Argentina: cianuro, biología y minería del agua
"Megaminería de cianuro y agricultura química con uso creciente de agroquímicos son las principales amenazas al ambiente y la salud humana en nuestro país, principalmente por la enorme y creciente cantidad de productos tóxicos que vierten al ambiente."
El cianuro es un compuesto químico a base de carbono y nitrógeno, conocido desde hace varios cientos de años por sus propiedades biológicas tóxicas y su capacidad de unirse fuertemente a metales.
La megaminería o minería metalífera de gran escala lo utiliza para separar metales contenidos en piedra mineral donde se hallan disueltos en pequeños gránulos, en baja concentración, no en forma de “vetas”.
La técnica de lixiviación megaminera consiste en volar masas enormes de rocas, moler estas piedras hasta pulverizarlas, diluirlas en millones de litros de agua hasta que la piedra de la montaña queda reducida a un líquido barroso y someter a este a un lavado con cianuro de sodio.
El cianuro se comporta como un disolvente, tiene la capacidad de producir la elución de los metales desde la piedra mineral; después por flotación o precipitación se separa la parte que contiene el concentrado de metales, básicamente oro y plata; pero también cobre, molibdeno, titanio y otros metales de gran valor. El fluido con el concentrado de metales se transporta a través de mineraloductos hasta estaciones férreas o directamente a puertos con salida al exterior. El líquido sobrante, sometido al tratamiento con cianuro y que contiene mineral de piedra con restos de metales que no se separaron y cianuro ya utilizado, queda contenido en gigantescos “diques de colas” en las megaminas.
En promedio para extraer un gramo de oro (1 gr) es preciso pulverizar 4.000 kg (4 tn) de piedras y disolverlas con casi 4 kg (4.000 grs) de cianuro. Existen otros disolventes, pero el cianuro es el más barato y accesible para esta industria.
La toxicidad del cianuro
Las capacidades tóxicas del cianuro en organismos biológicos son muy poderosas. En las células animales bloquea la generación de energía, produciendo la muerte celular en pocos instantes. Las usinas de nuestras células, están en unos corpúsculos citoplasmáticos llamados mitocondrias, y generan energía en forma de ATP para que la célula realice su actividad normal: contraerse si es una fibra muscular del corazón o transmitir impulsos si es una neurona, etc. El cianuro bloquea la enzima citocromo oxidasa de las mitocondrias deteniendo la “respiración celular”; a pesar de contar con O2 y con sustratos energéticos, las células no pueden producir energía, su actividad se detiene y el organismo (protozoo, animal o humano) se muere.
Es el veneno “perfecto”, va directo al centro energético del organismo y lo bloquea instantáneamente; y las pocas personas que sobreviven al cianuro sufren déficit neurológicos irreversibles por la destrucción irreparable de neuronas.
El cianuro es muy hidrosoluble, es rápidamente asimilable por nuestro organismo, que está constituido básicamente por agua en un 75% a un 60% del peso (la cantidad de agua corporal es más alta en niños y desciende con la edad), por ello poca cantidad de este veneno puede producir lesiones severas o la muerte.
El cianuro de sodio utilizado en las megaminas es sólido, son gránulos que forman briquetas relativamente estables; la ingestión de 100 mgrs. es mortal, recordemos que un sobre de azúcar para café en el bar tiene 6000 mgrs. Este cianuro es muy reactivo y puede pasar a estado gaseoso formando el temible ácido cianhídrico que constituía en gas Ciclón B (de Bayer) utilizado en las cámaras de gas en el genocidio nazi.
En la catástrofe de Cromañón, en Buenos Aires, este gas se desprendió de la combustión del poliuretano del techo y mato instantáneamente a cientos de personas. A la exposición crónica de mínimas cantidades se la vincula a trastornos tiroideos y a alteraciones del metabolismo de la vitamina B12.
Los accidentes de los diques de colas de las mineras de cielo abierto se reportan en todo el mundo, contaminando las aguas de los ríos, matando a los peces, a las aves y a los animales que dependen de esa agua.
El agua para uso humano es un derecho fundamental y protegerla de su contaminación uno de los desafíos de nuestra sociedad. Se acepta como agua segura la que tiene hasta 0.2 gr. de cianuro en 1.000.000 de ml de agua (0.2 ppm), los diques de cola tienen más de 800 ppm de cianuro. El cianuro puede desactivarse oxidándose o por efecto de la luz solar, pero en esos diques estancos de aguas muy oscuras, el cianuro se concentra cada vez más y sumado al drenaje ácido que la explotación minera genera en la montaña, se convierte en una amenaza inaceptable para la naturaleza y la salud humana.
Es por estas razones que por Resolución del Parlamento Europeo, el 5 de mayo de 2010, se prohibió la minería de cianuro en toda Europa ( ver). Cabe citar también, que el mismo parlamento Europeo prohibió en 2009 las fumigaciones aéreas ( ver).
Megaminería de cianuro y agricultura química con uso creciente de agroquímicos son las principales amenazas al ambiente y la salud humana en nuestro país, principalmente por la enorme y creciente cantidad de productos tóxicos que vierten al ambiente.
Debemos considerar que estos emprendimientos económicos, seguramente rentable para las transnacionales que los impulsan y sus socios políticos locales que los avalan y ocultan, no cuentan entre sus costos los daños ambientales y sanitarios que la población deberá afrontar en la actualidad y en el futuro.
Fuente: Argenpress