Elsa Sánchez: la soberanía alimentaria, “el derecho a vivir y del buen vivir”

«La soberanía alimentaria es una propuesta articulada del movimiento campesino en relación a la propuesta política, en relación a la alimentación, en relación a los recursos naturales y a todo el entorno que nosotros tenemos». Elsa Sánchez (Yova)

¿Qué entendemos por soberanía alimentaria? Este concepto implica el derecho de los pueblos a definir sus propias políticas y estrategias de producción, distribución y consumo de alimentos sostenibles que respeten sus propias culturas y los mercados locales.

La soberanía alimentaria, impulsada principalmente por movimientos sociales y organizaciones campesinas, va más allá de la seguridad alimentaria, que se centra en la disponibilidad y el acceso a los alimentos; enfatiza el control democrático sobre el sistema alimentario por parte de quienes producen, distribuyen y consumen, en lugar de estar dominado por las corporaciones y los mercados globales.

Trabajar para que la soberanía alimentaria sea una realidad más amplia es una labor de día a día que llevan a cabo decenas de líderes campesinos en América Latina y el Caribe. Saludable Saberlo conversó con una de sus protagonistas, Elsa Sánchez, integrante de la Articulación Nacional Campesina (ANC) y de la  Confederación Nacional de Mujeres Campesinas (Conamuca) de la República Dominicana.

-¿Qué es la soberanía alimentaria?

La soberanía alimentaria en nuestro entorno, en nuestros espacios campesinos, primero es una propuesta política del movimiento campesino. Segundo, es una respuesta a la producción campesina organizada, articulada, coordinada.

Desde lo que entendemos que tenemos que producir, no lo que las grandes empresas o los agronegocios nos ponen en línea, que es la producción de alimentos, sino lo que en nuestras comunidades de manera local integramos la producción sanamente, desde una propuesta agroecológica que garantice una producción sana  una producción acorde a las condiciones alimenticias además el derecho a producir los alimentos que queremos.

O sea, a mí no me tienen que decir que tengo que producir aguacate todo el año, si puedo hacer una finca de asociación de cultivos no me tienen que decir que tengo que producir limón persa porque es lo que me da más dinero, sino una asociación o una finca agroecológica que garantice la sostenibilidad ambiental que garantice decirle no al monocultivo.

Es decir, que la soberanía alimentaria es una propuesta articulada del movimiento campesino en relación a la propuesta política, en relación a la alimentación, en relación a los recursos naturales y a todo el entorno que nosotros tenemos.

Por eso nosotros decimos que en nuestras comunidades tenemos que garantizar eso, para que pueda existir una sostenibilidad ambiental y productiva con los campesinos y campesinas, pero es una bandera de lucha del movimiento tiene más de 30 años que lo celebramos, porque es un logro de que los campesinos y las campesinas del mundo entendamos que producir desde una propuesta de la soberanía alimentaria es garantizar todos esos elementos: la tierra, el agua, el mercado, la producción sostenible, la garantía de la alimentación del campesinado.

Es como eso como toda una serie de elementos que se unen para garantizar la producción y el consumo de alimentos desde esos niveles y también la garantía de que los campesinos y las campesinas también puedan tener algún beneficio productivo desde los mercados seguros, desde los mercados solidarios, desde los intercambios de semillas porque entra todo esos elementos en la soberanía.

– ¿Cuáles son los actores claves y qué papel deberían jugar para que la soberanía alimentaria sea posible?

En los últimos tiempos nosotros hemos hablado de una producción desde una agricultura familiar y, de hecho, dentro de muchos lugares, como es el caso de nuestro país (República Dominicana), existe un plan nacional de agricultura familiar. ¿Por qué? Porque los actores fundamentales de ese proceso son las familias, los campesinos y las campesinas, con la visión de la producción también desde las mujeres, que en los últimos años también hemos entendido que somos parte de este rol productivo en el país y muchas veces estamos invisibilizadas.

Los mismos jóvenes que de alguna manera con todo el proceso que una está haciendo, se han estado involucrando en la producción a nivel nacional y por eso también entendemos que son actores claves en la producción campesina.

Desde esos espacios que nosotros ahora hemos entendido que nuestros países tienen que entrar en lo que muchos países han tenido, que es una reforma agraria integral. Y les voy a decir que en República Dominicana en este momento estamos con una lucha con el tema de que el Instituto Agrario Dominicano se ha planteado una resolución para que forme parte del Ministerio de Agricultura, no que sea un directorio particular. 

Y entendemos que no es lo correcto, porque lo primero que un campesino, una campesina, tiene que tener es tierra. Y una tierra legal, y una tierra que garantice, desde una propuesta de reforma, que garanticen la posibilidad de la producción y por eso nuestros actores fundamentales su lucha en este país ha sido el tema de la tierra a pesar de que tenemos una ley agraria de que tenemos un código de que de hecho con el tema de género hay una resolución que está dentro del código de la tierra que garantiza la propiedad de la tierra a la mujer, con todo este proceso que se está dando ahora y que va a pasar con esa resolución al Ministerio de Agricultura.

Toda esta lucha del campesinado de toda una vida se pierde, porque aquí en este país se comenzó en el 51 a hacer todos los deslindes y la reorganización del proceso de tierra y eso fue como un proceso donde los campesinos y las campesinas participamos. Entonces, estos actores fundamentales que hoy hemos planteado en la legislación, hemos planteado programas para garantizar el tema de la soberanía alimentaria y el tema de la propiedad de la tierra y de los recursos en este país, seguimos como quien dice con esa bandera de lucha, porque el trabajo de tantos años sentimos que se nos está yendo de las manos. 

Entonces, esos son los actores fundamentales ahora en medio del proceso para terminar la respuesta, las mujeres y los jóvenes para nosotros son fundamentales para que sean visibilizados dentro de esos actores y los tomadores de decisiones desde las propuestas legales que yo te acabo de mencionar que han sido trabajadas directamente del campesinado y que de hecho hoy debe su ejecución ser más efectiva para favorecer lo que nosotros hacemos como productores nacionales.

– ¿Cuáles consideras que son los principales desafíos que enfrenta la soberanía alimentaria en la región?

Pienso que el primer desafío es que pueda ser parte de la agenda de los tomadores de decisiones, que la soberanía alimentaria siga siendo como ese estandarte de lucha, de acción, de incidencia del movimiento, que siga siendo parte del conocimiento, de la formación de las nuevas generaciones. Porque nuestros muchachos tienen que entender que ese es un concepto que se tiene que convertir en eso, en acción, en garantía de los recursos y de lo que nosotros tenemos.

Y te voy a poner un ejemplo. También en este momento hay una lucha muy fuerte con el tema de la minería. ¿Por qué? Porque está destruyendo nuestros bosques, porque está destruyendo nuestras aguas, porque la producción de alimento ha bajado, porque se ha entendido también que es mejor introducir alimento que producir.

Ha bajado la producción de alimento en relación a los últimos 10 o 15 años. Para nosotros es un gran reto que se siga sosteniendo la propuesta como una agenda estatal, como una agenda del movimiento, como una agenda de nuestras comunidades y de todo lo que nos va sucediendo a nosotros, que son las nuevas generaciones que van subiendo. Creo que un gran reto también es el tema de la formación en función de la línea de la soberanía alimentaria.

Ahora nosotros nos estamos preparando para lo que es nuestro gran congreso latinoamericano, de la  Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo, que es la CLOC, que es una abanderada de la soberanía alimentaria. Aunque es una propuesta que surgió desde la agenda de la Vía Campesina Internacional, pero fue asumida de manera directa y las acciones surgieron desde la CLOC.

En este momento nos estamos organizando para que la línea, que no es eje transversal sino al lado de lo que vamos haciendo todo el proceso que vamos llevando para la formación la articulación la organización, de ese gran congreso que va a ser en México, de la soberanía alimentaria.

Tenemos que sumarlo como a todo lo que hacemos como parte de ese engranaje, de esa gran agenda internacional caribeña y también con las alianzas, porque hay que hacerle entender al campesinado que ellos tienen derecho a lo que producen y a lo que consumen, y solamente eso es posible si hay un proceso de educación, de poder de lo que ellos hacen, de entender que, por ejemplo, nosotros tenemos una lucha muy dura con el tema de la comercialización porque los intermediarios nos arropan y cada día también nos van sustituyendo la producción campesina con los monocultivos.

Porque si el café nos da nosotros, por ejemplo yo que estoy en una zona cafetalera, y nuestras fincas son de asociación de cultivo que ahí está la uyama, que ahí está la tayota todos esos productos que nos sirven para alimentarnos, bueno, pues se nos han metido en la cabeza que tenemos que cortar el café y tenemos que sembrar aguacate porque ese es el que da el dinero. Entonces, una producción que no garantiza la alimentación del campesinado y que también nos afecta con el tema del agua, que es uno de los grandes pilares que nosotros en este momento estamos trabajando para que exista. 

Como todos esos enemigos que nos van saliendo en el camino y que nos van prohibiendo, se puede decir, o parando todas estas acciones y todas estas luchas, para nosotros son como retos y desafíos que tenemos que ir rompiendo y quitando en todos nuestros caminos.

– ¿Cuáles son las prácticas agrícolas que promueven y refuerzan la soberanía alimentaria?

En este momento nosotros estamos vendiendo el tema de las fincas agroecológicas. Y ya para ello incluso estamos también formando agroecólogos a través de un instituto dominicano. Tenemos 10 institutos latinoamericanos de formación agroecológica para jóvenes y mujeres, que son como los dos pilares y uno de los puntos es que esos muchachos se lo puedan formar.

En República Dominicana existe un instituto que es el Instituto Latinoamericano Florinda Soriano Muñoz, la Mamá Tingo le llamamos. Uno de los puntos es eso en las fincas que nosotros también visitamos y dentro del marco de algunos proyectos que llegan a las comunidades, nosotros hacemos hincapié en el tema de las fincas agroecológicas.

Esas fincas se van preparando, se van organizando, sirven como práctica para el proceso de intercambio que hacemos con los jóvenes y también dentro del mismo campesinado, porque nuestros grupos se llaman convites, porque hemos entendido que son así como convites para encontrarnos.

Y en esas fincas también tomamos en cuenta una serie de medidas que se ponen en práctica para garantizar la parte agroecológica en el entorno donde estamos. Por eso se trabaja lo que son la siembra de árboles maderables dentro de las fincas, en la evaluación de qué tipo de productos hay dentro de la finca para que se pueda hacer como una ampliación de la asociación de cultivo en función del tamaño en función de las variedades que hayan y de la garantía, por ejemplo, del agua, del tema del impacto del cambio climático en la zona.

Eso lo estamos haciendo como en diferentes zonas donde estamos haciendo hincapié donde tenemos los  estudiantes son como de las medidas que vamos tomando los intercambios de semillas a través de ferias que hacemos en las comunidades y nuestra nuestro letrero de visibilización van  mucho como en la línea de la soberanía alimentaria.

Elaboramos brochures y materiales hojas educativas para que los campesinos entiendan y en los intercambios en todos los procesos que hacemos. Ese es el concepto y con los campesinos y las campesinas le garantizamos que no es solamente que lo puedan decir sino también que lo puedan poner en práctica, como las barreras vivas, la asociación de cultivo y también de la producción de animales.

También hacemos unas ferias. Por ejemplo, aquí en mi comunidad hay una feria que se llama Peralta Puede, donde todo lo que se exhibe y se vende aquí en la comunidad y lo que se produce en el campo.

Ahí se hace mucho intercambio, mucha parte cultural, se da a conocer hacemos muchas charlas sobre los temas. Preparamos como especie de una mística. Las ferias son en agosto.

Creo que uno tiene que dar a conocer y a la gente plantearle, porque yo te digo 30 años celebrado como una celebración de la soberanía alimentaria en la CLOP-Vía Campesina costó mucho, mucho esfuerzo, mucho intercambio, mucha visibilización, muchos talleres, foros, webinarios, de todo, porque todavía la gente, el concepto, y de hecho tenemos una serie de procesos también negativos en el camino, que también nos van vendiendo muchas cosas contrarias, entonces nosotros andamos ahí. 

Porque la seguridad alimentaria no es la seguridad, es la soberanía, y para usted garantizar la seguridad usted tiene que tener soberanía alimentaria. Hay una serie de elementos que también en el camino nosotros sin crear tampoco revanchas, sino por las cosas reales que hay en las  comunidades, lo hemos podido trabajar. Entonces, un poco como que por ahí hemos ido visibilizando.

– ¿Qué les diría a las personas sobre la importancia de la soberanía alimentaria? 

Que este impacto, por ejemplo del cambio climático que tenemos ahora, pueda bajar a través  de la de las fincas agroecológicas, a través del aumento también en la producción agropecuaria en los últimos años se ha ido perdiendo que nos pueda unir como una demanda del campesinado. Como decía al principio porque esto es una propuesta del campesinado y que entiendo que solo es posible si nos aliamos más espacio, y si lo interiorizamos y si lo ponemos en práctica.

Que el campesino que está a tu lado entienda que no puede dar la candela, porque el nicho ecológico que está ahí se pierde. Entonces, que podamos concientizar al que está a nuestro alrededor de que la soberanía alimentaria es la garantía de la tierra sana, es la garantía de nuestra agua, es la garantía de una producción campesina sostenible y es la garantía de una alimentación con todas las condiciones de salud que se necesita y que garanticemos nuestros bosques y nuestras condiciones.

 O sea que nosotros tenemos que vender la soberanía alimentaria como un todo, como un todo y, como dicen los centroamericanos, como el derecho a vivir es la soberanía alimentaria y del buen vivir; el derecho a vivir y del buen vivir. 

Por eso nosotros decimos la soberanía alimentaria ahora, no después, porque después las generaciones que vienen no la van a encontrar, entonces nosotros es ahora que tenemos que garantizarla, así que el llamado es eso, que nos unamos a una sola voz que nos unamos a unas solas manos con nuestras propuestas, con nuestras decisiones y que cuando nos sentemos en las tomas de decisiones con los tomadores de decisiones nosotros vayamos con propuestas claras.

Ahora va a estar en ese año un evento que va muy en la línea de la soberanía alimentaria, donde todas las experiencias del mundo se ponen como de manifiesto. Entonces el llamado es a esto, que nos unamos y que nos coordinemos y que nos sumemos a todo lo que se pueda dar a nivel del país, de los países y de las regiones y los continentes.

Fuente: Saludable Saberlo

Temas: Agricultura campesina y prácticas tradicionales, Soberanía alimentaria

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