Un campo sin campesinos
Con la entrada como socio número 37, a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico – OCDE; Colombia inicia un proceso de modernización, sobre todo para el campo. “Entrar a esta organización es un paso importantísimo en el empeño por modernizar nuestro país”, dice Santos una vez que por voto unánime, este organismo admitió a Colombia.
Pero, ¿Qué papel juega este organismo internacional en la modernización de las políticas agropecuarias para el campo colombiano? La OCDE hace referencia al tema de agricultura – AGR, esta, es la dirección de la alimentación, agricultura y pesca, cuya función es elaborar análisis y recomendaciones para ayudar a los gobiernos a concebir y poner en marcha políticas que le permitan alcanzar sus objetivos de manera eficaz, e intentando minimizar las distorsiones en el comercio internacional de los procesos agrícolas.
En el contexto colombiano, con respecto al campo, se puede decir que Colombia es el país más desigual de la región latinoamericana en relación con el acceso a tierras. Según la revista portafolio en una publicación de julio de 2017 en el informe ‘Radiografía de la desigualdad’, presentado por la ONG OXFAM, asegura que «Colombia se sitúa en el primer lugar en el ranking de la desigualdad en la distribución de tierra» en América Latina. Según el informe, que se basa en el censo agropecuario de 2014, el 1% de las explotaciones o unidades de producción más grandes controlan 81% de la tierra en Colombia, por encima del 77% que manejan en Perú o el 74% en Chile.
¿Qué piensan los campesinos?
En esta perspectiva, ¿Qué significan las políticas de Estado, para el campo colombiano al posicionarnos a nivel internacional? Según Johana Castaño vicepresidenta del Coordinador Nacional Agrario – CNA, “lo que se ha venido analizando antes que Duque iniciara su periodo de Gobierno, es que se empiezan a asumir unas directrices de carácter internacional, una de las estrategias que se tienen con los gobiernos en los últimos periodos en el continente, es reversar lo que se había avanzado uno con gobiernos progresistas, y dos, en gobiernos como el de Juan Manuel Santos que había logrado construir en los territorios por lo menos una expectativa frente al tema de paz. El acuerdo de paz FARC – Gobierno, contiene, una reforma agraria que incluye la entrega de 3 millones de hectáreas a los campesinos y la formalización de la propiedad de otros 7 millones de hectáreas».
Para el Gobierno de Iván Duque, la finca integral perdería vigencia y se aplica la agricultura planificada, es decir un solo producto, actualmente una finca puede tener alrededor de 40 productos entre agrícolas y pecuarios, afirma Johana Castaño, “con el nuevo Plan Nacional de Desarrollo – PND, lo que se viene es todo un paquete de propuestas que van en contra de la cultura y la tradición campesina”. Ejemplos que se ven claramente son: “uno que tiene que ver con la profundización del extractivismo porque todos los proyectos mineros de hidrocarburos están sobre las zonas productivas. Con las propuestas en el PND, se va a perder la vocación del campo, porque el campesino ya no elegirá que es lo que siembra en su territorio o finca, sino que, desde el Gobierno Nacional y desde todas las instituciones se diseña un plan y se dice que es lo que se tiene que sembrar”.
Por ejemplo, para el departamento de Arauca pueden decir que solo se va a destinar a la siembra del cacao y nadie puede cultivar otra cosa. Incluso, si un campesino se sale de los estándares impuestos por el Gobierno y sus entidades, corre el riesgo de sufrir sanciones.
El otro elemento que es lesivo para el desarrollo del campo y los campesinos, “es la continuidad de las ZIDRES, que son las Zonas de Interés para el Desarrollo Rural Estratégico, donde el Gobierno empieza con mayor fuerza, a través del Plan Nacional de Desarrollo – PND, a apropiarse del resto de territorios y a declarar las ZIDRES, que solo lesionan la soberanía alimentaria”. El PND, lo que busca es que los campesinos salgan de los territorios, del campo y realmente lo que implica esto, es la implementación del agronegocio. Agregó la vicepresidenta del CNA.
El Comité de Integración del Macizo Colombiano – CIMA, asegura “la política de Duque, al campesinado lo considera como ineficiente, como incapaz y como atrasado, por eso las propuestas que se están haciendo de agricultura por contrato, de alianzas productivas, pretenden que la producción del campesinado esté bajo la tutela de los grandes empresarios; eso quiere decir que, se va a priorizar los proyectos productivos que tengan relación con la agroindustria”.
Esto va en contra del trabajo y desarrollo del campesino porque, este sustenta el 68% de la comida que consumen los colombianos a pesar que no hay políticas que lo apoyen. “El PND, representa a la agroindustria, los monocultivos, la exportación; lo que pone en riesgo la soberanía agroalimentaria”. Afirma Robert Daza, del CIMA.
Las propuestas, iniciativas y las políticas construidas desde las organizaciones sociales y campesinas no se siente incluidas en el PND, “el PND niega la inclusión del campesinado como sujeto de derechos”. Por esta razón, permanente los campesinos vienen luchando para defender su territorio, la soberanía alimentaria, la vida y los derechos humanos, y juiciosamente vienen creando sus propias herramientas de resistencia como son los Territorios Campesinos Agroalimentarios, ya que los gobiernos de turno día a día vienen restringiendo los derechos conquistado por parte de los campesinos en sus diferentes luchas.
Para Ernesto Roa, líder campesino del departamento de Arauca, los Territorios Campesinos Agroalimentarios son “Una propuesta política del Coordinador Nacional Agrario – CNA, que nacen en el 2013 como una iniciativa para el cuido del territorio, de la vida y de los bienes de la naturaleza, estos, más allá de dar un ordenamiento territorial, van orientados a generar embriones de poder popular dentro de los territorios, son una forma de resistencia popular para poner un alto al extrativismo acelerado que los gobiernos de turno han venido permitiendo. Los Territorios Campesinos Agroalimentarios –TCA- debe ser una práctica donde se desarrollen y se materialicen los planes de vida digna, donde haya un gobierno campesino y guardias campesinas, y se trabaje de forma colectiva”.
En los departamentos de Nariño y Cauca existen actualmente 7 Territorios Campesinos Agroalimentarios, en el departamento de Arauca 3 territorios declarados y la meta para este año es conformar –TCA- a lo largo y ancho del país. Acompañado a esto, los campesinos estamos impulsando las consultas populares, para poder brindar los territorios de las actividades extractivistas. Aseguró Ernesto Roa.
Fuente: Tronchando Sin Fronteras