Educación campesina y popular: reflexión y acción para construir nuevas realidades
#QuéAgroecologíaNecesitamos | Compartimos la experiencia de la Escuela Campesina de Agroecología (UST-MNCI Somos Tierra). Memoria histórica, cosmovisión, cultura y relaciones humanas como ejes de un proyecto educativo que apunta a recuperar -y circular- saberes para transformar la realidad de las comunidades. Entrevista a Marta Greco, coordinadora de la Escuela.
Preguntándonos qué agroecología necesitamos, tenemos claro que hablar de agroecología implica pensar en mucho más que en el derecho a una alimentación saludable. El acceso a la tierra, la soberanía alimentaria, el comercio justo para lxs trabajadorxs, el cuidado de los bienes naturales y la recuperación de saberes ancestrales son algunas de las cuestiones que suelen omitir en su discurso quienes hoy se apropian del término y proponen, engañosamente, una nueva forma de producir alimentos; sin agrotóxicos, pero perpetuando las desigualdades sociales, agotando los recursos de los suelos y el agua, y siempre con la mira puesta en hacer negocios, sin pensar en la razón misma de la práctica milenaria de la agricultura: la alimentación de los pueblos. Con el gigante Bayer-Monsanto enfrentando juicios multimillonarios por los graves daños a la salud que causan sus productos, la situación actual de la principal productora de agrotóxicos es una mera muestra de que todo el modelo agroindustrial está en crisis. Y la forma en la que las empresas pretenden salir de esa crisis no es otra que maquillando sus estrategias, pintando de verde las mismas prácticas capitalistas de acumulación y explotación -humana y natural- que vienen llevando a cabo desde hace décadas.
En este contexto, la educación popular emerge como un frente de lucha imprescindible para recuperar saberes y adaptarlos a las necesidades de cada territorio. Para esto, la acción de las organizaciones territoriales es fundamental. La Vía Campesina así lo refiere: “La importancia de discutir e implementar la formación política-agroecológica dentro de cada movimiento y organización está en la posibilidad de la comprensión del proceso histórico, de los avances, límites y desafíos que la praxis de la lucha proporciona. La caracterización y análisis teórico desde los movimientos sociales es fundamental para prepararnos y fortalecernos ante los embates que tendremos en frente. Sin el conocimiento profundo de la realidad y de las teorías, se torna difícil desarrollar las luchas por la transformación de las estructuras de la sociedad. En un contexto político global cada vez más complejo y difícil, resulta imprescindible formar militantes, cuadros políticos y técnicos que tengan la capacidad de interpretar críticamente la realidad para transformarla” [1].
Enmarcada entre las más de 70 experiencias educativas alrededor del mundo nucleadas en el proyecto de educación popular de La Vía Campesina, la Escuela Campesina de Agroecología -que la Unión de Trabajadores Rurales Sin Tierra (UST) lleva adelante en Jocolí, provincia de Mendoza- es un espacio de formación donde se enseña y aprende a valorar y cultivar la vida campesina, la producción de alimentos sanos, la convivencia con la naturaleza, la importancia del territorio local. Marta Greco, coordinadora de la Escuela, cuenta sus orígenes: “La creación de la escuela no fue algo aislado, sino que fue el proceso acumulado desde una discusión sobre educación, sobre formación que tuvimos y tenemos dentro de nuestro MNCI Somos Tierra, y también dentro de los espacios de formación y debate sobre la educación en la CLOC y La Vía Campesina. Ese ha sido un núcleo que nos nutrió para llevar adelante la creación de la Escuela Campesina. El proceso de construcción de la escuela y la concepción de educación tiene sus bases pensadas en un proyecto más amplio. Un proyecto de sociedad, de campo, de agricultura, de concepción del mundo, trazado con los pilares y horizontes políticos de la soberanía alimentaria y la reforma agraria popular, que son constituyentes de nuestro movimiento. Y teniendo ese horizonte es que empezamos a hacer un trabajo de base en nuestras comunidades campesinas indígenas, para trabajar, para discutir, para analizar y leer qué escuela hay (o había en ese momento) en el campo, qué escuela queríamos, por qué queríamos estudiar en una escuela distinta. Cómo tenía que ser esa escuela. Ese trabajo de base nos llevó bastante tiempo. Pero esa frase de Paulo Freire, ‘quien está dispuesto a enseñar debe estar dispuesto a aprender’, estaba presente en todas esas mateadas. Fue una frase que nos identificó mucho en esa trayectoria. Y en función de ese trabajo de base, de esa construcción, trazamos los principios pedagógicos y filosóficos de lo que hoy es la Escuela Campesina de Agroecología”.
La modalidad de cursada de la escuela está basada en el diálogo y el intercambio de saberes y experiencias, y pensada desde las necesidades del territorio y sus habitantes. “La pedagogía de la alternancia [2] permite que tengamos momentos de estudio, de creación, de recopilación, de análisis de nuestras comunidades, y un tiempo en el cual nos encontramos en la escuela, en un predio en una finca recuperada por la organización, donde nos encontramos una vez al mes, durante diez días de trabajo, de estudio, de convivencia, donde dialogan todos esos saberes y se ponen en común para construir nuevos conocimientos. Los contenidos tienen un tronco -la agroecología- que atraviesa todo el estudio. También se trabajan otras disciplinas, que se complementan para no sectorizar los saberes ni encasillarlos en contenidos estancados, sino que puedan dialogar. Tenemos matemática, lengua, historia, memoria histórica, territorio, comunidad campesina, pensamiento político latinoamericano, trabajos de investigación y acción. Todo ello trazado con la idea de trabajar esos contenidos y que sean útiles a las transformaciones de la realidad que hoy nuestras comunidades tienen en su memoria histórica”.
La recuperación de los saberes campesinos representa para la Escuela un blanco al que apuntar constantemente, y para el cual se desarrollan actividades que fomentan el intercambio dentro de los grupos, conectando también los aprendizajes teóricos con las prácticas concretas de la tierra. “Para recuperar saberes tenemos un espacio que llamamos ‘tiempo comunidad en el tiempo escuela’. Es un espacio donde se encuentran esos dos tiempos, y es el momento donde sintetizamos y ponemos en común esos saberes para que, cuando los compañeros y compañeras vuelvan a sus territorios, recuperen, reconstruyan e investiguen. También tenemos talleres productivos, de jornada completa, donde ponemos en común los saberes, como recuperación de semillas criollas, siembra, cosecha, trabajo en el suelo, compostaje, realización de insumos, calendario de siembra. Allí ponemos en común todos esos saberes para recuperarlos en la memoria histórica de las comunidades”.
La educación es parte fundamental de las grandes luchas de los movimientos territoriales. El derecho a la educación en el campo y para el campo, en todos sus niveles y modalidades es parte de la lucha del territorio. “Es parte de la construcción de una vida digna, de la vivienda, de la salud, del trabajo. Es parte de ese todo en el cual surgió la organización, como tantos otros movimientos hermanos. Y el trabajo de la soberanía alimentaria como dimensión política es esencial en la agroecología, lo mismo que la reforma agraria. Sin tierra tenemos que luchar por la reforma agraria, y sin agroecología no podemos concebir la producción de alimentos sanos y para el pueblo. Ese es el sentido que tratamos de poner en común con todos y todas los que son parte de la escuela”.
Ante los constantes embates -cada vez más arteros- de las corporaciones, nos preguntamos colectivamente qué estrategias y qué caminos de resistencia tomar. En épocas donde el poder hegemónico parece reinventarse, reciclando estrategias y renovando viejas prácticas, cabe resaltar -y afirmar- cuáles son nuestras ideas. “La agroecología, para nosotros, es un concepto sintetizador que incluye memoria histórica, cosmovisión, cultura, relaciones humanas, relaciones del hombre y la mujer con la naturaleza y entre ellos. Para nosotros esos conceptos, esa dimensión económica, social y política son parte de la agroecología. Una dimensión que muchas veces se desconoce, que es esa dimensión política que plantea la disputa de modelos de producción, donde por un lado está el agronegocio y por otro la agricultura campesina indígena. Esa dimensión es fundamental, y es la que tratamos de colocar como marco global de la agroecología para luego poder construir y reconstruir esas otras dimensiones. Para nosotros el diálogo de saberes como parte del concepto sintetizador de la agroecología es fundamental. Y esa totalidad es la que intentamos poner en práctica en nuestra escuela”.
Preguntándonos qué agroecología necesitamos, tenemos claro que no se puede pensar en la agroecología sin pensar en la soberanía alimentaria y en la redistribución de la tierra; como tampoco puede concebirse sin poner el foco en la necesidad de una educación popular integral, que materialice -recorriendo un camino pedagógico humanista y liberador- las luchas de resistencia de los pueblos y sus comunidades.
Referencias:
[1] La Vía Campesina: Escuelas y Procesos de Formación en Agroecología. Disponible en ( https://viacampesina.org/es/escuelas/)
[2] En la pedagogía de la alternancia se combinan el aprendizaje teórico con el aprendizaje experiencial en oficios, técnicas y prácticas concretas.
Este artículo es parte del proyecto "Profundizando debates sobre experiencias agroecológicas para la soberanía alimentaria" realizado con el apoyo de la Fundación Rosa Luxemburgo.
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#QuéAgroecologíaNecesitamos | La Escuela Campesina de Agroecología -que la Unión de Trabajadores Rurales Sin Tierra (UST) lleva adelante en Mendoza- es un espacio de formación donde se enseña y aprende a valorar y cultivar la vida campesina.
#QuéAgroecologíaNecesitamos | Marta Greco, coordinadora de la Escuela, sostiene "El proceso de construcción de la escuela y la concepción de educación tiene sus bases pensadas en un proyecto más amplio".
#QuéAgroecologíaNecesitamos | "Un proyecto de sociedad, de campo, de agricultura, de concepción del mundo, trazado con los pilares y horizontes políticos de la soberanía alimentaria y la reforma agraria popular".
#QuéAgroecologíaNecesitamos | La modalidad de cursada de la escuela está basada en el diálogo y el intercambio de saberes y experiencias, y pensada desde las necesidades del territorio y sus habitantes.
#QuéAgroecologíaNecesitamos | El derecho a la educación en el campo y para el campo, en todos sus niveles y modalidades es parte de la lucha del territorio. “Es parte de la construcción de una vida digna, de la vivienda, de la salud, del trabajo".
#QuéAgroecologíaNecesitamos | “La agroecología, para nosotros, es un concepto sintetizador que incluye memoria histórica, cosmovisión, cultura, relaciones humanas, relaciones del hombre y la mujer con la naturaleza y entre ellos", sostiene Marta.
Contacto con la Escuela Campesina Agroecología (UST) - www.facebook.com/Escuela-Campesina-Agroecologia-Ust
Artículo por Nicolás Esperante Alonso - nicolasesperante@gmail.com
Ilustración de María Chevalier - www.dibujoschevalier.wixsite.com/mariachevalier
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