vida, desde esa relación con la naturaleza, que los seres humanos deben dejar esas prácticas consumistas.
Debemos ir hacia un gran debate sobre qué es el desarrollo para el país; hay muchas visiones sobre el desarrollo y hasta el momento ha primado la visión utilitarista, mercantilista del desarrollo, donde el dinero va sobre la vida, sobre los derechos de la naturaleza y los pueblos; para eso los pueblos indígenas debemos mantener la resistencia y el Estado debe hacer un gran esfuerzo por recuperar los conocimientos ancestrales sobre la relación con la naturaleza.
AT: Para Sarayacu ¿Qué ha significado resistir la explotación petrolera?
FV: En primer lugar es recuperar la dignidad, luego defender los derechos de la naturaleza. La recuperación del autoestima como pueblos, decirle al mundo que estamos vivos y darles fuerza a otros pueblos que han sido sometidos, avasallados, atropellados y han sido violados sus derechos humanos, es importante porque es un ejemplo de que transmitimos dignidad, fuerza, comunidad con la naturaleza, y todo estos se transmite a las futuras generaciones como un legado histórico para las generaciones que vienen, para que lo cuiden y lo defiendan.
AT: ¿Qué opinas sobre las declaraciones del presidente sobre Sarayacu?
FV: Es una visión economicista, muy utilitarista y monetarista, desde su punto de vista es realista, pero no toma en cuenta las visiones de los pueblos indígenas sobre su relación con la naturaleza, el significado del territorio, una visión que no considera a los pueblos como habitantes del territorio y los pone en un escenario poco realista.
Si la corte falla a favor de Sarayacu, sería un gran impulso para la justicia acá en el Ecuador, sería un gran precedente para el país y para todos los pueblos, hacer justicia por el pueblo de Sarayacu. El presidente necesita estar más informado sobre lo que son las culturas indígenas, requiere asesores que le hagan entender lo que son los pueblos indígenas. Hay un imposición del concepto del buen vivir de lo urbano a lo comunitario, hasta ahora prevalece un concepto del buen vivir del que tiene carro y es consumista, versus le buen vivir de los pueblos indígenas que no consumen mucho, necesitamos lo suficiente para vivir, para compartir y retribuir a la madre naturaleza. Eso tiene que darse cuenta el presidente. Debe aprender a entender la realidad de los pueblos indígenas, los conceptos que se tiene sobre la vida y la cosmovisión de los pueblos indígenas y su relación con la madre naturaleza. El presidente necesita una orientación, una alta dosis de humildad, de sencillez y de entendimiento con las otras culturas. Y también llegar a una gran concertación debatir sobre el rol de las empresas, de las universidades, de los profesionales, en todos los niveles, con los pueblos no se ha discutido estos temas desde una visión que considere a los pueblos.
AT: ¿Qué es para ti ser representante de los pueblos amazónicos?
FV: Es un gran reto. Hay que evidenciar los atropellos que han sufrido los pueblos amazónicos. Mi reto es devolver a esos pueblos su dignidad.
Hay que tomar en cuenta dos cosas, la primera, que existen pueblos que han tomado ya contacto con la industria extractiva y que han sufrido las consecuencias de esa explotación petrolera, como por ejemplo derrames de petróleo, vertido de aguas de formación en esteros y fuetes de agua; pueblos cuyos derechos colectivos han sido sistemáticamente violados en ocasiones con la complicidad del Estado. Y hay una visón de otros pueblos que rechaza este tipo de políticas extractivistas y que no la quieren en sus territorios, que han visto lo que han pasado en otros lugares del Ecuador y que en lugar de prestar sus territorios para esto, los defienden. Hay que considerar que en ambos casos se encuentras bajo presiones muy fuertes de parte del estado y las empresas. La tarea entonces es unificar la Confeniae y tenemos como pueblo de Sarayacu, la posibilidad de aportar mucho en la Confeniae. La construcción del Estado Plurinacional no la hace el Estado, la hacen los pueblos, desde el Estado se marca una diferencia que usa nuestro discurso para posicionar su punto de vista. Defender la vida es la máxima prioridad de la Confeniae.
AT: ¿Cuál es la posición de las organizaciones indígenas frente a las políticas públicas de conservación, y RIO+20?
FV: Son atentados contra los pueblos indígenas. Son políticas unilaterales de los estado que no consideran los derechos los pueblos, no se ha consultado ni establecido ningún tipo de diálogo. Afecta los derechos de soberanía territorial, a las áreas protegidas. El enfoque de RIO+20 es un enfoque utilitarista, mercantilista que en nada respeta a la madre naturaleza en RIO+20 van a estar quienes han destruido el planeta. Gente que tiene negocio petroleros, gente que va a estar ahí con la careta de capitalistas verdes. Se habla de economía verde que tiene una visión economicista, mercantilista.
La única manera para detener el Cambio Climático, es respetar los territorios de los pueblos indígenas, dejar de consumir combustibles fósiles, detener los megaproyectos en territorios indígenas, que se detenga la deforestación para palma, para agrocombustibles, esas son cuestiones concretas. Desde el Gobierno se enfocan las cosas como una negociación comercial, ese no debe ser el enfoque de RIO+20, el en foque que deben tener el respeto de los pueblos indígenas, de los derechos humanos, de la naturaleza y en particular establecer políticas de conservación real de la amazonía. Si no hacemos eso, corremos el riesgo de perder la única oportunidad real para detener el Cambio Climático y defender a los pueblos indígenas.
AT: ¿Qué plantean frente a la criminalización a dirigentes indígenas?
FV: No se puede criminalizar la protesta. La protesta es un derecho. No se puede dar calificativos como terrorismo a una manifestación, la manifestación es un derecho. Para nosotros el ALBA es la muerte; es un proyecto de integración regional que afecta a los pueblos indígenas de todos los países.
Aquí se está jugando con los pueblos y sus dirigentes con el objetivo de deslegitimar a los dirigentes, a los procesos. Eso es inconcebible sobre todo en un estado que se dice revolucionario. No se puede hacer revolución sin indígenas, porque esta tierra es de nosotros también, no están criminalizando nuestras propuestas; es una respuesta del miedo del régimen del los gobernantes hacia los pueblos, porque temen perder el poder, perder la hegemonía de 150 años de opresión republicana.
No quieren perder los derechos que han conseguido ilegítimamente. El agua va a ser privatizada para las mineras, pero nosotros no luchamos por nosotros, luchamos por nuestro derecho al agua. Tenemos derecho a protestar, la criminalización no se debe dar en este país, no es consecuente con un proceso revolucionario. Las luchas no se van a detener aunque sigan criminalizando, cada proceso de criminalización nos fortalece.