Argentina: audiencia “Mujeres y Justicia Climática en Resistencia”

"La actual situación repercutirá no solamente en la acentuación de las diferencias entre ricos y pobres sino también en el incremento de las brechas de género."

Resistencia - Provincia del Chaco - Argentina
11 de Octubre 2011
Audiencia "Mujeres y Justicia Climática 2011"

15 de Octubre 2011 "Día de la Mujer Rural"

Movilización y presentación pública de los resultados de la Audiencia

La humanidad se encuentra inmersa en una fase de cambio climático en el marco de una modelo económico, político y cultural de producción y consumo que para continuar su proceso de acumulación capitalista, cuya lógica es el lucro, necesita apropiarse de los recursos naturales e incrementar el número de pobres, aún cuando ello implique el riesgo de la viabilidad del planeta y la supervivencia de la humanidad. El cambio climático puede traer consigo retrocesos, ente ellos, en l salud, la educación y la alimentación.

La actual situación repercutirá no solamente en la acentuación de las diferencias entre ricos y pobres sino también en el incremento de las brechas de género. Para las mujeres en países de bajo índice de redistribución de la riqueza, el calentamiento global significa no sólo más trabajo si no también trabajo más difícil: en áreas rurales a menudo ellas y sus hijos tienen que ocupar más tiempo y energía en caminar cada vez más lejos a conseguir agua, leña, alimentos, medicina, materias primas para sus artesanías, entre otros.

Las mujeres conforman aquellos grupos sociales más vulnerables a los cambios climáticos y esta vulnerabilidad NO se da a por orden de la naturaleza sino por las desventajas en que las sociedades y las culturas las han colocado, por ejemplo las relaciones de poder en que predominan los hombres sobre las mujeres, la desigualdad social de género, el no participar en las decisiones económicas, sociales y ambientales, el constituir el 70% de los más pobres. Asimismo el ser excluidas del acceso a la información sistemática, del acceso al trabajo bien remunerado fuera del hogar, el ser objeto de la violencia doméstica hasta el feminicidio, entre otras situaciones, y el ser confinadas como "destino histórico" a los límites del hogar.

No es posible continuar sosteniendo un modelo de sociedad que no reconoce el aporte económico de las mujeres desde la producción y el trabajo de la economía del cuidado, aporte que se entrega a la humanidad y que tendría que ser reconocido y valorado como esencial. Según estadísticas de la ONU, el valor en costo del trabajo de las mujeres es muchísimo más que el trabajo que se realiza en la producción industrial. Sin su aporte no sería posible entender la estructura que genera riqueza para la humanidad. No se reconoce tampoco la necesidad de las mujeres para construir su proyecto de vida propio. Dedicarse como destino único y prioritario a las tareas del hogar, impide que las mujeres impulsen su propia autonomía; cancela su participación en procesos democráticos para demandar igualdad y justicia social como derechos inalienables. (Concha, L; Red Nacional Género y Economía).

La diversidad agrícola se está perdiendo, como perdiéndose está el conocimiento asociado a las semilla y a las habilidades productivas que tienen las mujeres en muchos territorios. Esta enorme pérdidas de nuestra resiliencia social y ambiental son exacerbadas por el incremento del control de las grandes empresas sobre la cadena alimenticia, la diseminación de monocultivos industriales de cultivos como soja, aceite de palma y eucalipto, la proliferación de productos transgénicos, la privatización y el patentamiento de la vida así como los contratos comerciales de venta de carbono y otros llamados "servicios ambientales".

Las mujeres siempre han sido líderes en la revitalización de sus comunidades y la gestión de los recursos naturales. Es por esto que deberá reconocerse el aporte, el conocimiento que millones de mujeres en el campo han entregado y entregan por su relación con la naturaleza. Por ejemplo, ellas han sido las "domesticadoras" de plantas silvestres que el resto de la humanidad utiliza actualmente en la alimentación o en la medicina. Ante la crisis alimentaria, son las mujeres quienes han sido las eternas responsables de cubrir, de velar por la familia. Asimismo las mujeres en el campo y la ciudad no poseen ordinariamente la propiedad de la tierra o la casa y po lo mismo suelen ser las más desprotegidas.

Las mujeres de áreas rurales producen en la actualidad entre el 60% y el 80% de los alimentos en la mayoría de los países con bajos índices de desarrollo. También son las mujeres las que deben improvisar soluciones a diario y ofrecer respuestas eficaces a los desafíos impuestos po el cambio climático. Esto incluye la agricultura sostenible y orgánica, la recolección de agua, la protección forestal y la forestación.

Tanto en áreas rurales como urbanas, el problema de la contaminación y la falta de agua potable acarrea problemas de salud a las familias, constituyendo la principal causa de infecciones intestinales, brotes en la piel y parásitos que afectan a la población más vulnerable como son mujeres, niños y niñas, y adultos mayores. Asimismo las aguas subterráneas son cada vez menos y la tala indiscriminada de masas boscosas y el subsiguiente monocultivo causan sequías o tormentas severas, que a su vez causan inundaciones y deslizamientos de tierra. En áreas urbanas y periurbanas las inclemencias climáticas: tormentas, granizo y otras, agudizan aún más los problemas habitacionales y la precariedad de las viviendas.

LAS MUJERES Y LAS AUDIENCIAS DE JUSTICIA CLIMÁTICAS EN 2011

Fortaleciendo voces, buscando soluciones

Ente Octubre y Diciembre de 2009, una serie de Audiencias de Justicia Climática fueron organizadas por el Llamado Mundial de Acción contra la Pobreza (GCAP) en 19 países en tos el mundo. El objetivo de estas audiencias fue el de permitir que aquellos que han sido afectados por el cambio climático pidieran compartir sus historias, expresar sus preocupación y exigir un espacio en el debate político en torno a la justicia climática. Los testimonios que surgieron de estas audiencias expusieron el impacto real del cambio climático sobre las vidas de millones de personas en todo el mundo, así como algunos de los procesos de adaptación y estrategias de mitigación encontrados por las comunidades. Durante las audiencias, muchos de los participantes afirmaron que su experiencia de encontrarse con otros y aprender de los efectos del cambio climático en otras comunidades fue poderosa y enriquecedora y así el proceso ha dado lugar a una acción continuada de coordinación en una serie de países.

Este año, GCAP junto al Grupo de Trabajo Feminista organizará audiencias en quince países de África, Asia y América Latina: Argentina, Brasil, El Salvador, México, Perú, Botswana, Ghana, la República Democrática del Congo, Nigeria, Uganda, Zambia, Bangladesh, Pakistán y la India.

La Audiencia "Mujeres y Justicia Climática 2001 - Argentina: Fortaleciendo voces, buscando soluciones" será ejecutada por el Instituto de Desarrollo Humano y Promoción Humana (INDES), ONG que forma parte de la red Encuentro de Entidades No Gubernamentales para el Desarrollo (EENGD). Encuentro es la organización que impulsa la Campaña de Acción Global contra la Pobreza (GCAP) en el ámbito de la República Argentina. Colaborarán en la organización del evento otras dos entidades sin fines de lucro: el Instituto de Cultura Popular (INCUPO) y el Grupo de Voluntariatto Civile (ONG GVC ONLUS).

La Audiencia se llevará a cabo en la ciudad de Resistencia, Provincia del Chaco, Argentinael día 11 de Octubre de 2011 (lugar a confirmar). Los resultados serán presentados, acompañados de una gran movilización del 15 de Octubre "Día Internacional de la Mujer Rural" (lugar y horario de salida a confirmar).

Fuente: INCUPO

Temas: Crisis climática, Feminismo y luchas de las Mujeres

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