Boletín de la RALLT N° 405
Compartimos con ustedes una serie de noticias y análisis preocupantes sobre la situación de los transgénicos en América Latina, como posibles liberaciones de mosquitos transgénicos para combatir el dengue, el avance de los transgénicos en Cuba y Argentina y las resistencias locales, así como el impacto social de las plantaciones de palma en Honduras. Boletín N° 405 de la Red por una América Latina Libre de Transgénicos
CAMPESINOS DE SANTIAGO DEL ESTERO RESISTEN EL AVANCE DE LA SOJA
Página 12
10 diciembre 2010
"Si nos expulsan de las tierras de nuestros antepasados para plantar soja, sólo nos queda ir a las villas", alertó Guido Corvalán, líder de un grupo de campesinos que se manifiesta al costado de la ruta principal de la localidad de Vilmer, en protesta por "los desalojos compulsivos" y para "evitar que se arrase con el bosque nativo" en pos de plantaciones de soja transgénica, impulsada por "empresas extranjeras y fuertes intereses nacionales".
Veinte familias acampan desde hace más de un mes al costado del camino en un intento por llamar la atención de las autoridades locales ante los intentos de expulsión de sus tierras y la situación de riesgo del bosque nativo de quebrachos colorados, desplazados por el avance de la soja, un cultivo que se multiplicó 26 veces en las dos últimas décadas en la región.
"Vienen empresas extranjeras y fuertes intereses argentinos. La intención es comprar y comprar. O directamente el desalojo compulsivo. Lo único que le queda al campesino es resistir. Sólo queremos frenar la venta ilegal de tierras y proteger el bosque para mantener nuestros animales", señala Luis Recio, mientras intenta protegerse del calor agobiante de la zona.
Recio, como varios de sus compañeros, tiene pedido de captura emitido por jueces que apoyan a grandes hacendados al soslayar la doctrina veinteañal por la cual se reconoce la tenencia a quienes estén asentados por generaciones en esa región.
Pese a que los campos santiagueños donde crece el quebracho colorado y las lluvias son escasas no son los ideales para el cultivo de la soja, los hacendados aprovechan el bajo valor de las tierras, aunque sólo tengan una buena cosecha en un lustro.
"No los entiendo. En cinco años podrán tener la suerte de sembrar soja sólo un año. El negocio es el bajo valor de la hectárea en la Santiago del Estero, de unos 150 dólares, mientras en la rica pampa húmeda es de unos 10.000 dólares", añadió Omar Pranzoni, jefe del Departamento de Forestación local.
La tala del quebracho colorado se realiza muchas veces en forma clandestina porque una ley provincial lo impide salvo autorizaciones expresas, pero algunos hacendados se las ingenian y dejan una hilera de árboles en el perímetro de sus campos para evitar que las topadoras se vean desde afuera, y arrasan con el bosque.
Las plantaciones de soja en Argentina ocupa 18,5 millones de hectáreas para una cosecha estimada de 52,7 millones de toneladas en 2011. Es el mayor producto de exportación del país, al que le deja 6000 millones de dólares anuales. Sin embargo, Argentina perdió en un siglo el 70 por ciento de sus bosques, que se redujeron de 100 millones de hectáreas a 33,19 millones de hectáreas actuales.
"Aquel que desmonta no tiene idea lo que hace. Son necesarios unos 50 años para restablecer el bosque. Unas 60.000 hectáreas fueron desmontadas legalmente en Santiago del Estero", dijo Pranzoni y citó un estudio federal de 2004 que señala que sólo una de cada seis hectáreas de bosque se tala con autorización.
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TRANSGÉNICOS EN CUBA, NECESIDAD URGENTE DE UNA MORATORIA
Fernando R. Funes Monzote
Rebelión
EL PROBLEMA
La introducción de transgénicos en Cuba es un asunto más relevante de lo que algunos podrían pensar. Las consecuencias ecológicas, económicas, sociales y políticas de esta decisión no deberían subestimarse. A pesar de las advertencias y reclamos de un creciente número de personas preocupadas, el programa original no se ha detenido. En estos momentos resulta imprescindible y urgente una moratoria que permita reflexionar –a todas las instancias– sobre los riesgos probados y probables a que nos exponemos.
La carencia de información y transparencia sobre el tema preocupa a quienes hemos expresado reiteradamente la necesidad de un debate abierto y participativo sobre una cuestión tan relevante. La manera excluyente en que se han tomado decisiones al respecto, puede estar hipotecando el futuro de la nación en nombre de la urgencia y “necesidad” de alternativas para resolver el problema alimentario y sustituir importaciones. Los defensores de la tecnología subestiman, ignoran o acusan de anticientíficos a aquellos que nos oponemos o simplemente a quienes dudan de la pertinencia de haber introducido el maíz transgénico FR-Bt1 en el país. Las decisiones de escalado quedan en manos de personas que poco o nada conocen del origen y riesgos de esta tecnología, pues no se han presentado datos con rigor científico sobre sus supuestas ventajas.
Vale repetir que el problema de la alimentación en Cuba no tiene que ver con la falta de tecnologías. La ciencia cubana cuenta desde hace mucho con soluciones efectivas y apropiadas para nuestras condiciones desde el punto de vista ecológico y socioeconómico. Se ha demostrado que un modelo agroecológico, de bajo impacto ambiental, alta diversidad genética, tecnológica y sociocultural; desarrollado a pequeña y mediana escala, tiene el potencial de alimentar a la población cubana. El problema es que no se han invertido suficientes recursos en este modelo que algunos decisores y encumbrados científicos han considerado como un paliativo y no como una estrategia de futuro. Hay mucho que hacer en términos organizativos, tecnológicos, sociales y ecológicos para producir más alimentos antes que optar por una tecnología tan riesgosa como la transgénesis.
¿Qué hacer?, es la pregunta. No hacer nada y dejar que se derrumbe por sí sola como otras tecnologías similares, es la recomendación de algunos que optan por no presentar posiciones divergentes sino conciliadoras. En el pasado se han derrochado cuantiosos recursos a causa del silencio y la complacencia, por el aquello de que “siempre hay una buena oportunidad de quedarse callado”. Mucha de la ciencia “objetiva” que se genera no tiene vínculo alguno con la sociedad y, por ende, atenta contra esta. Por eso hoy los gobernantes y los políticos tienen mucha más responsabilidad que antes. Las consecuencias de una equivocación serán mucho más dramáticas e incontrolables. El riesgo solo puede minimizarse o asumirse con información, participación y precaución. En el caso que nos ocupa, ninguno de estos tres elementos está siendo considerado.
¿QUIÉN ES EL ENEMIGO?
Un funcionario recientemente afirmó que el libro Transgénicos ¿qué se gana? ¿qué se pierde? Textos para un debate en Cuba “le hace el juego al enemigo”. Aseveración tan paradójica como retadora. Pero, ¿quién es “el enemigo”? ¿Aquellos que se frotan las manos con la introducción de transgénicos en Cuba o quienes tienen una posición anti-transgénicos? ¿Por qué habría que aceptar complacientemente la idea de que existe un transgénico “socialista”? ¿Por razones ideológicas o por razones científicamente fundadas? ¿De qué ideología y de qué ciencia estaríamos hablando? Aquí hay que tomarse un momento y reflexionar sobre la conexión tecnología-ideología en la génesis de los modelos agrícolas y aplicación.
Creo firmemente que no se trata de buscar al “enemigo”, que como ya se ha afirmado puede estar en la misma actitud de algunos que se autoproclaman revolucionarios. Sobre la conexión tecnología-ideología es prudente recalcar una cita que la estudiante quebequense de estudios ambientales Mélanie Bélanger, citó de Levins (2005) 1 en su artículo “Respuesta al Dr. Carlos G. Borroto. De los "transgenéticos" socialistas milagrosos” publicado en este sitio Rebelión el 28 de mayo de 2010:
«(...) la ciencia evoluciona acorde con las necesidades de la industria y sus filosofías dominantes. Al fin y al cabo, la lucha entre una agricultura altamente tecnológica-química y una agricultura ecológica es también una lucha entre una visión mecanicista/reduccionista y una visión dialéctica de la naturaleza y de la ciencia. Pero, lamentablemente y demasiado a menudo, algunos socialistas caen en un progresismo pasivo que solamente ve un costado de la contradicción, imagina solamente una vía de progreso a lo largo de la cual las cosas son más avanzadas o más atrasadas. Luego imaginan que tecnologías capitalistas pueden ser adoptadas integralmente para fines socialistas. Esta admiración hacia la tecnología burguesa ha sido precisamente uno de los elementos de fracaso de la desastrosa historia de la industria soviética» (Levins, 2005: p.175-176).
FALTA DE TRANSPARENCIA
Cuba liberó el maíz transgénico FR-Bt1 y este se extiende inconteniblemente. El público que conoce sobre los riesgos e implicaciones de tal decisión está preocupado, alarmado y desconcertado por ver como continúa su expansión. La noticia publicada en el periódico Juventud Rebelde que asegura la existencia de una “estrategia dirigida a sembrar alrededor de 200 caballerías (2684 hectáreas)” de este cultivo en la provincia de Sancti Spíritus, activó nuevamente las alarmas. ¿Cuál será el área total sembrada en el país en el 2010? ¿Por qué no se ha ofrecido esta información? ¿Acaso serán 10 000 o 15 000 hectáreas? Ya se ha hablado de sembrar 40 000 hectáreas de soya con apoyo técnico brasileño y se comenta que este cultivo será “liberado” próximamente.
El maíz transgénico se introdujo con la anuencia de las autoridades competentes designadas por el Estado para tal fin, quienes recibieron documentación que consideraron válida para afirmar, en ese momento, que era posible correr el riesgo para el medioambiente y para la salud humana, pues garantizaba el incremento de la producción de alimentos. Pero… ¿de qué documentos estamos hablando? ¿Dónde están los estudios científicos que avalan la inocuidad ambiental y para la salud humana de este transgénico cubano? ¿Ha tenido usted acceso a esos estudios? ¿Por qué son secretos y clasificados tales documentos? ¿Qué métodos habrán empleado los promotores de la tecnología para convencer a las autoridades del Ministerio de la Agricultura de que el maíz transgénico tiene un rendimiento mayor que otras variedades ya empleadas? ¿Les habrán mostrado algún estudio serio del asunto? El debate carece de estos importantes elementos. Si asumimos que el incremento del rendimiento es el objetivo fundamental de la introducción de esta variedad, que ameritaría todas las inversiones y riesgos por correr, ¿por qué un estudio tan simple como puede ser la comparación entre variedades transgénicas y no transgénicas debería ser secreto?
E n una reunión celebrada el día 16 de julio pasado en la Facultad de Biología de la Universidad de La Habana, se acordó que se formaría una comisión para realizar estudios de inocuidad a cargo de otras instituciones entre las que el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) no estaría incluido. Podría parecer un paso de avance, pero ¿sería este también un reconocimiento de que se procedió a la aprobación de la licencia sin tener suficientes argumentos o que estos estudios no fueron realizados antes? No debe perderse de vista que el problema original tiene vínculo directo con esa institución que fue la que introdujo el transgénico y, por tanto, debe ser la principal responsable de demostrar tal inocuidad a los organismos competentes y a la sociedad.
Es correcto que otras instituciones se enfrasquen en este objetivo complejo y costoso, sin embargo, la ciencia ya ha demostrado suficientemente los riesgos del empleo de transgénicos en la producción de alimentos, lo que no se ha demostrado convincentemente es su inocuidad. El principio de la equivalencia sustancial es erróneo e inaceptable. Mientras tanto, el maíz FR-Bt1 sigue expandiéndose y se prevé la introducción de otros cultivos. Para que sea un proceso transparente y comprometido, lo primero es detener de inmediato su siembra en condiciones comerciales y hacer que regrese a los laboratorios o áreas experimentales controladas.
EL MAÍZ DE LAS SEIS MAZORCAS
L a diseminación acelerada de la variedad transgénica de maíz FR-Bt1 atenta seriamente contra la biodiversidad de las razas criollas. Al reducir la heterogeneidad genética, limita considerablemente la capacidad de adaptación de los sistemas campesinos a las variaciones del clima. Con el empleo masivo de una variedad de maíz transgénico veremos venir años malos y años peores.
El imaginario popular campesino cubano ha llevado la noticia de boca en boca : “este es el maíz de las seis mazorcas”… y la semilla se pasa de mano en mano sin control. Hace pocos días un campesino me aseguró que había sembrado en su finca aquel maíz milagroso que alguien le “consiguió”. Muy pronto pudo comprobar que, al igual que otras variedades que conoce, este también tenía solo dos mazorcas y no rindió más que el criollo que suele sembrar. Lo que él no sabía era lo que no podía ver: este “maíz milagroso” llevaba dentro una información genética que lo hace comportarse de forma diferente. Lo sembró igual que al tradicional, no utilizó herbicidas y no tuvo problemas de plagas, como con la semilla criolla que habitualmente emplea. No conocía de la necesidad de sembrar un refugio , como tampoco tenía idea de lo que es la insectorresistencia . ¿No es que de acuerdo con los reglamentos de seguridad biológica los campos transgénicos deben mantenerse bajo estricto escrutinio, evitando su diseminación descontrolada? En teoría, el Centro de Seguridad Biológica, apoyado en las estaciones provinciales del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), debe velar por que agricultores que no están dentro del programa empleen estas semillas. Pero, ¿quién lo podría evitar después de destapada la Caja de Pandora? ¿Cómo hemos llegado a este punto? ¿Qué nos ha conducido a esta absurda encrucijada? ¿Cómo salir de ella?
La falsa expectativa de lograr mayores rendimientos con el maíz transgénico FR-Bt1 se riega como la pólvora en el campo cubano, y sobre todo porque llega en forma de directiva, cual si fuese la varita mágica que solucionará la escasez de alimentos y que reducirá importaciones. El “paquete” viene acompañado con recursos de los que el maíz tradicional nunca dispuso, siendo un cultivo de rotación muy bien conocido por los agricultores. Aún así, no existe una evidencia creíble de su efectividad.
El aumento de rendimiento ha sido uno de los caballos de batalla de los promotores de los transgénicos. En los Estados Unidos, el país donde por más tiempo y con mayor área agrícola se ha implementado la siembra de estos cultivos, se realizó un estudio a largo plazo que revela su fracaso en términos de rendimiento. Entonces surge la pregunta evidente: ¿Si no incrementan los rendimientos, por qué se han expandido tanto en todo el mundo? ¿Qué es lo que hace a los transgénicos tan atractivos para los agricultores? El reporte “Failure to yield”, por supuesto, descalificado por Monsanto, disponible en: ver aquí intenta clarificar algunas de las dudas que puedan existir sobre el supuesto incremento de los rendimientos del maíz transgénico.
ATENTADO CONTRA LA AGRICULTURA CAMPESINA
L a introducción al medio natural de organismos transgénicos en Cuba desconoce los llamados de alerta sobre sus implicaciones. El problema no es la manera en que se use la tecnología, sino la tecnología en sí misma por nociva, peligrosa e inútil, un verdadero atentado a la agricultura campesina. Aunque se disfrace de ecológica, al supuestamente emplear Ecomic, Fitomas u otras alternativas orgánicas, la realidad es que la tecnología, desde su propia creación y propósito, se concibió para el uso de herbicidas, terrazas planas y un andamiaje tecnológico que ni está ni estará al alcance de los agricultores pequeños cubanos. Entonces, ¿por qué involucrar a los campesinos en esta aventura? La hipótesis de que los cultivos transgénicos refuerzan la Soberanía Alimentaria es rechazada desde hace mucho por todos los movimientos sociales del mundo.
Transnacionales como Monsanto, Syngenta y otras han relacionado los transgénicos con la agricultura ecológica como una estrategia comercial, pero sin un demostrado sustento científico. El modelo de producción que propone el CIGB para el cultivo de transgénicos es divergente de la agroecología, socava el desarrollo que esta ha tenido durante los últimos 20 años en la Isla y constituye un fuerte revés al movimiento agroecológico cubano. La Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), coordinadora del Movimiento Agroecológico de Campesino a Campesino debería reflexionar seriamente sobre esto. Así, la alternativa agroecológica se ve amenazada en sus tres pilares básicos: diversificación (genética y tecnológica), descentralización (disminución de la escala y participación) y autosuficiencia alimentaria.
Aún quedan innumerables oportunidades, capital social, reservas productivas, tecnología, tierra, posibilidad de implantar m ecanismos económicos, entre otras alternativas para incrementar la producción de alimentos en Cuba y sustituir importaciones. Se conoce que los bajos rendimientos que hoy se logra en la mayoría de los cultivos y la deprimida producción animal, pueden duplicarse con pequeños ajustes de manejo. Por otra parte, parecen insuficientes, pero no es poco que tengamos 1.5 millones de trabajadores agrícolas. Desde el siglo XV ya una persona podía producir para 10. Lo que realmente necesitamos es invertir recursos financieros para que se pueda hacer agricultura familiar y para que los agricultores tengan condiciones que les permitan trabajar y vivir decorosamente en el campo.
URGENCIA DE UNA MORATORIA
Si es que existen y no fueran secretos, el público cubano debería conocer la metodología y los resultados de los estudios que garantizan la inocuidad del maíz FR-Bt1. Es necesario propiciar el debate en espacios públicos y que el tema no continúe secuestrado a lugares cerrados y auditorios reducidos. En tanto no se realice el debate y se llegue de manera participativa a decisiones democráticas, debe implantarse una moratoria al uso de cultivos transgénicos en Cuba. Es imprescindible aplicar el principio precautorio hasta que queden asuntos clave por discutir, en aras de tomar decisiones más conscientes y responsables. Continuar diseminando transgénicos es una muestra de irresponsabilidad, soberbia e irrespeto a la opinión y a la voluntad de los cubanos de definir su destino. Por eso, antes de renovar las licencias otorgadas para este cultivo, que se vencen este año 2010, se impone una moratoria. Quien tenga la competencia para promover y hacer cumplir esta medida, debería hacerlo.
1 Levins, Richard. 2005. «A Left Critic of Organic Agriculture». New International, no.13: 175-176.
* El autor de este texto es Agroecólog, PhD de la Estación Experimental "Indio Hatuey" de la Universidad de Matanza, Cuba
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SE PODRÍA LIBERAR MOSQUITOS TRANSGÉNICOS EN BRASIL
Un mosquitos transgénico producido en el laboratorio para combatir el dengue fue producido en el laboratorio y recibió la aprobación de la Comisión Técnica Nacional de Bioseguridad CTNBIO en Brasil, primero para ser desarrolaldo en el laboratorio, y luego para ser liberado en el ambiente.
Los mosquitos transgénicos desarrollan lo que los investigadores llama “machos estériles”, pero en realidad son machos que incorporan un gen que le permite al macho aparearse y reproducirse, pero que mata a su descendencia, es una especie de “macho Terminator”.
El estudio es coordinado por la profesora de la Universidad de São Paulo (USP) Margareth Capurro. En Brasil, la primera prueba fuera del laboratorio debe ocurrir en Juazeiro (BA), donde el equipo del profesor comenzó el proyecto en julio de este año.
Se escogió a Juazeiro como el lugar para implementar el plan piloto, por sus características ambientales y por la presencia de una biofábrica llamada Moscamed donde se trabaja con la mosca de la fruta transgénica, también en el desarrollo de “machos estériles”. La idea es que estas moscas actúen como agentes de control biológico en el Valle de Río São Francisco.
La nave donde se instalará en el proyecto tiene la capacidad de desarrollar un millón de huevos por semana, pero tiene el potencial de porducir hasta mil millones de huevos en el mismo período. Inicialmente, después de la liberación de los mosquitos, el período de evaluación será de dos años.
"No podremos ir tras el mosquito. Es él quien debe llegar a la trampa. "Las palabras son de una investigadora en el Centro de Investigación Aggeu Magalhães, Recife, Leda Regis. Ella aboga por un enfoque de la política de lucha contra la población deade control de mosquitos adultos y no de las larvas de Aedes aegypti - como en el marco del programa nacional.
Fuente:
Sociedade Brasileira de Infectologia.
Pesquisa tenta desenvolver um mosquito da dengue macho capaz de reprodução de novas larvas
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EL TERRITORIO DE ULTRAMAR ES USADO COMO LABORATORIO PRIVADO PARA UNA EMPRESA QUE DESARROLLA MOSQUITOS TRANSGÉNICOS
Boletín de prensa de GeneWatch UK
14 de diciembre 2010-12-20
Una boletín de la organización británica GeneWatch UK cuestiona el role que el sector científico está jugando en la liberación de tres millones de mosquitos transgénicos (GM) en las Islas Caimán a principios de este año. El secreto con el que estos experimentos fueron hechos fueron recién revelados por la compañía Oxitec el mes pasado. La que dice que los mosquitos eran estériles. Oxitec es una empresa que pertenece a la Universidad de Oxford y la liberación de los mosquitos fue financiada por la empresa Wellcome Trust: ninguno de ellos aparentemente no han pedido ninguna observación ética antes de empezar el ensayo en la isla Grand Cayman
La Universidad de Oxford es inversionista en Oxitec, que espera generar ingresos para la universidad en el futuro. La compañía también debe £ 2,250,000 a un inversionista de riesgo multimillonario en Boston, al que debe pagar para el año 2013. La empresa está perdiendo £ 1,700,000 al año y su plan de negocio le obliga a comercializar sus productos y cobrar tarifas por la liberación continua de los mosquitos transgénicos, destinados a reducir la transmisión del virus del dengue. El ex ministro de Ciencia, Lord Drayson, y el ex Presidente de la Sociedad Real Británica Lord May actuaron como asesores de los inversionistas de Oxitec
La directora de GeneWatch - Reino Unido, la Dra. Helen Wallace, dijo: "El establishment científico británico está actuando como el último bastión del colonialismo, usando el territorio de ultramar como un laboratorio privado. No hay excusas para la financiación de los ensayos sin consulta pública o una supervisión ética, sólo para ayudar a una empresa que está muy endeudada ".
En malasia se harán ensayos similares con los mismos mosquitos modificados genéticamente pronto. El mayor riesgo con el enfoque de la compañía es que hay una especie diferente y más invasiva (el mosquito "Tigre Asiático) que puede ocupar el nicho ecológico dejado por las especies que se pretende controlar (el mosquito de la fiebre amarilla). Este mosquito puede transmitir otras enfermedades y las que serán cada vez más difícil de erradicar. Se espera que la compañía ha creado ya un mosquitos tigre transgénico asiático, con miras a su comercialización en el futuro, para hacer frente a este problema se esperaba.
"La gente en Malasia debe tomar sus propias decisiones acerca de cómo abordar mejor el dengue", dijo el Dr. Wallace, "Pero ellos tienen que ser informados sobre los riesgos potenciales y por qué la empresa tiene tantas ganas de seguir adelante. Hay un peligro real de que este enfoque para la reducción de las poblaciones de mosquitos podrían causar un daño a la salud pública. También es probable que cerquen a los países en desarrollo en pagos continuos por las liberaciones de los dos productos de mosquitos modificados genéticamente. "
Científicos de Oxitec han publicado modelos computarizados sobre el descenso de las poblaciones de mosquitos como consecuencia de la liberación de sus mosquitos modificados genéticamente, pero no han incluido el efecto de las dos especies diferentes de mosquitos, y de sus interacciones con las cuatro formas del virus del dengue y otras enfermedades tropicales.
Oxitec tiene estrechos vínculos con la empresa que hace cultivos transgénicos Syngenta y también está desarrollando versiones de plagas agrícolas transgénicas a ser comercializadas en el futuro, en parte para combatir el creciente problema de plagas resistentes, causado por la presencia extensiva de cultivos de maíz, soya y algodón, resistentes a insectos (Bt) (2). Ha recibido además importantes subvenciones públicas, incluyendo más de £ 2.5 millones en donaciones en el Reino Unido, a través del Consejo de Investigación en Biotecnología y Ciencias Biológicas (BBSRC), principalmente para proyectos conjuntos con la Universidad de Oxford.
Notas:
(1) Oxitec’s genetically-modified mosquitoes: in the public interest? GeneWatch UK briefing. December 2010. Disponible en: ver aquí
(2) La lista de pestes transgénicas de Oxitec puyeden ser encontrada en: ver aquí
Gusanos modificados genéticamente para contener un marcador fluorescente se han probado en los EE.UU., pero estos fueron esterilizados con radiación, en lugar de ser modificados genéticamente con el rasgo de Oxitec de "letalidad condicional".
Esta semana se encontró la presencia de gusanos del algodón resistentes a la toxina presente en el algodón Bt en la India: ver aquí
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OXITEC TAMBIÉN EN MÉXICO
RALLT
En México se estarían haciendo ensayos con mosquitos transgénicos en Chiapas.
De acuerdo a la empresa Oxitec en México se estaría trabajando con Aedes aegypti-OX3604C (nombre comercial de los mosquitos transgénicos), con una cepa RIDL de hembras no-voladoras. Cuando los mosquitos se crían sin el antídoto, la tetraciclina, las hembras adultas no pueden volar o aparearse, ni chupar sangre y propagar de la enfermedad.
La cepa contiene el marcador fluorescente DsRed que es claramente visible en las larvas.
OX3604C está disponible en un fondo genético mexicano, y ha sido desarrollado en un consorcio liderado por la Universidad de California en Irvine, administrado por FNIH en nombre de la Fundación Bill y Melinda Gates con su iniciativa “Grand Challenges for Global Health Initiative”. Otros miembros incluyen a la Universidad de Cornell, la Universidad y de California en Davis y la Universidad Estatal de Colorado (CSU). El profesor W. Bñack y M. Wise Valdez de CSU han hecho una introgresión de los mosquitos OX3604C en un laboratorio mexicano de estirpes genéticas diversas (GDLS) e hicieron ensayos en jaulas cubiertas.
El Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) de México, otro miembro del consorcio, ha obtenido un permiso para importar OX3604C en México y evaluar la cepa en grandes jaulas a gran escala al aire libre en Chiapas en 2010.
De acuerdo a una información difundida por un diario mexicano, este es un proyecto que fue seleccionado como uno de los 24 proyectos científicos conjuntos de México con la Unión Europea, financiados por ambas partes, mediante el Fondo de Cooperación Internacional en Ciencia y Tecnología México-Unión Europea (Foncicyt)
En esta investigación compartida participan, por la parte mexicana, el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), de la Secretaría de Salud, y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Por parte del Reino Unidos participa la compañía biotecnológica Oxitec Limited, de la ciudad de Oxford; mientras que por Grecia participan el Instituto de Biología Molecular y Biotecnología, con sede en Creta, y la Fundación para la Investigación y Tecnología. El costo total de la investigación se estima en 14.6 millones de pesos, de los cuales el fondo compartido México-Unión Europea, el Foncicyt, aportará 10.2 millones de pesos.
Fuentes: ver aquí y aquí (24 de octubre 2010)
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HONDURAS: CAMPESINOS EXPULSADOS COMO ALIMAÑAS
Honduras | 11 de diciembre de 2010
Fuente: Rel-UITA
Por Giorgio Trucchi
Militares y policías armados hasta los dientes desalojan con violencia a familias campesinas indefensas. La presencia de organizaciones de derechos humanos y periodistas nacionales e internacionales evita, esta vez, un nuevo baño de sangre en el Bajo Aguán.
El amanecer del jueves 9 de diciembre fue de terror para decenas de familias campesinas del Bajo Aguán. Varios contingentes de militares y policías, armados hasta los dientes, desalojaron sin ninguna orden judicial, ni presencia de un juez interventor, el asentamiento Paso Aguán, en la margen izquierda del río Aguán.
La delegación de organizaciones de derechos humanos y periodistas nacionales e internacionales llegó al lugar justo cuando los cuerpos represivos del Estado estaban terminando su “trabajo”.
Decenas de efectivos, armados con fusiles M16 y hasta con una ametralladora M60, estaban obligando a hombres, mujeres, niños y niñas a abandonar el lugar que habían recuperado hace unos meses de las manos del terrateniente palmero Miguel Facussé Barjum.
Un escenario de guerra declarada contra la lucha campesina que pide, exige, tierra para trabajar y sobrevivir.
Una guerra absurda que se libra bajo las ramas de miles de plantas de palma africana que trajeron explotación, violencia y sangre derramada, acabando con la seguridad alimentaria de la mayoría de la población que vive en esas tierras fértiles del Bajo Aguán
Ante nuestros ojos se extiende un panorama dantesco: las humildes champas* están destruidas y quemadas. Hay colchones, utensilios de cocina y ropa personal regadas por todo el lugar, sobre el suelo mojado por el violento aguacero de la noche anterior.
Miradas perdidas de mujeres abrazando a sus niños. Hombres enojados gritando desesperadamente sus verdades, ante la mirada inmutable de uniformados que tratan de justificar lo injustificable.
Marchan en fila las familias desalojadas. Cada miembro carga algo en sus hombros, dirigiéndose hacia la nada. No tienen un lugar adonde ir.
Al final del día, es la solidaridad del Movimiento Campesino del Aguán (MCA) y de la comunidad Guadalupe Carney, también asediada por los militares, la que viene a paliar en parte esta dramática situación y a brindarles un lugar donde refugiarse.
LA LEY DE LA SELVA
“Estamos cumpliendo las órdenes dictadas por el juez. Hacemos nuestro trabajo y ustedes no deben tergiversar lo ocurrido. Aquí no hay un solo herido, ni presos, y fueron los campesinos a darles fuego a sus champas”, trataba inútilmente de justificarse el relacionista público de la Policía, Alex Madrid, mientras tomaba fotos a los periodistas y activistas de derechos humanos.
“Llegaron a las 5 de la mañana, encapuchados. Nos tiraron boca abajo y nos amenazaron. Destruyeron y quemaron nuestras champas como si fuéramos alimañas, se llevaron nuestros machetes, y ahora ni siquiera nos quieren dejar salir con nuestras cosas”, cuenta enardecido uno de los campesinos desalojados que prefirió mantener el anonimato.
“Ya no se puede vivir, y estamos resignados a que nos maten los militares. Estamos abandonados en el Bajo Aguán. Nos quemaron las casas, quedamos sin nada y no tenemos la más mínima duda de que todo esto es obra de Miguel Facussé.
No tenemos armas, solo nuestros machetes y garrotes, sin embargo nos atacan, nos desalojan, nos reprimen sin piedad”, agregó otro de los expulsados por la violencia militar.
Después de varias horas de permanencia en el lugar, la delegación logró asegurar la salida a salvo de todas las personas del asentamiento Paso Aguán, y se dirigió hacia la comunidad Guadalupe Carney, donde parece ser inminente el desalojo violento de la toma indefinida iniciada hace cuatro días por las organizaciones campesinas.
“En Honduras ya no existe la ley. La única ley que se cumple es el capricho del poderoso y el pueblo indefenso está bajo esta ley mortal. Hay que ir a las casas de la gente y ver cómo está viviendo. Es la miseria total. Es la idea que está destruyendo al mundo: el dinero por encima de la vida. No podemos seguir así”, aseveró el sacerdote Fausto Milla, miembro de la Comisión de Verdad, mientras, caminando, dejábamos atrás la vergüenza de este nuevo atentado contra un pueblo en resistencia y en lucha por la vida.
Notas:
Galería fotográfica del desalojo: ver aquí y aquí