Foro Nacional por un Programa Soberano y Popular en Argentina: Confluencia que era urgente

Los cálculos son que el foro reunió cuando menos tres mil campesinas y campesinos de toda Argentina, gente cuyo trabajo es el campo, la agricultura, sea como campesinos, como jornaleros o buscando la soberanía alimentaria.

Así el foro también reunió a personas, comunidades y organizaciones que luchan por “un avance de la producción agroecológica sin el uso de venenos en los campos, y por sobre todas las cosas con un objetivo claro en el horizonte: la reforma agraria nacional”, como lo puso Federico Paterno para la Agencia de Noticias de Comunicación Alternativa y Popular (Ancap).

Según La vaca, el foro simboliza “lo nuevo, vital e inteligente desde el punto de vista de la alimentación, la salud, los territorios, la producción y la sociedad. La construcción de un programa como mensaje a la clase política argentina”.

Fueron días de trabajo intenso donde la verdadera gente que trabaja el agro discutió, reflexionó, inauguró alianzas inéditas mediante comisiones que culminaron en lo que una compañera describió como “una gran re-unión”.

Para muchas y muchos en Argentina, este foro, este re-encuentro, es el momento en que los esfuerzos de organización campesina, ecológica y de los sectores de la agroecología, la alimentación y la salud, se dan la mano y comienzan a tejer una unión que puede significar muchos cambios en la configuración de fuerzas en el campo argentino.

La gente ha soportado que los grandes terratenientes y hacendados de la soja sean los que protestan por cualquier minucia acomodaticia pese a tener acaparadas más de 20 millones de hectáreas para la soja transgénica que se fumigan con 350 millones de litros de agrotóxicos. Y tras haber aguantado tanto la gente común propone alternativas y resiste el avance de esa otra “ruralidad” terrateniente que atropella.

Así lo expresa Ofelia Gutiérrez, de la Cooperativa Puna: “en la parte Del Carmen, el gobierno está queriendo desalojar a los campesinos donde producen las hortalizas. Nos quiere echar, pero seguimos resistiendo. El gobierno hace oídos sordos a nuestros reclamos. Con este foro popular podremos hacernos escuchar de manera nacional y latinoamericana”.

Pero también se queja de tanta política pública, programas y proyectos que impone el gobierno y que dejan a los agricultores en indefensión.

Dice La Vaca: “se habló de la inutilidad de los contratos de alquiler que dejan a los productores siempre en el abismo. Del desastre de la intermediación que con sus camiones aplasta los ingreso de los productores y multiplica los egresos de los consumidores de frutas y verduras, por ejemplo”.

Otros más insisten en que es necesaria una “ley de reparación histórica de la agricultura familiar”, una reforma agraria que promueva el acceso a la tierra y la redistribución para producción agroecológica. La gente está alarmada y enojada por la insistencia en los agrotoxicos, que ni siquiera tienen una regulación.

Una preocupación es la Ley de Semillas, “el proyecto que las corporaciones buscan aprobar en el Congreso para apropiarse de los bienes de pequeños productores”. Carlos Vicente, de GRAIN y Biodiversidad, sustento y culturas, entrevistado por La vaca sub-rayó: “Es tremendo el nivel de dependencia de las semillas producidas por las empresas. La soja la produce Monsanto, el maíz Syngenta, y nombramos a los grandes, pero también el acceso a las semillas del tomate, morrones o berenjenas están cooptadas por las corporaciones. Son semillas importadas, y hay un enorme desafío para producirlas acá. Es un desafío tan grande como el de la tierra, para no seguir siendo esclavos de esos grupos”.

Para él este Foro implica “el comienzo de una nueva etapa, en una época donde sólo el cinco por ciento de la tierra en Argentina está en manos de campesinos y productores familiares. Que más de tres mil personas nos reunamos para decir que otro campo y otra agricultura son posibles dice mucho, en un país con 35 por ciento de pobres donde los pueblos rurales se están despoblando porque la gente se va del campo en dirección a las ciudades”.

Entrevistado también por Ancap, expresó: “Es un momento histórico. Toda esta posibilidad de encuentro de organizaciones tan diversas y que vienen de diferentes tradiciones es un punto de inflexión para la cuestión del campo, para cuestionar los ejes centrales de la problemática argentina, como es la concentración de la tierra en pocas manos, la histórica expulsión de campesinos y trabajadores rurales del territorio, ir hacia un modelo de producción agroecológico de base campesina. Nos dirigimos hacia el objetivo de la soberanía alimentaria. Acá no hubo bajada de línea, fueron 23 talleres. Desde la tierra se sienten problemas angustiantes, se reflejan en propuestas, para que este foro siga uniendo y construyendo”.

La gente del campo se pronunció. Ancap reporta: “Luis Pérez es un pequeño productor de Florencio Varela y referente de la Asociación de Productores Hortícolas de la 1610. El gobierno está ausente con esta realidad que tenemos, hoy no hay comida en la mesa siendo que la producimos. La mayoría alquila para poder producir, el alquiler es cada vez más caro. Nosotros vamos a marcar la cancha a cualquier partido que esté, los trabajadores de campo no tenemos derecho a nada”. Los problemas se van hilando entre las muchas y muchos que hablan.

Al compañero Lucas, parte de la Unión de Trabajadoras y Trabajadores de la Tierra UTT, reflexiona sobre el sentido del Foro Agrario para la Ancap: “Es histórico haber llegado a esta instancia. Tras muchísmos años de lucha, las organizaciones en Argentina veníamos planteando que se dé un proceso de comunicación entre los gobiernos mediante un análisis, nuestro análisis es en este foro y en una situación de crisis que hay en Argentina. Con este gobierno no se puede hablar nada. No sólo eso, sino que cada vez que presentamos una propuesta es totalmente ninguneada. También nos reprimen. Presentamos un proyecto de ley que está cajoneado por orden del gobierno. Llegamos a mayo, es muchísimo el trabajo que se está dando en el microestadio de Ferro donde nos juntamos todas las organizaciones campesinas, intelectuales que vienen trabajando en las universidades, en las cátedras libres de soberanía alimentaria. Diversos actores, desde la soberanía marítima, la pesca, la problemática de la carne, la leche, pueblos originarios, comercialización”.

Y agregó, pensando en la continuidad o ruptura entre un gobierno y otro: “si bien con el gobierno anterior tuvimos algunas políticas públicas acertadas y eso es indiscutible, nos terminamos encontrando que el gobierno anterior le abrió la puerta a Monsanto, metió la soja sin ningún tipo de control en la Argentina, pensando que generaba divisas, eso primero fue moviendo la frontera como si fueran barrios privados y countries sobre los campos en la Argentina, sin analizar la contaminación del agua o de los suelos. Eso está claro, al presidente vos lo escuchás y dice que se puede fumigar mientras los chicos están en las escuelas. No hace ningún tipo de análisis porque son una clase que está muy lejos del pueblo y la realidad. Creemos que este foro tiene que influir y lo que se viene dando es esta unidad de las organizaciones campesinas. Esta unidad nos da fuerza a los que venimos luchando por el acceso a la tierra, el acceso al agua, sabemos que, si nos tocan a uno, nos tocan a todos y esta unidad es un primer paso a empezar a disputar lo que durante mucho tiempo nos hicieron creer que el campo era la Sociedad Rural”.

Alicia Vega, Coordinadora de la UTT en Jujuy, aclara, “nos da bronca porque somos arrendatarios y hay muchas tierras que no ocupa nadie y son de empresarios. A los políticos les diría que se fijen allí. En Güemes tomamos tierra, sacamos gente del basural para enseñar a producir y que los niños tengan un futuro mejor. Eso nos da bronca, porque la política es muy mezquina. Que pongan los ojos en nosotros, que damos de comer al pueblo. En Fraile Pintado estamos pagando 40 mil pesos la tierra porque somos arrendatarios. A eso sumale que los sobres de semillas salen otros 40 mil, el abono y los químicos. Ahora, en la UTT estamos trabajando en la agroecología, aprendiendo, y viendo que da muchísimos resultados. Es mucha la diferencia”, comentó a La vaca.

Rubén Gutiérrez, también de la UTT, “percibe que el Foro puede replantear las jaulas mentales. Más allá de que cada uno tenga sus diferencias, o su propia forma de hablar, todos estamos atrás de la tierra, la semilla, el agua, los medios de producción populares para el pequeño y mediano agricultor. Este Foro puede unificar luchas, pero no sólo de organizaciones campesinas sino también en los barrios, y con los consumidores que también son afectados por el modelo de producción actual. Por eso la apuesta es pasar a un modo sano y agroecológico, a la soberanía alimentaria, y a la reforma agraria”.

Carlos Vicente apunta algo que es quizá el resumen del Foro. Nos son los figurones, sino la gente, quienes conformaron lo que pasó en el evento. “Las comisiones reflejaron un presente con horizonte: es muy impactante que hay mucha claridad en que el camino a futuro es la agroecología. Estamos hablando de que estos productores son quienes producen el noventa por ciento de nuestras verduras y hortalizas diarias. Y hay otro aspecto interesante: aquí conviven quienes están produciendo sin agrotóxicos y quienes sí usan. No hay un rechazo, sino una capacitación, que beneficia tanto a productores para producir bien y ganar mejor, como a consumidores que pueden empezar a pensar en acceder a alimentos de calidad, sanos y baratos”.

Finalmente, la consigna, tejida a muchas puntas por este foro, es que hay horizonte, pero que sólo será posible ejerciendo ese tejido de muchas puntas y que entre estas miradas frescas, pueda terminar habiendo una unidad, urgente, una fortaleza y una convicción transformadoras, en el largo, mediano y cortísimo plazo de la cotidianidad, donde tenemos que ejercer un mundo de justicia y respeto a quien conviva con nosotros. 

Biodiversidad

Con información y entrevistas de “Foro Agrario: la verdadera sociedad rural”de La Vaca y “Foro Agrario: la unidad campesina por venir”, de Federico Paterno para Ancap

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Fuente: Biodiversidad, sustento y culturas N° 101