Jugarse el todo por el todo contra la crisis climática

La crisis climática cada vez moviliza más gente en todo el mundo aportando nuevos elementos a la lucha anticapitalista. Sin embargo, ¿se han dotado las organizaciones de herramientas para hacerle frente a esta crisis? Charlamos con Mariana Rodrigues, coautora del libro “All In: una teoría revolucionaria para parar el colapso climático”, que entrega pistas y debates para crear un marco de disputa en los conflictos ecológicos.

Hay algunos temas que por trillados se vuelven vacíos. A la crisis climática le pasa esto. Al estar boca de todo el mundo -hasta para describir la más mínima variación meteorológica- se la naturaliza, mientras nos adaptamos a vivir en este contexto. 

Esa adaptación también se coló en las organizaciones sociales. Aunque en las últimas décadas la izquierda logró ampliar su mirada sobre la cuestión ecológica, muchas veces su demanda quedó diluida en el mar de la institucionalidad climática neoliberal. 

Mariana Rodrigues y Sinan Edén abordan esta cuestión en el libro “All In: una teoría revolucionaria para parar el colapso climático”, disponible en inglés  en este sitio y que durante 2025 será publicado en castellano. Rodrigues y Edén son parte de Climáximo, una organización anticapitalista portuguesa que lucha por la justicia climática. 

“El libro es el resultado de una serie de conversaciones que estamos haciendo en los últimos años en diversos espacios internacionales para proponer una teoría de cambio. Se trata de discutir cómo podemos desmontar el capitalismo en el corto plazo”, comenta Mariana Rodrígues. “Ponemos esta herramienta sobre la mesa, y también sabemos que hay otras que podemos usar.  Al final del día, lo que que estamos diciendo es que algunas novedades, en el contexto en que estamos, implican una ambición que es necesaria y que tenemos que renovar esa ambición. Eso queremos reflejar al decir “All In”: que estamos en una situación en que tenemos que arriesgar todo. 

–Mariana, en el libro sitúan a la crisis climática como eje fundamental de las luchas actuales. ¿Por qué?

Hablamos sobre crisis climática no como uno de los acontecimientos o temas actuales, si no como el contexto en el que vivimos. Por eso este no es un libro solamente para el movimiento climático, si no para todos los sectores anticapitalistas. Estamos viviendo una situación de una explotación y un extractivismo máximo de todos los recursos naturales donde es muy importante la quema de combustibles fósiles, pero no son los únicos. Sabemos que hay ciertos límites de la Tierra que se han superado, lo que podría hacer la vida imposible o por lo menos llevarnos un estado de naturaleza que nunca tuvimos antes y que pone en riesgo toda la vida, no solamente de nosotros, sino de muchos otros seres vivos.  

Por otra parte, nos interesa plantear qué significa estar en crisis. Crisis es una construcción social, en el sentido que implica aceptar que estamos ante un problema gigante. Pero la sociedad no está actuando como si tuviésemos una crisis, no hay una respuesta acorde. El liderazgo capitalista de la humanidad no entiende o no respeta estos límites de la naturaleza, e impulsa la acumulación infinita del capital, colocándola por encima no solo de la vida de las personas sino de la vida en general. 

¿Por qué crees que no funciona la respuesta capitalista a la crisis climática?

Porque no es una respuesta, en el sentido que la crisis climática es una consecuencia del sistema capitalista en que vivimos. Y la respuesta actual es que el sistema capitalista está intentando expandir los mercados. Por ejemplo, como ocurre con los mercados de carbono. Lo mismo pasa con la transición energética que no es una transición sino es una expansión con más fósiles y más renovables. La respuesta capitalista siempre es una expansión. Entonces, así es imposible resolver la crisis climática, para eso el capitalismo no tiene respuesta porque eso sería dejar de hacer capitalismo.   

–Hoy vemos un crecimiento de un discurso negacionista de ultra derecha, como el de Javier Milei o Donald Trump. ¿Crees que se trata de una respuesta distinta a la crisis climática que la que venía teniendo el capitalismo “verde” en las últimas décadas?

Sí. Más o menos. Por un lado tenemos sectores intentando mantener la democracia capitalista para sostener sus negocios. Para eso se tienen que juntar en la misma mesa y las COP [cumbres del clima] son parte de eso al final del día. En el anterior gobierno, Trump quería retirar a los Estados Unidos de la COP y las propias empresas americanas fueron contra eso, porque si ellas no están en la COP, no consiguen formar parte de esas discusiones. Entonces esa es una parte.

Y después tenemos otra respuesta que es directamente fascista, que surge por un agravamiento de todas las crisis sociales, con la crisis climática como contexto en el que vivimos. Creo que el fenómeno de la ultraderecha tiene que ser visto de esa manera, como una respuesta del sistema a la vulnerabilidad actual del capitalismo, y no como una solución fuera del sistema. Entendemos que los movimientos sociales no tienen que distraerse con el aumento del fascismo. No podemos, por causa de esto, hacer alianzas con el centro, con aquellos que quieren mantener la COP, por ejemplo. Ambos sectores son parte del mismo problema y lo que necesitamos claramente es mostrar una alternativa a este sistema en conjunto. 

–¿Cómo contribuye este libro a pensar estrategias comunes frente a la crisis climática generada por el capitalismo?

Este libro es una herramienta para todas las organizaciones y las personas que saben que necesitamos desmantelar el capitalismo en un corto plazo. Y para eso, nosotros necesitamos tener algunos niveles de acuerdos sobre que el problema es global y sobre quién lo va a resolver. En ese sentido planteamos no solamente las estrategias de mi organización, si no cuál es la estrategia del movimiento en general  y dentro de esto cuál es la parte que mi organización va a hacer. Entonces, hay diferentes estrategias, diferentes capacidades, diferentes riesgos y experimentaciones que las organizaciones están haciendo. Y probablemente tienes organizaciones que son antagónicas, que no hablan  con la otra y eso está bien si están trabajando con la misma finalidad y que podamos tener una noción de esa finalidad y de cómo podemos llegar a esa finalidad. Es en ese sentido que el libro es una herramienta para pensar una estrategia general, desde un abordaje de clase, pero también con una perspectiva ecofeminista. 

Por esa característica global del problema es que nuestra estrategia tiene que ser global también. Porque no se puede cambiar a nivel nacional, lo que se discute y define a nivel internacional. Al final del día estamos hablando sobre una clase trabajadora también global, cuyos problemas no están vinculados sólo a un pequeño territorio en Europa. 

También sabemos que muchos de nuestros debates están centrados en el movimiento del Norte global. Por eso buscamos hacer un diálogo más amplio, y nuestra invitación es a que más personas puedan leer el libro, aunque no concuerden con todo lo está ahí. Si tenemos esos diálogos podemos trabajar juntos en esa tarea. Esta es la invitación que queremos hacer.

Fuente: ANRed

Temas: Crisis capitalista / Alternativas de los pueblos, Crisis climática

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