Organizaciones haitianas apelan a Premios Nobel de La Paz a apoyar la movilización de la opinión pública internacional

Carta abierta a los ganadores del premio nobel de la paz Jody Williams (EE.UU.), Adolfo Pérez Esquivel (Argentina) Shirin Ebadi (Irán), Rigoberta Menchu (Guatemala).
Por el reconocimiento internacional del genocidio silencioso que se está produciendo en HAITÍ bajo los auspicios de las potencias imperialistas.
Por el reconocimiento de los 21 años de fracasos de la ONU y su responsabilidad en este genocidio.
Por la activación de la solidaridad internacional activa encaminada a detener de inmediato este genocidio.
Distinguidos ganadores del Premio Nobel de la Paz,
Esta carta abierta está inspirada en su posición de solidaridad con el pueblo haitiano, una posición comunicada al Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, hace 8 años, el 11 de abril de 2017. Nos gustaría saludar de paso la memoria de la Premio Nobel de la Paz, Betty Williams, quien los acompañó en este proceso marcado por ciudadanía global.
Queremos destacar que desde 2004, la presencia de la ONU en Haití ha estado marcada por una sucesión de violaciones flagrantes de sus compromisos, agravando así el sufrimiento del pueblo haitiano. Lejos de cumplir su papel como fuerza de mantenimiento de la paz, la ONU ha contribuido, con sus acciones e inacción, al agravamiento de las crisis en el país, que culminaron en un genocidio silencioso.
2004-2025: LA ONU EN UNA SITUACIÓN DE FRACASO EN HAITÍ
En 2004, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, mediante la Resolución 1542, creó una Misión denominada MISIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LA ESTABILIZACIÓN EN HAITÍ (MINUSTAH).
Cabe recordar que Haití, Estado miembro fundador de las Naciones Unidas desde hace 80 años y Relator del Comité de Redacción de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre de 1948, incluyó formalmente esta Declaración en el preámbulo de su Constitución post-dictadura de 1987.
En 2025, cabe plantearse una pregunta: ¿Haití es un país estabilizado y los Haitianos disfrutan de los principales derechos preconizados por la ONU en la Declaración Universal de los Derechos del Hombre (DUDH)? NO.
De hecho, muchos derechos consagrados en los artículos de la DUDH son negados al pueblo haitiano bajo la mirada pasiva hasta cómplice de la ONU:
Art. 3/DUDH: DERECHO A LA VIDA, A LA LIBERTAD Y A LA SEGURIDAD DE SU PERSONA. En marzo de 2025, es el Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Volker Türk, quien informa que entre el 1° de julio de 2024 y el 28 de febrero de 2025, cuatro mil doscientas treinta y nueve (4239) personas fueron asesinadas en Haití.
Además de los terroristas que siguen asesinando con total impunidad, la ONU también sigue teniendo las manos empapadas en la sangre de Haitianos-Haitianas víctimas del cólera que introdujo. Así, en 2010, los soldados de la MINUSTAH arrojaron residuos contaminados al río Artibonite, provocando una epidemia de cólera devastadora, causando más de 30.000 muertes hasta la fecha. Peor aún, la ONU, hasta ahora, se concede impunidad y se niega a asumir las reparaciones debidas por este crimen perpetrado contra un Estado miembro.

Distinguidos ganadores del Premio Nobel de la Paz,
Cabe señalar que en una segunda correspondencia dirigida el 21 de junio de 2017 al Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, todavía en el cargo, le advirtieron en estos términos: “El cólera sigue causando estragos en la gente de Haití y la crisis ha debilitado la credibilidad de la organización como defensora de los derechos humanos”.
Su observación estaba más que fundada porque la Organización Panamericana de la Salud (OPS) reveló que 79.411 casos sospechosos de cólera han sido reportados en enero de 2024, incluidos 4.608 casos confirmados por el Laboratorio Nacional de Salud Pública (LNSP) con un saldo de mil ciento setenta y dos (1172) fallecidos.

En cuanto al atropello del derecho fundamental a la vida del pueblo haitiano, la ONU es cómplice del Estado miembro del Consejo de Seguridad, principal proveedor de armas y municiones a Haití. Sin embargo, ella tiene un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Lucha contra la droga y el crimen (ONUDC) habiendo establecido tras investigación que las armas y municiones encontradas en Haití provienen principalmente de los Estados Unidos de América. ¿Cuáles son las medidas urgentes adoptadas por la ONU sobre este tema? Se refieren más bien a estas dos palabras: INACCIÓN Y COMPLICIDAD, mientras que el DERECHO A LA VIDA de los/as Haitianos/as se ve debilitado cada día por la amenaza, en particular, de las balas estadounidenses. Además del derecho a la vida, otros derechos fundamentales del pueblo haitiano no están en la agenda prioritaria de la ONU.
Art.5/DUDH: DERECHO A NO SER SOMETIDO A TORTURA NI A TRATOS DEGRADANTES. A pesar del anuncio de la estabilización del país, Haití, bajo la supervisión de la ONU, obtiene el triste registro de un país con una alta tasa de secuestros. Así, la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra informa que el número de secuestros registrados en Haití en 2024 asciende a mil cuatrocientas noventa y cuatro (1494) personas.
Art.8/DUDH: DERECHO A UN RECURSO ANTE LOS TRIBUNALES COMPETENTES. A pesar de las muchas promesas anunciadas con el establecimiento de una Misión de las Naciones Unidas de Apoyo a la Justicia en Haití (MINUJUSTH), el Sistema judicial se encuentra desorientado. Se ha vuelto tan deficiente que constantemente y vergonzosamente mueve sus jurisdicciones para escapar de la furia de los terroristas que están decididos a saquear y destruir los espacios judiciales. Por otro lado, ¿qué valor tiene una decisión judicial cuando un condenado puede encontrarse en libertad de un día para otro tras los incesantes ataques a centros penitenciarios de varios departamentos que resultaron en la fuga de varios miles de prisioneros, muchos de los cuales son considerados peligrosos? Tal situación expone a represalias contra ciudadanos e incluso familias que habían ejercido su derecho a presentar denuncias contra los infractores ante la justicia. ¿Es esto el fuerte apoyo o la gran estabilidad que aportó la ONU a la justicia haitiana?

Art. 13/DUDH: DERECHO A LA LIBRE CIRCULACIÓN DENTRO Y FUERA DE CUALQUIER PAÍS. Las vías de acceso a la mayoría de los departamentos del país permanecen cerradas para los/as ciudadanos/as, una situación nunca antes vivida a ese nivel en el pasado, antes de esta supervisión de la ONU del expediente de Haití.
Art. 17/DUDH: DERECHO A LA PROPIEDAD. Residentes pacíficos se encuentran repentinamente desalojados de sus hogares sin saber a dónde ir. Bandas armadas los capturan, los saquean o los destruyen bajo la fría mirada de los representantes de la ONU.
Art. 20/DUDH: DERECHO A LA LIBERTAD DE REUNIÓN Y ASOCIACIÓN PACÍFICAS. Cuando los ciudadanos indignados por estos abusos de todo tipo deciden organizar movimientos de protesta para exigir respeto a sus derechos, ellos son bombardeados con gases lacrimógenos, golpeados y hasta acribillados por policías seguros del silencio cómplice de los representantes de la ONU en el lugar.
Sin embargo, la Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Haití (BINUH), establecida por la Resolución 2476 del Consejo de Seguridad, del 25 de junio de 2019 tiene como uno de los puntos claves relacionados con su mandato: «La Profesionalización de la Policía: reforzar las capacidades operacionales, la integridad y la responsabilidad de la Policía Nacional de Haití en su función de mantener el orden público y proteger la población en el pleno respeto de las obligaciones en materia de derechos humanos y de igualdad entre los sexos”. ¿Cuántos manifestantes pacíficos y periodistas han sido víctimas de acciones policiales arbitrarias, sin seguimiento de un juicio ejemplar, sin que siquiera la BINUH haya tomado posición alguna, ignorando así su mandato.
Art. 21/DUDH: DERECHO A UN NIVEL DE VIDA ADECUADO. Sujeto a peajes con tarifas exorbitantes, los/as comerciantes haitianos/as están siendo empujados a la descapitalización y al abismo de la miseria por bandas armadas que operan en los puntos de encuentro entre varios departamentos del país. Y la ONU sigue blandiendo su falsa bandera de estabilización anunciada desde hace 21 años.
Art.26/DUDH: DERECHO A LA EDUCACIÓN. Con asombro las familias haitianas presencian la destrucción de instituciones educativas, desde instituciones clásicas hasta entidades universitarias. Bajo plena supervisión de la ONU, Haití, país de brillantes pintores y artesanos, vio destruir su Escuela Nacional de las Artes y su Museo del metal tallado, sin olvidar su Biblioteca Nacional, su Facultad de Ciencias y otros. ¿Es éste el resultado perseguido por la Estabilización proclamada por la ONU durante 21 años?
Es una organización de la ONU, la UNICEF, la que afirma: “Solo en el mes de enero de 2025, 47 escuelas fueron destruidas por bandas armadas en la capital haitiana. Con 284 escuelas destruidas en 2024, los incesantes ataques a la educación se aceleran dejando a cientos de miles de niños/as privados de un lugar para aprender” ¿Y esto, después dos décadas de supervisión de la ONU?

BINUH: UNA CONSTATACIÓN DESOLADORA
La actual Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Haití (BINUH) constituye la expresión más acabada del fracaso de la ONU en territorio haitiano. El mandato que le fue asignado como ya se ha indicado tenía como objetivo, entre otras cosas, la profesionalización de la Policía Nacional de Haití (PNH).
En nota oficial anunciando el inicio de sus operaciones el 16 de octubre de 2019, se Indicó que la BINUH trabajará para «continuar el trabajo implementado desde 2004 en términos de estabilidad, seguridad, gobernanza, de Estado de derecho y de los derechos humanos”. Es evidente que los hechos vinculados a muchos de las operaciones fallidas de la PNH y la persistencia del clima de inseguridad dan testimonio del fracaso en la implementación de este mandato.
Esta profesionalización de la PNH interesó tan poco a la BINUH que la observó pasivamente en 2023 el establecimiento, en las comisarías de policía, de servicios destinados a los agentes de policía que deseen salir de Haití para ir a los Estados Unidos de América en el marco del Programa Permiso Humanitario de Biden.

La prensa haitiana informa que “En el primer semestre de 2023, la institución perdió cerca de ochocientos (800) policías según las Naciones Unidas. Cientos de agentes han partido hacia los Estados Unidos desde la apertura para Haití en enero de 2023 del programa Permiso Humanitario”.
El 25 de junio de 2024: “Un avión de Kenya Airways aterrizó poco antes de las 14:00 UT en el aeropuerto de la capital haitiana con el primer contingente de cuatrocientos (400) policías a bordo, constata AFP en el lugar».
Ese mismo día, la Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Haití publicó en su cuenta X: “BINUH da la bienvenida a la llegada hoy del primer contingente procedente de Kenia para apoyar a la Policía Nacional de Haití. Este es un paso crucial en la lucha para restablecer la Seguridad en la capital haitiana y sus alrededores, y para proteger los derechos de los Haitianos.
¿Qué pasa nueve meses después? ¿Se ha restablecido la Seguridad en la capital haitiana y sus alrededores? ¿Los Derechos de los Haitianos son protegidos? Es evidente que las Naciones Unidas se beneficiarían si aumentaran su nivel de decencia en la cuestión de Haití y para acercarse a sus principios fundadores y, sobre todo, asumir su responsabilidad en el genocidio silencioso que está en curso.
Distinguidos ganadores del Premio Nobel de la Paz,
El fracaso de las Naciones Unidas en Haití es ahora innegable. Veintiún años después del inicio de su intervención en 2004, ya es hora de reconocer las consecuencias nefastas de las diversas misiones de las Naciones Unidas y repensar cómo la comunidad internacional apoya a Haití. En su correspondencia anteriormente mencionada, ustedes enfatizaron a la atención del Secretario General Antonio Guterres: «Muchos en Haití y en América Latina han visto desde hace mucho tiempo a la MINUSTAH como una fuerza de ocupación que viola la soberanía haitiana y el derecho a la autodeterminación. Desde entonces desconfían que el Consejo de Seguridad aprobó el envío de otra misión supuestamente para promover la justicia y el estado de derecho. ¿Qué Haitiano podría aceptar eso?…”
Distinguidos ganadores del Premio Nobel de la Paz
Al igual que ustedes, estamos convencidos de que el futuro del país ya no puede determinarse mediante decisiones impuestas desde el exterior. En esta trágica coyuntura de su historia, donde el pueblo haitiano se encuentra atrapado en un genocidio planificado, tenemos confianza en que, en nombre de la ciudadanía global, se unirán a nosotros en esta iniciativa para ponerle fin contribuyendo a activar la solidaridad internacional activa.
Les rogamos acepten, Distinguidos galardonados con el Premio Nobel de la Paz, la expresión de nuestra más alta consideración.

Fuente: Resumen Latinoamericano